Search

Los hermanos Adams, en Rosario en la previa de vestir la camiseta argentina

Marcus y Máximo, hijos de La Pantera, llegaron a la ciudad y entrenaron en Universitario, donde charlaron con El Ciudadano. Gracias a la nacionalidad argentina de su madre podrán estar en la gira albiceleste por México

De los Ángeles a Panamá, de Panamá a Río y de Río a Rosario. Tras una jornada de escalas, los hermanos Marcus y Máximo Adams llegaron a la ciudad para disfrutar de la semana previa a los entrenamientos con el seleccionado nacional, pero a pesar del poco tiempo de descanso no perdieron el tiempo y coordinaron para no perder el ritmo y con la colaboración del entrenador Paulo Román hallaron el okey de la dirigencia de Universitario para tener una jornada de lanzamientos en la tarde del sábado, obviamente con El Ciudadano invitado.

Marcus Junior y Máximo son hijos de Marcus, La Pantera, Adams, quien falleció este año pero dejó toda una huella de afectos en Argentina y especialmente en la ciudad, en la que jugó en Sportsmen y Ciclón.

Por eso no están solos en cada uno de los pasos que dan. Su mamá Delfina los acompaña y todo un grupo de familiares estuvieron con ellos en Universitario y disfrutan de tenerlos cerca. Hace cinco años habían realizado con su papá la única visita a Rosario. Y vaya si crecieron desde entonces. Son de los buenos prospectos del básquet estadounidense y por eso Argentina también quiso hacer el intento para aprovechar la nacionalidad por parte de madre.

Y llegó el okey para estar en la gira del seleccionado de desarrollo en México desde el 24 de junio. Máximo tiene 16 años jugará su segundo año de secundaria con St.Bernard High School, mide casi dos metros y es seguido por muchas universidades.

Marcus, de 2,03 y 18 años, pasó a California State Northridge para competir en la División I de la NCAA, siendo este su cuarto establecimiento universitario. Originalmente reclutado por la Universidad de Kansas, pasó por Gonzaga y BYU.

“Estamos muy contentos, muy entusiasmados de poder estar aquí en Argentina”, contó Marcus, mientras Máximo asiente. Se mueven con el español con relativa comodidad, tanto a la hora de charlar como de escribir, con la lógica influencia familiar pero también las ganas de comunicarse en el idioma materno, sumado a la simpatía de la juventud.

La práctica apuraba, pero no dejaron de contar su sentimiento por estar próximos a ponerse la camiseta de Argentina. “Estoy contento, es una oportunidad que no tienen muchos y estamos muy orgullosos de poder jugar con Argentina”, dijo Máximo, al tiempo que además de los agradecimientos a Mariano Marcos (coordinador de selecciones), Marcus apunta a un peso pesado del básquet argentino: “Gracias a coach Prigioni que nos dio esta oportunidad. Vamos a jugar y a hacer todo lo que podamos por Argentina”.

Por último, se refirieron a la emoción por estar en la ciudad en la que jugó su padre y se mostraron ansiosos por recorrer los clubes que vieron a la Pantera. “Estamos felices de estar aquí, ahora en Universitario, pero vamos a tratar de ver unos partidos en Sportsmen, donde nuestro papá jugó”, dijo Marcus, y Máximo recordó el único paso por el país: “Estuvimos hace cinco años, pero ‘estábamos chiquitos’ y ahora somos más grandes y venimos a jugar al básquet”.

La emoción llegó al pico cuando Enrique Zega les obsequió la camiseta de Marcus en Ciclón, lo que además despertó algo de risas porque comparada con las que usan sus hijos, la musculosa de Marcus era corta. Cuestión de épocas, estilos y seguramente muchos lavados.

Ya con la familia y amigos a pleno en Uni, con alguna ronda de mates, la sesión de tiros se transformó en partido informal con Paulo Román, Quique Zega y dos jugadores brasileños de Uni. Partido no exento de volcadas, triples y festejos. Eso sí, con el expreso pedido de no colgarse muy fuerte de los aros para Marcus y Máximo.

La recorrida sigue, la semana tendrá prácticas y ocio, además de mucha visita familiar para tomar energías y espíritu nacional de cara a las prácticas y al debut con Argentina.

10