Desde la noche del martes pasado no se tenían noticias del paradero de Hernán Sosa, un joven 20 años oriundo de Las Garzas y soldado voluntario en la III Brigada Aérea de Reconquista. Lo último que se sabía era que su madre, Sandra Coronel, perdió todo contacto tras despedirlo de su casa en el pequeño pueblo del departamento General Obligado, cuando se fue a tomar el colectivo por la ruta 11 para regresar al destacamento, distante 40 kilómetros hacia el sur, donde aseguraban que Sosa nunca llegó. Era cierto: tras casi una semana de incertidumbre y búsqueda, el joven militar dio señales de vida este lunes: estaba en la casa de su novia, en San Marcos Sud, otro pequeño pueblo, pero de Córdoba y distante a más de 700 kilómetros de la base del norte santafesino.
El desenlace se produjo el lunes por la noche, cuando Coronel avisó a la Policía de su pueblo que había podido comunicarse con su hijo, y le contó que se encontraba en el domicilio de su suegro y en buen estado.
Días antes, ella misma había contado en sede policial que estuvo con su hijo en su casa de Las Garzas y que luego partió a tomar el colectivo, alrededor de las 20 de la fría noche del martes 2. Antes de subirse al coche de línea que supuestamente lo llevaría a Reconquista, Sosa le pidió a su madre que le transfiriera 40 mil pesos. De ahí en más, ni noticias.
Al no tener más respuestas a mensajes y llamadas, Coronel lo buscó por sus medios en el departamento donde vivía su hijo, en el barrio Belgrano de Reconquista, y en la Brigada Aérea, su dependencia de trabajo como soldado aeronáutico voluntario. No estaba en ninguno de los dos lugares. La misma diligencia hizo la Policía de Reconquista, con igual resultado, por lo que le dio intervención a la Policía de Investigaciones (PDI). Durante varios días personal de la fuerza especializada investigó la desaparición, sin respuestas.
En el sudeste de Córdoba, Sosa desconocía el revuelo que se había armado, hasta que se enteró por redes sociales, según dijo, y de inmediato llamó a su madre y le pidió disculpas por no avisarle, ni atenderla. Su presencia en San Marcos Sud fue constatada por la Policía de Córdoba, para alivio de su madre, pero no para su tranquilidad, ya que tuvo que desmontar todo y pedir ella misma disculpas.
“El pibe apareció en Córdoba, en la casa de una novia. Nos hizo laburar tres días este muchacho”, dijeron en la PDI, según publicó el sitio InfoVera.