Un hombre que testigos refirieron como vestido con ropa oscura hizo señas y subió a un colectivo de la línea 110 en bulevar Seguí y Matienzo. Pero en lugar de pasar al interior como cualquier pasajero, intentó robar el celular del chofer, a quien apuntó con un arma y amenazó además con un cuchillo. No logró consumar su objetivo: el colectivero se defendió y, tras un forcejeo, el ladrón escapó corriendo por la avenida, para doblar por calle Matienzo y perderse de vista. Un móvil que patrullaba la zona oeste fue enviado al lugar y auxilió al trabajador, que encendió la luz de pánico y frenó la unidad antes de llegar al cruce con Felipe Moré. Y si bien logró resistir el asalto, el ladrón lo cortó en una de sus manos con el cuchillo. En tanto, en el piso del colectivo quedó, rota al caer, la pistola que portaba, que por fortuna era una réplica.
El caso quedó caratulado en el parte policial como «tentativa de robo calificado». El ataque tuvo lugar en la zona oeste, donde cumplía servicio el interno 3034 de la línea 110 pocos minutos después de las 19.30. En ese momento, el chofer de la unidad, Joel C., de 33 años, habilitó el ascenso de un falso pasajero, quien de inmediato se lanzó a asaltarlo. Pero la réplica de arma de fuego que portaba no engañó o no intimidó al colectivero, que resistió el intento, forcejeó y puso en fuga a quien lo había amenazado. Producto de la lucha sufrió un puntazo que lo hirió en una mano.
Dos policías fueron comisionados al lugar del hecho y entrevistaron al conductor y a los pasajeros que viajaban en la unidad. Una pasajera les señaló la réplica de pistola que había abandonado el asaltante al escapar, y que quedó rota por el impacto al caer en la mitad del pasillo.
El procedimiento, que no había arrojado detenidos, continuó en la comisaría 19, ubicada en bulevar Seguí al 5300, a escasos metros del lugar.
