El fin de semana un grupo de realizadores audiovisuales liderados por el director Leandro Bartoletti se embarcó en la filmación de un documental en Pueblo Esther. Se trata de El caso Llanca, un material que contará la historia de Dionisio Llanca un camionero que en 1973 aseguró haber sido abducido por extraterrestres en la ruta. Después del hecho, “cansado de un acoso médico y mediático”, se fue sin dejar rastro. Cuarenta y ocho años después fue encontrado por el Café Ufológico Rosario y contó su historia.
El caso Llanca es una historia de ovnis, pero sobre todo es una historia humana. “El caso Llanca es uno de los casos más importantes y conocidos de la Argentina; fue en el 1973. Un joven camionero tuvo que parar a la noche en la ruta para hacer el cambio de una rueda y ahí tuvo un encuentro con extraterrestres. Él no recuerda más nada. Se despertó muchas horas después a 15 kilómetros más o menos, sin recordar lo que pasó. Estuvo internado en un hospital donde una junta médica, en la ‘búsqueda de la verdad, le administraron lo que en esa época era conocido como el suero de la verdad, que hoy está prohibido. Con eso y procesos de hipnosis se pudo reconstruir, supuestamente, lo que pasó. Él vio un haz de luz, estuvo en una nave y cuenta que le hicieron algo en la frente. Después hay un lapso que está en blanco. Dionisos nunca pudo saber lo que pasó esa noche. Hay un montón de cintas grabadas que no se encontraron. Siempre quedó como un gran misterio”, contó Bartoletti en un descanso de la filmación a la que puedo acceder El Ciudadano.
“El caso Llanca se convirtió en un fenómeno mundial y él no soportó más lo que estaba pasando: el acoso de los medios, de los médicos, lo llevaban de un hospital a otro sin explicarle lo que pasaba, así que decide escaparse. Estuvo escondido 48 años en la Patagonia. Siempre fue un gran misterio, muchos investigadores quisieron encontrarlo sin suerte hasta que en 2021 El Café Ufológico de Rosario lo encuentra, le hace una entrevista y para él empezó una etapa nueva en su vida”, explicó el realizador.
“En esa etapa pudo encontrar una familia en las y los investigadores. Su historia tuvo un final feliz. Él falleció hace poco más de un mes, el 31 de mayo de 2024. En el último período pudo festejar un cumpleaños, algo que nunca había hecho, las fiestas y encontrar contención”, completó.
La realidad que supera la ficción
“El caso me interesó desde muy chico, estaba de moda el cine de (Steven) Spielberg y ese género. Siempre fue el caso más importante”, contó Bartoletti que, en Pueblo Esther y al frente de un gran equipo técnico, pasó el último fin de semana recabando testimonios de gente que conoció a Llanca.
En su carrera este realizador hizo cinco películas, pero en paralelo cuenta estar desarrollando un proyecto para contar la historia argentina desde un “lado b”. “Desde los casos ovni, porque todos los casos, incluso este, están muy ligados con la época en la que pasaron. Hay acá muchos casos que no son conocidos pero que están buenísimos. El caso Llanca es el emblema que estamos esperando que sea el puntapié para seguir trabajando con otros”, adelantó.
El lado humano
“Los objetivos que tenemos con la película son, por un lado, incentivar el tema ovni, que se puedan hacer más contenidos sobre esto, y por el otro impactar al público con una historia que nadie conoce y que es impresionante”, aseguró el realizador, pero aclaró: “Después creo que hay un mensaje sutil pero importantísimo: lo que importa es el testigo. En el caso de los ovnis siempre nos quedamos con los platos voladores y los aliens, y eso es un decorado, lo que importa son las historias de vida, y los testigos son personas que necesitan contención”.
“No es sólo el tema ovni, sino que tiene que ver con buscar más empatía en todos los ámbitos. Esta es una historia en la que hubo mucho bullying y mucho maltrato; y es importante que no se repita. Es fundamental que se ponga el foco en el ser humano”, aportó.
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Creer o no creer
La presencia de ovnis y su contacto con seres humanos es un tema muy controversial. Hay quienes creen, quienes no; hay fanáticos y detractores. Consultado sobre su postura, Bartoletti aclaró: “Sobre el tema ovni tuve una época que era muy creyente, después más escéptico, y ahora estoy en un equilibrio. Me importan más las historias, más allá de si son reales o no. Creo que con ésta película no estamos buscando convencer a nadie ni pincharle el globo a nadie, el foco está puesto en la historia humana. No tengo certezas ni por qué desconfiar de las historias, creo que es un gran misterio que nos moviliza e incentiva”.
Encuentro cercano
Lorena Sciarratta forma parte y coordina el Café Ufológico Rosario. Desde ese espacio, entre otras cosas, buscan testimonios de gente que haya tenido contacto con extraterrestres en algún momento de sus vidas para que cuenten su historia. “El caso Llanca iba a ser uno más de los testimonios que hemos encontrado”, contó.
“Empezamos buscando a un testigo de los tantos que han surgido. Un caso de abducción, de la ufología clásica, donde una persona dijo haber sido llevado por seres que nunca pudo identificar y subido a un aparato. La búsqueda comenzó de una manera muy común, intentando localizarlo”, relató.
Fue después de muchos intentos de encontrarlo que llegó al espacio el dato de que Llanca estaba instalado en el sur argentino. “Nos llega un dato de que Dionisio vivía en Bariloche. Me acuerdo qué encontramos algunos teléfonos, llamé y cuando me atendió corté, me puse nerviosa”, dijo.
“Lo que hace que el caso Llanca sea distinto es lo que vino después. Nos enteramos de un montón de cosas que la ufología no sabía, y que los que sí sabían lo ocultaron muy bien. Dionisio tiene una frase que quedó icónica, que es: «Me hicieron más mal los de abajo que los de arriba». Se dirigía al grupo de médicos y ufólogos que se armó para poder extraerle información de lo que había vivido usando métodos como el suero de la verdad. Fue sometido a, según contaba, 16 hipnosis. Ese proceso que duró dos años le dejó secuelas físicas y emocionales”, contó.
Y continuó: “Cuando logra salirse de ese círculo, pasa a ser un anónimo y por 48 años no se supo qué había pasado con él. Cuando lo encontramos y da su testimonio, empiezo a tener con él una cuestión personal, pasa a ser parte de mi familia”, contó Sciarratta.
Y sobre su objetivo al participar en el largometraje El Caso Llanca dijo: “Que se conozca la historia contada por él, porque sufrió mucho. Eso era lo que él quería». Y de inmediato cerró: «Cuando se animó a hacer esto se sintió cómodo, porque sabía que alguien iba a contar la historia sin sensacionalismo, con lo que quiso contar”.
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