Miles de vecinos, junto a integrantes de organizaciones sociales y encargados de comedores y merenderos que enfrentan el hambre en los barrios postergados de Rosario se acercaron este jueves a las tres sedes de la Fundación Camino. Es la que recibió 10 mil kilos de leche en polvo de los 465 mil que retenía el Ministerio de Capital Humano y tuvo que empezar a entregar tras las denuncias de acopio de seis millones de kilos de alimentos, muchos de los cuales están cerca de su fecha de vencimiento.
Es que la jaqueada cartera que conduce Sandra Pettovello decidió tercerizar la distribución de la leche en la Fundación Conin, que fundó el controvertido pediatra Abel Albino y en Rosario representa la organización Camino. El apuro, los caprichosos criterios de reparto fundados en la cantidad de centros de Conin en cada jurisdicción en vez de las prioridades de asistencia, generaron desconcierto y desesperación en quienes atienden la problemática del hambre en los barrios en reemplazo del Estado.
Así, se concentraron frente a las tres sedes de Camino en la ciudad y también en la Plaza San Martín, frente a la sede local de Gobernación. Hubo colas de cientos de vecinos que se acercaron desde media mañana hasta Polledo al 2800, en barrio Nuevo Alberdi, del extremo noroeste de la ciudad, ante la incertidumbre sobre quiénes recibirían una parte de la asistencia, que para colmo no tendrá continuidad según advirtieron funcionarios nacionales.
“Espero que venga alguien porque hay un montón de gente que tiene hambre, no solamente yo, y es horrible”, relató a los medios de comunicación una vecina que gestiona el comedor «Niños felices» en la llamada Zona Cero, al que asisten unas 200 personas. Ahora, lamentó, sólo pueden ofrecer mate cocido. Y cada vez más pequeños y familias se acercan, dijo, en un escenario de acelerado aumento del a pobreza.
El mismo panorama se vivió en el Centro de Prevención de la Desnutrición Infantil Conin que funciona en las instalaciones de la Capilla San Juan María Vianney, en El Sauce y El Hornero de barrio Cabin 9, en el noroeste y sobre el límite con la localidad de Pérez. En parte, los comedores y merenderos buscaron contrarrestar las justificaciones oficiales para acopiar sin distribuir alimentos, incluso, adquiridos por el Gobierno anterior. Allí, carteles del merendero «La Gloriosa» de barrio La Lagunita y del comedor «Casa Pueblo», de Saladillo, entre otros, explicitaban con sus direcciones y cantidad de personas que atienden que sí existen y no son «fantasmas» como acusan desde el Ministerio de Pettovello.
La Fundación Camino explicó, este jueves y cuando ya estaba diseminada la angustia ante la duda de quién recibiría y quién no algunas de las cajas de leche, que el alimento que trasladó el Ejército estaba en depósitos, que sólo una parte quedará en los tres centros que tiene en Rosario y que el mayor porcentaje será repartidos desde el mediodía a «41 instituciones». Sin precisiones ni criterios de tal distribución.
Una de las organizaciones que se sumaron al reclamo ante la presunción de discrecionalidad en el reparto fue la Corriente Clasista y Combativa. “Todas las organizaciones sociales de la ciudad tenemos los mismos problemas. Falta de leche y corte de Nación de la mercadería para abastecer las ollas populares”, señaló el referente Eduardo Delmonte.