Fuente: El Día Online de Gualeguaychú / Por Pablo Díaz
Arribó a Gualeguaychú en 2008 para reforzar a Juventud Unida en el viejo Torneo Argentino B. En principio venía por seis meses, pero el destino cambió sus planes y hoy es una gloria de esa entidad y un referente para el deporte de esa localidad.
Es que Juan Domingo Sánchez, un volante central clásico, disciplinado, de quite y distribución, se convirtió en el jugador que más veces vistió la camiseta de Juventud Unida en su travesía por torneos nacionales.
Con un total de 304 partidos disputados, ocho goles y ninguna expulsión (hecho para destacar en un futbolista dedicado a la marca), “Ati”, cómo lo apodan desde la infancia, fue pieza clave en los dos ascensos que logró Juventud Unida y que lo pusieron en los primeros planos del fútbol nacional.
Jugó Torneo Argentino B, Argentino A, B Nacional, Copa Argentina y Torneo Federal A, e incluso llegó a disputar partidos del fútbol departamental con la casaca albiceleste, lo que lo transformó en uno de los máximos ídolos del club Juventud Unida.
Sin embargo, su retiro del fútbol pasó desapercibido, ya que lo hizo en un contexto de incertidumbre y desesperanzador hacía el futuro, como fue la pandemia del coronavirus.
Hoy a cuatro años de haber colgado los botines, pronto a cumplir 43 años, “Ati” accedió -con la humildad y simpleza que lo caracteriza- a una entrevista con el diario Ahora ElDía de Gualeguaychú, en un día franco suyo, para repasar lo que fue su intachable carrera como futbolista y conocer que es de su vida hoy.
-¿En qué andás Juan?
-Hoy por hoy estoy bastante alejado del fútbol. Trabajo en una pinturería, de lunes a sábado, en horario de comercio. Al fútbol lo deje hace rato y hoy me dedico a otra cosa.
-¿Digamos que no extrañas el fútbol o sí?
-Si, algunas cosas se extrañan; el entrenamiento, el día a día, la concentración, la adrenalina antes de los partidos. Nunca se deja de extrañar.
-Tu retiro fue en medio de la pandemia
-Sí, yo terminé el contrato en junio de 2020 y en la pandemia seguí entrenando por mi cuenta sin saber cuál iba a ser el futuro futbolístico y obviamente en lo que respecta al trabajo. Se da que en septiembre un amigo me avisa que necesitaba gente en la pinturería y yo estaba en casa sin saber qué iba a ser de mí futuro, entonces accedí y ya me quedé con ese trabajo.
-Pero el “Beto” Acosta, DT en ese momento, te fue a buscar
-El “Beto” me llamó para reincorporarme al fútbol. Pero decidí no volver a jugar.
-¿Por qué?
-Creo que el haber empezado a trabajar en la pinturería, me ayudó a tomar la decisión de dejar el fútbol, porque en ese momento se trabajaba con la modalidad “burbuja”. En decir, podía trabajar en fútbol o en la pinturería. Era una cosa o la otra, y eso fue lo que me llevó a tomar la decisión de quedarme con el trabajo en la pinturería y dejar de jugar.
-¿Te hubiese gustado retirarte de otra manera?
-Prácticamente diría que me retiró la pandemia (risas). Sí, por ahí me hubiese gustado retirarme en cancha. Jugar seis meses más y retirarme en diciembre. Pero se dio así y soy un agradecido que me tocó encontrar otro trabajo y hoy mantenerme en ese lugar.
-¿Qué función cumplís en la pinturería?
Atiendo al cliente, preparo la pintura, ordenó el galpón, estoy en reposición. Hago un poco de todo.
-¿Al oficio lo fuiste aprendiendo con los años?
-Claro, fui aprendiendo con el correr del tiempo. Obviamente uno trata de informarse, de ir buscando y de asesorarse, porque tiene que estar preparado a la hora de atender a un cliente.
-Sos de Villa General Belgrano (Córdoba) e hiciste en inferiores en Newell’s
-Si, en mi ciudad me inicié en el en Club Social y Deportivo Villa General Belgrano y también jugué en Almafuerte. Cuando tenía 15 años, Ñuls fue hacer pruebas a Río Tercero y Embalse. La primera vez quedé, pero en tiempo por cuestiones económicas mi viejo no pudo pagar el pasaje. Ya en la segunda fueron con los papeles, para que firme y empiece a entrenar en Newell’s.
-¿En edad de qué categoría llegaste a Rosario?
-Tenía edad de séptima, en el año 1997 fue eso. En el 2000 debuté en Primera División en un partido contra Independiente y permanecí en Newell’s hasta 2002. Después estuve seis meses sin jugar. Me fui a México, a la filial de Tigre, por seis meses. Vine, estuve un par de meses parado. Voy a Israel, no arreglé. Vuelvo, me fui a Deportes La Serena de Chile (Primera División) seis meses. De ahí regresó a Argentino de Rosario (Primera B Metropolitana). De ahí voy a General Paz Juniors de Córdoba (Torneo Argentino A). Tengo un nuevo paso por Argentino de Rosario (Primera C) y 2008 me llama Miguel Fullana para sumarme a Juventud.
-¿Con qué jugadores de renombre compartiste plantel en Ñuls?
-Soy de la misma categoría (1981) que Maxi Rodríguez, Mauro Rosales, Guillermo Marino, Luciano Vella y Diego Villar. Y en Primera además llegué a jugar con Leonardo Ponzio, Damián Manso, Sebastián Domínguez, Fernando Crosa y Larry Saldaña, entre otros.
-¿Puede ser que a Juventud llegaste como defensor?
-Si, en la Reserva de Newell’s había jugado de marcador central y en mi última etapa en Argentino de Rosario también. Creo que Matías Marchesini se iba de Juventud y por eso Miguel (Fullana) me fue a buscar a mí. Empecé a jugar en esa posición, pero con el correr del tiempo me fui afianzando de volante central.
-¿En qué lugar colocás los dos ascensos que lograste en Juventud?
-Después del debut en Primera, siguen los ascensos con Juventud. De hecho, pongo por encima el primero (del Argentino B al Argentino A) por una cuestión de dificultad y la cantidad de partidos que jugamos. En los primeros años que estuve, siempre nos quedábamos en octavos, cuartos o semifinales y después del quinto año se nos dio jugar una final y ascender.
-¿Más allá de estar alejado del fútbol, seguís sintiendo el cariño del hincha?
-Siento que me tienen mucho respeto, como yo los tengo con ellos y con la gente que está en el club. De hecho, desde la dirigencia me han sondeado varias veces para tratar de meterme en algún cargo, pero por una cuestión de tiempo, no pude concretar ninguna de las oportunidades.
-¿Qué significa Juventud en tu vida?
-Fue el club que me dio la posibilidad de mantener una estabilidad y de formar mi familia acá. La verdad que en su momento vine con mi novia, que hoy es mi señora, por seis meses y la realidad es que pasaron los años y me quedé. Entonces ya nos familiarizamos con Juventud y tenemos muy presente el sentido de pertenencia hacía club. Incluso se lo inculcamos a nuestro hijo, que va a la escuela y hace fútbol en la institución.
Juan Domingo Sánchez jugó de titular en un clásico histórico de la Lepra: