Este lunes por la tarde el Tribunal Oral Federal N°6 porteño consideró probada la participación necesaria del acusado Adolfo Donda Tigel en la causa por apropiación de la legisladora del Parlasur Victoria Donda Pérez. En línea con la acusación de la Unidad Especializada para Casos de Apropiación de Niños y Niñas durante el Terrorismo de Estado, condenaron al exoficial de la Armada y tío de la ex funcionaria a 15 años de prisión por la apropiación de su sobrina.
Victoria Donda nació en agosto del 77 en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y fue secuestrada durante el cautiverio de su madre, María Hilda Pérez.
Aparte de ser uno de los centros clandestinos de detención más grandes del país —más de 5 mil personas estuvieron secuestradas en este lugar—, la ESMA funcionó como una maternidad clandestina en el marco del plan sistemático de apropiación de niños y niñas, que ya fue probado judicialmente.
Adolfo Donda fue condenado como partícipe necesario del delito de “sustracción de una persona menor de 10 años de edad, en concurso ideal con los delitos de retención y ocultación de la víctima, en grado de coautor”, informó el sitio de noticias del Ministerio Público Fiscal.
El TOF N°6 declaró que los hechos configuran delitos de lesa humanidad y que además “configuraron violencia de género, violencia contras las mujeres y parto deshumanizado”.
Los jueces Ricardo Basílico, Daniel Horacio Obligado y María Gabriela López Iñiguez declararon imprescriptibles los crímenes juzgados y ratificaron lo que la Justicia viene probando desde que se reanudaron este tipo de juicios en Argentina desde 2006: los delitos se cometieron en el marco de “un plan general de aniquilación que se desplegó sobre parte de la población civil con el argumento de combatir la subversión, implementado métodos de terrorismo de Estado durante la última dictadura militar».
El tribunal anunció que el 6 de mayo a las 19 dará a conocer los fundamentos de la sentencia.
La última audiencia del debate, que había iniciado el 7 de noviembre de 2022, se desarrolló en la sala SUM de los tribunales federales porteños y fue transmitida por el canal oficial de YouTube del Poder Judicial de la Nación.
En el juicio intervino el fiscal general a cargo de la Unidad Especializada para Casos de Apropiación de Niños y Niñas durante el Terrorismo de Estado, Pablo Parenti, y el auxiliar fiscal de la misma dependencia, Iván Polaco, quienes manifestaron su satisfacción con la sentencia. De hecho, en su alegato pronunciado el 6 de diciembre pasado, los representantes del MPF habían solicitado la imposición de la pena de 15 años de prisión para el acusado.
La fiscalía había señalado: “El crimen cometido por el acusado es un caso especialmente atroz. Por un lado, muestra la atrocidad propia de toda apropiación de niñas y niños nacidos en cautiverio de sus madres en el marco del terrorismo de Estado. Pero en este caso, además, se suma que el acusado, como parte del sistema represivo, cometió estos delitos contra su propia familia, lo que lo convierte en un caso único en la historia de estos juicios«.
Además, expusieron: “Quedó probado que Donda era un oficial de Marina, integrante de la Fuerza de Tareas III, que toma intervención en el hecho, ve a su cuñada cuando estaba secuestrada en la ESMA antes de tener a Victoria. Y luego de este hecho, afianza aún más su relación con la ESMA a tal punto que, meses después, es destinado formalmente a ese lugar y hace una carrera ascendente hasta convertirse poco tiempo después en uno de sus jefes».
El caso Donda
De acuerdo con la investigación, durante su secuestro en la ESMA, María Hilda Pérez dio a luz a su hija Victoria en agosto de 1977. Fue asistida en el parto por el médico Jorge Luis Magnacco, que ya fue condenado por este hecho en otro juicio. La asistió en una habitación destinada específicamente a las prisioneras embarazadas, los represores la llamaban “Maternidad Sardá” o “la Sárda por Izquierda” y funcionaba en el piso superior del Casino de Oficiales.
Con sus colegas de la Armada, Adolfo Donda retuvo a Victoria y la inscribió como hija de su apropiador, el prefecto Juan Antonio Azic, y de su esposa, Noemí Esther Abrego. Puso otros nombres y el apellido Azic. Quince días después del nacimiento, María Hilda fue retirada de la ESMA por personal de la Fuerza Aérea y nunca más se supo de ella.
