Desde el pasado viernes, la antigua morada del Tucu Tucu Hostel fue testigo de una revolución. Allí transcurre Gran House Tucumán, un reality show que comenzó como una parodia de Gran Hermano y se volvió viral.
Del envío participan 20 jugadores oriundos de la provincia, entre influencers y personas comunes. Mariano Villafuerte, productor y conductor del programa, manifestó su sorpresa ante la rápida expansión del fenómeno. En declaraciones a FM La Tucumana 95.9, confesó: “Esto empezó como una parodia, la broma se fue viralizando. No tiene nada que ver el formato con el Gran Hermano, pero al tener convivencia y 20 participantes, es similar”. La novedad radica en que, a diferencia del reality nacional, los concursantes no convivirán las 24 horas, sino que se cruzarán en la zona céntrica o boliches».
“Un día a la semana habrá debate, pruebas semanales, juegos y se montará un sketch, una especie de novela de cinco capítulos. Si no cumplen las reglas van a placa o quedan eliminados”, contó el conductor. La duración estimada del programa es de tres meses, durante los cuales los espectadores podrán seguir de cerca las intrigas, amistades y rivalidades entre los participantes. La participación del público tucumano se facilitará a través de Instagram y membresías vía WhatsApp.
En cuanto a los premios, el ganador se llevará dinero en efectivo, y las pruebas semanales reservarán sorpresas para los participantes.
Entre las y los participantes está Yaznín Vega, de 20 años, que confesó haberse inscrito “por joder” y terminó entrando, mientras que Albin Famaillá ingresó triunfalmente con un dinosaurio bajo el brazo, anticipando que “todo puede pasar”. Priscila, enfermera y farmacéutica, expresó estar nerviosa pero con muchas ganas de jugar.