El comisario Enrique Capdevila fue designado anoche nuevo jefe de la Policía Federal Argentina por la ministra de Seguridad, Nilda Garré. El nuevo jefe reemplaza a Néstor Vallecas -un hombre cercano a Aníbal Fernández-, quien presentó su renuncia. Será secundado por Alejandro Di Miso, como subjefe.
La designación del jefe policial se produjo al día siguiente de la asunción de Garré en la nueva cartera nacional de Seguridad, cuyas funciones fueron separadas del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
La ministra prestó juramento a su cargo el miércoles ante la presidenta Cristina de Kirchner.
La elección del nuevo funcionario fue precedida por definiciones de la ministra sobre la política de seguridad.
«Vamos a trabajar para tener fuerzas de seguridad más capacitadas y más profesionales y para que se comprenda que la represión no debe ser el recurso para solucionar los conflictos sociales», dijo Garré tras la ceremonia en que se hizo cargo del ministerio.
Consultada sobre si cabría a su gestión la calificación de «garantista», Garré respondió que «ese adjetivo significa defender los derechos que figuran en la Constitución Nacional».
«Si eso es ser garantista, entonces no me preocupa, pero vamos a garantizar todos los derechos humanos, y entre ellos está el derecho a la seguridad, porque es también un derecho de los habitantes y por eso vamos a poner todo el esfuerzo para que ese derecho esté plenamente garantizado», aclaró.
Ayer, el Gobierno formalizó los primeros nombramientos en esa cartera, entre ellos el de Cristina Caamaño, quien secundará a Garré, según decretos publicados en el Boletín Oficial.
Caamaño es la fiscal que tenía a su cargo la investigación del crimen del militante Mariano Ferreyra, ocurrido el 20 de octubre pasado.
En tanto, Gustavo Sibilla, quien era el segundo de Garré en su anterior cargo de ministra de Defensa, fue puesto al frente de la Secretaría de Planeamiento, y Patricia Báez Rocha fue designada subsecretaria de Coordinación, un papel similar al que cumplía en aquel ministerio.