Dos mujeres y dos hombres, vinculados con el luego asesinado Fernando «Finito» Sosa fueron condenados por integrar una banda delictiva que operó en Granadero Baigorria, entre ellos está el sucesor al mando, quien deberá purgar prisión perpetua. El cuarteto fue sentenciado entre otros hechos por los crímenes de Facundo Contreras y de Luis Campos.
Al banquillo de los acusados llegaron Nicolás Gabriel Lezcano, su pareja Nadia Sosa, Gastón Moreyra, Débora Rodrigo. Para Ferlazzo la asociación ilícita estaba encabezada por Nicolás Lezcano y por Finito Sosa, asesinado en agosto de 2021. Sosa estaba sindicado como un tiratiros de Marcelo “Coto” Medrano, también ejecutado a tiros en septiembre de 2020.
Según la acusación, tras el crimen de Finito, Lezcano quedó al mando de la banda dedicada a cometer diversos delitos como: usurpaciones, robos, escruches, balaceras a personas e inmuebles, amenazas, lesiones homicidios, pagos para introducir informaciones falsas a través de testigos en causas o hackear cuentas para obtener información de testigos. También les achacan vender estupefacientes y comprar armas para ponerlas a disposición de los integrantes del grupo con el objetivo de la comisión de los ataques.
Contreras
La investigación del crimen de Facundo Contreras, de 25 años, cometido el 26 de diciembre de 2020 dejó al descubierto la mecánica y la logística de la organización. El joven fue asesinado cuando estaba con un grupo de amigos en lo que se conoce como bajada Formosa en la vecina localidad de Granadero Baigorria.
Al lugar llegó un auto Renault Clio con dos ocupantes, para el fiscal del caso fueron Lezcano y Gastón Moreyra. Uno de los recién llegados comenzó a disparar contra los amigos. Contreras recibió un tiro en el pecho. Luego se supo que el proyectil no era para él, contaron fuentes de la investigación.
En cuanto a Débora Rodrigo, la acusación dijo que dentro de su casa, ubicada en Carrasco 1900 de Rosario, secuestraron dos pistolas semiautomáticas calibre 9 milímetros con la numeración adulterada: una de ellas utilizada en el crimen de Contreras. La mujer había ido a la Fiscalía a denunciar que le alquilaba Moreyra un lugar en el fondo de su casa y que éste había dejado un bolso.
Para la acusación, esta mujer en coordinación con Lezcano intentaron involucrar a Moreyra y así beneficiar a Lezcano. Se comunicaron con el fiscal a través de las abogadas defensoras del líder de la banda y Rodrigo.
En julio de 2021 y tras un allanamiento a su casa, se confundieron y entregaron otra pistola, lo que llevó a que volvieran a hacer el mismo procedimiento dos días después y así entregar efectivamente el arma homicida. Esto ocurrió el 4 de julio cuando en el mismo domicilio se secuestró la pistola usada en el crimen, según el cotejo balístico.
En marzo de 2022 varios integrantes cayeron presos y fueron enjuiciados. La acusación estuvo a cargo del fiscal Alejandro Ferlazzo y este martes los jueces Fernando Sosa, Aldo Bilbao Benítez y Patricia Bilotta resolvieron condenar a Nicolás Gabriel Lezcano a prisión perpetua por ambos crímenes, amenazas coactivas calificadas, asociación ilícita en carácter de jefe, abuso de armas, daño, portación.
Gastón Ezequiel Moreyra fue sentenciado a 23 años por homicidio y portación, Nadia Sosa purgará 25 años de prisión por homicidio calificado, asociación ilícita, abuso de armas, daño y amenazas coactivas y Débora Betina Rodrigo fue sentenciada a 10 años de cárcel por tenencia de arma, encubrimiento, falso testimonio y falsa denuncia y asociación ilícita.
Crimen de Campos
La otra acusación de homicidio fue el crimen de Luis Eduardo Campos cometido el 30 de septiembre de 2021 en la plaza Ovidio Lagos, ubicada en la manzana de Martín Fierro, Maza, David Peña y Francisco de Miranda de Rosario.
Según la acusación, Lezcano y Nadia Sosa, instigaron al hermano menor del primero mediante una promesa de dinero, a cometer el crimen. Lezcano le mandó un mensaje a la víctima, a quien engañó para que fuera a la plaza y así su hermano, ayudado por la mujer, cometió el homicidio, contó la fiscal.
Asociación ilícita
En cuanto a la asociación ilícita, la Fiscalía dijo que funcionó desde fines de diciembre de 2020. El fiscal contó que sus integrantes actuaban de manera coordinada, en constante cooperación, y con roles específicos. Liderada por Lezcano y Finito Sosa, este último hasta su fallecimiento.
Ambos se encargaron de dirigir los diversos hechos delictivos, tanto por las órdenes impartidas como por el manejo de recursos para la actividad delictiva junto al dinero, automotores, motocicletas, nafta, celulares, municiones y armas de fuego. Lezcano además de los crímenes fue acusado de la tentativa de homicidio al abogado Ariel González Zevallos que se produjo en marzo de 2021.
Además de los cuatro enjuiciados, la gavilla estuvo integrada por Ricardo Franke y Laura Sosa, que ya fueron condenados, al igual que otras siete personas.
Tras el crimen de Sosa y el encarcelamiento de Lezcano entró en acción su pareja Nadia Sosa “como su principal herramienta para los distintos encargos”.
Según la acusación, esta mujer dirigía entregas de drogas, transmisión de órdenes a otros actores, guardaba material balístico y administraba dinero junto a las armas.
Los indicios aportados en la investigación describieron que Gastón Moreyra cuidaba los búnker, pero se enfrentó a Lezcano cuando terminó imputado como coautor del crimen de Contreras, lo que se plasmó en dos balaceras a su casa, ordenadas por éste último desde la cárcel, contó Ferlazzo.
Además fue acusado de conducir la moto, en mayo de 2021 que llevó al atacante de una casa ubicada en pasaje Quito al 1600 de Granadero Baigorria que fue baleada y donde dejaron una nota.
Ese lugar fue blanco de otro ataque a tiros en agosto de ese año y por el que fueron imputados Nadia Sosa y Nicolás Lezcano, también dejaron una nota intimidatoria y el que disparó fue un menor, familiar de Lezcano.
Mientras que Débora Rodrigo era la encargada de manejar las armas, la venta de drogas, usurpar inmuebles y gerenciar esas propiedades que eran usadas para instalar búnkers.
