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De Paraguay a Tribunales

Un joven apodado Petaco, detenido hace un año por Interpol en el vecino país, fue extraditado y ayer se abstuvo de declarar por un homicidio ocurrido en zona sur, del cual es principal sospechoso.

Hace poco menos de un año, la Policía paraguaya detenía en la ciudad de Pilar, limítrofe con las provincias de Chaco y Formosa, a un joven de 21 años acusado de asesinar a un vecino de su misma edad en barrio Tablada, ubicado en la zona sur de Rosario, en junio de 2009. La orden de extradición que había librado el juez de Instrucción Jorge Baclini se concretó esta semana con la llegada a la Argentina de Ángel Ariel A., alias Petaco, quien fue trasladado a los Tribunales rosarinos, donde se abstuvo de declarar. Quedó imputado de homicidio agravado por el uso de arma de fuego por el disparo que le costó la vida a Leandro “Bebe” Barrios, un muchacho que vivía a escasos cien metros de su casa, en Garibaldi y Esmeralda, y con quien habría entablado una fuerte discusión un día antes del fatal encuentro.

Cuando cayó en Paraguay, el 28 de diciembre de 2009, Petaco utilizaba una identidad falsa –apellido materno y cambios en la numeración de su DNI– con la que había burlado a la Justicia que lo investigó por un delito menor y lo benefició con prisión domiciliaria. Fue por medio de escuchas telefónicas ordenadas por el juez de Instrucción Baclini que se develó el verdadero paradero del muchacho, que había sido acusado por la familia de Barrios de ser el autor del homicidio.

El Bebe Barrios fue atacado en la puerta de su casa de Garibaldi y Esmeralda el 14 de junio de 2009. Una bala le ingresó por el hombro, le atravesó el cuello y le ocasionó lesiones en la arteria carótida y el esófago. Tres días después falleció en el Heca.

Su familia no tardó en involucrar a Petaco como el autor del disparo, situación que lo tuvo desde horas después del hecho como  principal sospechoso del asesinato, vinculado con un ajuste de cuentas o problemas de drogas. Pero, en declaraciones que brindó a distintos medios, la madre de Barrios desmintió que la muerte de su hijo haya sido “un ajuste de cuentas” al tiempo que denunció complicidad policial en la investigación.

Según los datos que brindaron en el expediente, Petaco había mantenido una fuerte discusión con Bebe por una tercera persona en cuestión, y un día después el imputado se vengó.

En el marco de las investigaciones ordenas por el juez Baclini, las escuchas telefónicas fueron clave para dar con el sospechoso, quien el lunes por la noche desembarcó en los Tribunales provinciales.

Según fuentes judiciales, el joven se abstuvo de declarar y quedó imputado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego. En el procedimiento de extradición participó una comisión de la dirección provincial de Asuntos Internos, que viajó al país vecino, y custodió al muchacho hasta Argentina.

Si bien no es la primera causa en la que un juez envía un exhorto a Interpol con pedido de captura, los antecedentes no abundan. El caso que tomó mayor estado público fue el de Sebastián Pira, un joven que en 1997 atropelló y causó la muerte a dos chicas y se dio a la fuga, en Salta y Oroño, pero nunca se pudo terminar el trámite porque cuando se pidió la extradición del buscado por pedido de la Justicia Argentina (en este caso Pira), ya no estaba detenido y nunca más logró ser apresado.

El padre de Petaco

El padre de Petaco fue asesinado a mediados de agosto del año pasado, en un confuso episodio registrado en inmediaciones de Ayacucho y avenida Uriburu, en la zona sur. Según indicaron en su momento fuentes policiales, Miguel Ángel Arocha había acudido al lugar para defender a uno de sus hijos, quien estaba siendo golpeado por varios pibes.

Cuando llegó, no se sabe bajo qué circunstancias, recibió un disparo que le atravesó el abdomen de derecha a izquierda, provocando severos daños internos que le ocasionaron la muerte tras 24 horas de internación en el Hospital de Emergencias.

Nunca se descartó que el crimen del hombre de 45 años tuviese alguna relación con el homicidio del Bebe Barrios, por el cual uno de los hijos de Miguel Ángel fue señalado desde un primer momento como autor material y que, para algunos, era a quien fue a defender su padre.

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