Los dos grandes sindicatos españoles, la UGT y CCOO, convocaron ayer a más de cuarenta manifestaciones en todo el país para protestar contra la futura reforma de las pensiones y el retraso de la edad legal de jubilación a los 67 años. Con estas movilizaciones, los sindicatos pretenden aumentar la presión contra el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, que prepara la reforma cuya aprobación está prevista para finales de enero.
“La movilización continúa” o “No a la jubilación a los 67 años” fueron algunos de los eslóganes que exhibieron los manifestantes en contra del proyecto.
“Es un ataque directo a los derechos de los trabajadores, que sufren ya la crisis desde hace dos años”, denunció a la agencia AFP el líder de la rama ferroviaria de CCOO, Juan Carlos Cáceres, durante la manifestación celebrada en Madrid.
El retraso de la edad de jubilación “no tiene sentido mientras tenemos un nivel de jóvenes parados altísimo”, aseguró una ex empleada de Telefónica en paro, María Eugenia Marcos, que se manifestó en Madrid.
Varias decenas de miles de personas (según la estimación de la policía), fundamentalmente militantes sindicales, participaron en la manifestación celebrada en la capital de España.
Los representantes de los trabajadores convocaron otras 40 manifestaciones en diferentes ciudades del país.
El líder de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, advirtió al gobierno con organizar acciones más duras, incluida una nueva huelga general como la ya celebrada el pasado 29 de septiembre. Esta huelga general, la primera desde que Zapatero llegó al gobierno en 2004, fue convocada para protestar contra la reforma del mercado de trabajo, una de cuyas principales medidas fue una mayor flexibilización del empleo.
“Las próximas semanas son claves para ver si habrá o no huelga”, advirtió el líder de CCOO.
El viernes pasado, en Bruselas, Zapatero reafirmó su determinación a que el próximo 28 de enero se apruebe la reforma de la jubilación, y con ello, que la edad legal para jubilarse pase de los 65 a los 67 años, aunque aseguró que habrá un “amplio debate social” para explicar la reforma.