“Si nosotros no estuviéramos, hoy en Rosario el helado saldría más de 50 pesos el kilo”, dijo con tonada cordobesa y su natural simpatía Lucas Santiago, titular de Grido, la cadena de heladerías más grande de Sudamérica, a la hora de hacer un balance del mercado a poco menos de una semana del comienzo oficial del verano. El veterano comerciante lamentó nuevamente la ordenanza votada hace un tiempo en el Concejo Municipal que regula la actividad poniendo un tope 19 locales por heladería. Además, confirmó que hay algunos franquiciados de su marca a los que se les negó la habilitación de los locales luego de la resolución decidida en el Palacio Vasallo que han presentado sendos recursos de amparo en la Justicia para revertir esa situación.
“En sus comienzos cuando salió la ordenanza en el Concejo estaba previsto que todos los trámites ya iniciados iban a tener una resolución favorable y hay dos o tres casos donde se le ha dilatado y finalmente denegado la habilitación de los locales. En esos casos hemos tenido nosotros, de parte de los franquiciados, la confirmación de que ellos tenían la intención de hacer un reclamo legal. Esto ha sido acompañado de nuestra parte por lo que hemos brindado toda la información que ellos necesitaban para las causas”, comentó el empresario.
“Estamos hablando de gente que hizo la presentación porque ya tenían los locales alquilados en base a toda la reglamentación que había en su momento. Ellos al no haber ninguna restricción iniciaron una serie de inversiones, gestiones, alquilaron locales, pagaron distintas cosas y resulta que después no se lo aprobaron. Es como una ley retroactiva, diríamos. Eso es lo que ellos están reclamando y nos parece justo sobre todo porque son gente de trabajo y lo que han invertido lo han hecho con mucho esfuerzo. En muchos casos con dinero que no era de ellos y una serie de cosas que verdaderamente uno ve como injustas”, añadió.
Sobre qué percepción ve que la gente tiene de la marca en la ciudad luego de los meses de polémica y enfrentamiento con los integrantes de la Cámara Industrial y Comercial del Helado Artesanal de Rosario (Cicha) quienes denunciaron la intención de la cadena de capitales cordobeses de “monopolizar” el mercado del helado en la zona, Santiago dijo que “la mayoría de las personas no han estado de acuerdo con las limitaciones y con las restricciones”. “A esa forma de ver las cosas nosotros la vemos canalizada a través del respaldo que nos dan a nuestra oferta. Nosotros notamos una muy buena receptividad hacia nuestro producto con comentarios muy alentadores para darnos fuerza. Los franquiciados nos comentan que la gente les dice que está totalmente en desacuerdo con las limitaciones y lo traduce en canalizar sus compras, en volcarse para nuestra oferta”, insistió.
“Nosotros en Córdoba hace diez años que estamos y no se cerró ninguna heladería. Todo el resultado de estos diez años que llevamos en el mercado ha sido en general para el beneficio del consumidor por la variedad de la oferta, por la competitividad, por las alternativas. Acá (en Córdoba) las heladerías que estaban siguen estando pero mejoradas, con precios más competitivos, más bajos que los que se venden en otros lugares. Acá en Córdoba se ha abierto una heladería nueva, de primer nivel, hace una semana con el kilo a 30 pesos. Es una heladería de primer, primer nivel, en una avenida muy conocida. Si nosotros no estuviéramos hoy en Rosario el helado saldría más de 50 pesos el kilo”, arriesgó.
Por último, y en tren de seguir defendiendo su marca, el titular de Grido comentó: “Lo que se ha logrado con nuestra presencia en el mercado es que haya más consumo, que el helado se popularice más, que la gente lo tenga más en cuenta, como una alternativa accesible y al alcance de todos los bolsillos. A nosotros con esta política de precios nos significa producir más, trabajar más. Y da resultados y están a la vista”.
Cabe recordar que el Concejo Municipal aprobó el 29 de septiembre pasado una ordenanza que regula el mercado de las heladerías. La propuesta consensuada por la comisión mixta consistió en fijar un límite a la cantidad de bocas de expendio que tendrá cada una de las empresas que quieran instalarse en la ciudad. En concreto, se estableció, de forma transitoria hasta el 30 de junio de 2012, que cada una de las cadenas no sobrepase el 10 por ciento de los comercios del rubro que están ya habilitados. Para llevar ese proyecto a cabo la idea es tomar como base las 193 cuentas activas que hoy están inscriptas en el Derecho de Registro de Inscripción (Drei). Así, el tope se fijó en 19 sucursales por cada firma.
