Su vida es novelesca. Fue delincuente y estuvo preso. Dani El Rojo, según su nombre artístico muy parecido a su identidad real, llegó a ser custodio de Lionel Messi y de Andrés Calamaro.
Contó su existencia en una entrevista con Novosti, reproducida por el sitio Actualidad RT.
Pasó 24 años en la cárcel donde decidió apartarse definitivamente de las drogas.
«La cárcel de los 80 en España era terrible, no como ahora que permite la reinserción social», reveló.
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Contó que por su estatura y su experiencia en el delito, así como dentro de la prisión donde supo hacerse respetar, lo contrataron para servicios de seguridad.
«Yo sabía mirar y ver de dónde podía venir un peligro», razonó durante el reportaje el hombre que tiene heridas de puñales en todo el cuerpo, por las peleas dentro del presidio.
De Messi recordó: «Todo lo que puedo decir de él es que se trata de un hombre bueno. Un tío con gran sensibilidad social».
Y echó mano a la anécdota que se generó cuando una firma de ropa deportiva lo proveyó de regalos. «Sus hermanos se repartieron casi todo. Llegó Messi y les dijo `Ya podéis ir devolviendo todo, que esto va para los niños que no tienen nada`», relató.
Otra vez, Antonella Rocuzzo al comando del automóvil familiar, lo recogió cuando buscaba un taxi y lo llevó hasta su casa, en un gesto que, subrayó, difícilmente va a olvidar.
«¿Quién era yo para que ellos, que son gente tan importante, me dieran semejante servicio? Pues eso los pinta de cuerpo entero», reflexionó.
El Implacable investigó el por qué de su apelativo «Dani El Rojo».
«Es un guiño a Daniel Cohn-Bendit. Le conocí en casa de José María Mendiluce, y cuando nos vio a los dos en la piscina dijo: `Tengo a los dos Dani, El Rojo, en mi casa`. Desde entonces he mantenido ese nombre artístico», reveló.