Adolfo Donda Tigel tuvo intervención durante años en el Grupo de Tareas 3.3.2 de la ESMA y allí operó conjuntamente con otros miembros de la Armada en secuestros, torturas y rono de bienes de las personas secuestradas.
Por esos delitos ya tenía penas de prisión perpetua en 2011 y en 2017 en las causas 1270 y ESMA Unificada.
El exmarino, de 77 años, se encuentra detenido en el Centro Federal de Detención de Mujeres “Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás”, Unidad N° 31 del Servicio Penitenciario Federal, ubicada en Ezeiza.
Cronología de la restitución
El 28 de marzo de 1977 María Hilda Pérez fue secuestrada en la vía pública en las cercanías de Morón o Castelar. Estaba embarazada de cinco meses. Su compañero, José María Laureano Donda, también fue desaparecido. El último contacto que estableció con su familia fue a principios de mayo de 1977. Tenían otra hija, Eva, nacida en 1976, quien se encontraba al cuidado de su abuela materna al momento del secuestro de Hilda. La pareja fue vista en la Comisaría 3° de Castelar.
El 25 de julio de 2003 Abuelas de Plaza de Mayo recibió una denuncia sobre el caso de una niña que había sido anotada como hija propia por un miembro de la Prefectura Naval de apellido Azic, quien había actuado en la ESMA.
La partida falsa de nacimiento había sido firmada por el médico Horacio Pessino. Este caso estaba siendo investigado por la Comisión Hermanos de la Regional Capital de HIJOS en coordinación con Abuelas de Plaza de Mayo.
El caso, finalmente, fue judicializado y luego de varios meses Victoria Donda decidió realizarse los análisis inmunogenéticos. El 8 de octubre de 2004 recibió los resultados del Banco Nacional de Datos Genéticos que confirmaron que era hija de María Hilda y José, que continúan desaparecidos.
De CCD a Museo
El Museo Sitio de Memoria ESMA fue inaugurado el 19 de mayo de 2015, luego de una larga lucha de los organismos de derechos humanos por preservar el espacio en tanto prueba judicial de los crímenes allí cometidos por la última dictadura cívico militar.
Hasta 2004 siguió funcionando allí la escuela de oficiales de la Armada y llevaría tres años terminar de desalojar todas las instituciones navales, sumado a los trabajos de recuperación y puesta en valor necesarios para que finalmente en 2015 se concretara su inauguración en el edificio conocido como “Casino de Oficiales”.
Muchos de los cerca de cinco mil hombres y mujeres que fueron recluidos en condiciones inhumanas en este lugar, fueron más tarde inyectados con sedantes para ser arrojados al mar mediante los llamados “vuelos de la muerte”.
A través de visitas guiadas o autoguiadas, los visitantes pueden recorrer la exhibición permanente del Museo ESMA que consta de 17 salas abiertas al público, las cuales contienen dispositivos museográficos tradicionales y contemporáneos, más dos espacios destinados a muestras temporarias.
Desde su apertura lo visitaron más de 400.000 personas.
La información que contiene el Museo reconstruye su funcionamiento como centro clandestino en base a los testimonios que constan en los juicios de lesa humanidad y esta característica fue uno de los principales argumentos para sostener su nominación para integrar el Patrimonio Mundial de la Unesco, que pondera “la verdad jurídica, que resulta indispensable para la producción de sentido social y contribuye a la construcción del Nunca Más“.
Entre las características distintivas de la propuesta museográfica figura la premisa de que no se ha modificado la estructura edilicia ni su estado general. En septiembre de 2023 el Comité de la Unesco lo declaró como Patrimonio de la Humanidad por considerarlo un sitio para la memoria y fue incluido dentro de los monumentos y zonas protegidas por el organismo en el mundo.
Es uno de los lugares donde nacieron muchos de los cientos de bebés que fueron robados por los militares, como si fueran un botín de guerra. Abuelas de Plaza de Mayo ya encontró 133 nietos y nietas pero le falta encontrar más de 300.
Quienes hayan nacido entre 1975 y 1983 y duden de su identidad o conozcan a alguien que duden pueden comunicarse con las redes sociales de Abuelas de Plaza de Mayo o su sitio oficial en este link