Newell’s jugó su primer partido oficial en el Coloso Marcelo Bielsa y fue derrota 2-0 ante Racing. El titular de la noticia podría ser ese, aunque en esta oportunidad el resultado del evento deportivo resulta anecdótico. Porque hay historias que contar más allá de lo que sucede en los 90 minutos. El fútbol muchas veces es injusto, para sus propias jugadoras, directoras técnicas, todas aquellas mujeres que trabajan de eso. Muchas veces, por no decir todas, esas injusticias son producto de las decisiones que toman quienes conducen. Y muchas veces, esas injusticias se revierten, porque justamente quienes conducen toman otras decisiones.
Después de tres campeonatos jugando en los torneos nacionales, el equipo femenino de Newell’s pudo jugar en su estadio principal un partido oficial. Ahora, en la Primera División y por la quinta fecha del Torneo Apertura, del túnel del estadio salieron sus protagonistas. En la tribuna, los hinchas las fueron a ver a ellas. A ellas que muchas veces están en las tribunas cuando juega el primer equipo masculino. A ellas, que esperaron por este momento, que lucharon por poder hacerlo.
Cuando hay tanto por contar, el 2-0 a favor de Racing queda lejos. Pero es una realidad. La Academia de Avellaneda fue superior a la hora de demostrar la jerarquía que le da haber transitado muchos años más que la Lepra en el torneo semiprofesional, o la que le da tener jugadoras de Selección en el plantel y hoy estar peleando la punta con Boca, el último campeón. Rocío Bueno fue la autora del primer gol de la lluviosa tarde en el Coloso a los 21 minutos del inicio y Sindy Ramírez a los 9 del complemento y desde el tiro penal, la encargada de cerrar el resultado.
Las dirigidas por Miguel Fullana no pudieron aprovechar la ventaja de jugar con una de más durante un tiempo y medio de juego tras la expulsión de Adriana Sachs por un golpe a María Victoria Vives. Y si bien por momentos fueron apabullantes a la hora de buscar el descuento, Bobadilla no pasó grandes sobresaltos.
El resultado terminó siendo justo por lo hecho durante el partido. La derrota, segunda al hilo para la Lepra, pasó un poco desapercibida, porque lo que se jugaba era muchos más. La tribuna habilitada fue copada por una gran cantidad de gente que, a pesar de la lluvia fuerte y constante, se acercó para apoyar, algunos seguidores del femenino de hace tiempo, otros que se fueron sumando. Jugar en el estadio principal tiene la ventaja de atraer a parte del público que aún no se sumó. Público, hinchas, socios, socias, necesarios para que el crecimiento del fútbol rojinegro siga siendo una realidad.