De no mediar ninguna medida en sentido contrario, a partir del 1º de mayo volverá a aumentar el precio de los combustibles.
La medida responde a lo establecido por el Decreto 107/2024 sobre la actualización del impuesto que se mantuvo pisado desde julio de
2021 hasta el final del gobierno de Alberto Fernández y que la gestión del presidente Javier Milei decidió actualizar. De efectivizarse, como
todo indica, se trataría del tercer aumento relacionado al tributo al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC).
Según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal, la suba sería de unos 70 pesos, lo que elevaría el monto del impuesto de 132 a 202
pesos por litro, lo que representa un 53 por ciento. De todos modos, no sería ese el porcentaje que aumentarían los combustibles sino lo que representan esos 70 pesos en el valor actual.
En caso que la variación sea esa, significaría un incremento del 7,5 por ciento, llevando por ejemplo el litro de nafta súper en YPF de 929 a 999 pesos. Siguiendo la misma línea, la nafta premium treparía un 6,1 por ciento, mientras que el gasoil lo haría 7,12 por ciento en el caso del común y del 5,84 por ciento del premium, siempre en la petrolera estatal.
Con este incremento se terminaría de incorporar al valor de los combustibles el remanente del año pasado, y a partir de julio las subas relacionadas a la cuestión impositiva pasarán a estar determinadas por lo que establece el decreto 501/2018, que fija que las mismas sean trimestrales y ajustadas por la inflación.
Teniendo en cuenta que la inflación acumulada entre enero y marzo de este año fue del 51,6 por ciento, según el INDEC, el valor del impuesto treparía hasta los 306 pesos por litro.
En lo que va de 2024, la nafta aumento 26 por ciento en enero, 6,5 por ciento en febrero, 4,5 por ciento en marzo y entre el 4,5 y 5 por ciento en abril.