Juan Federico / Cadena 3
Lo llaman el «pueblo-nieve». A los pies de un volcán Copahue, Caviahue fluye entre la imponente Cordillera y el lago de aguas cristalinas. Con un volcán que lo mira desde arriba, el pueblo está ubicado a pocos kilómetros de un centro termal que termina por hacer de la zona una verdadero paraíso terrenal.
Fue allí que un grupo de supuestos turistas, que llegaron en camionetas 4×4 y alquilaron cabañas por día, se disponía a organizar la etapa final de un multimillonario tráfico de cocaína hacia Chile: 783 kilos que en total hacen no menos de 15 millones de dólares.
Una investigación federal, ejecutada por Prefectura y Gendarmería, que el fin de semana última no sólo tuvo epicentro allí, en este pueblo-nieve de la provincia de Neuquén, sino también a 1.460 kilómetros de distancia, en el Bajo Galán, de la ciudad de Córdoba.
En la planta baja de un dúplex ubicado en pasaje Manuel Motta al 1600, fue detenida Ileana Mariela Bolzán, una supuesta quiosquera que en los últimos años había sellado varias veces el pasaporte: España, Cabo Verde, Brasil y la Guayana Francesa figuran entre sus destinos.
Si bien Bolzán no figuraba en los registros de la inteligencia cordobesa, hacía tiempo que estaba en el radar de los investigadores federales.
Según publicó el portal Encripdata, Bolzan había formado parte de la tripulación del velero Thorben que partió el 15 de febrero de 2020 desde Salvador, Bahía, Brasil, y arribó el 14 de abril a la playa de Bajadilla, Marbella, España. De acuerdo a lo que se investigó en aquel momento, en ese velero habrían viajado los 1.500 kilos de cocaína que días después fueron encontrados en un departamento del país europero. Bolzán ya había regresado a la Argentina.
Sí quedó detenido Diego Marano, acusado de ser el ideólogo de la «banda de los veleros»: acondicionaban estos barcos para poder transportar droga en gran escala desde Sudamérica hacia Europa. Marano no duró mucho en la cárcel: fue liberado bajo fianza y permanece en aquel país, ya que España se niega a extraditarlo.
Se cree que en la comodidad de su residencia europea organizó otro fabuloso contrabando de cocaína que fue desbaratado a último momento, en junio de 2022, cuando el velero Quo Vadis, cargado con 1.548 kilos de cocaína, estaba por zarpar desde Escobar, Buenos Aires.
A esa altura, el nombre de Bolzán ya comenzaba a ser asociado con ese velero Thorben, que a fines de 2022, en pleno Mundial de Fútbol de Qatar, intentó viajar en sentido inverso, España-Argentina, con un millonario cargamento de metaanfetaminas.
El cargamento fue interceptado justo a tiempo, pese a que los traficantes habían planeado una fecha de distracción colectiva: un partido del seleccionado español. En esa pesquisa se supo que Bolzán había transferido el velero Thorben por 50 mil dólares, según el boleto de compraventa.
Los fuerzas antidrogas internacionales cruzaron datos y esta supuesta «quiosquera» anónima en Córdoba quedó bajo la mira de aquellos que se dedican a investigar en las grandes ligas del narcotráfico.
Incautaron 800 kilos de cocaína en Neuquén, parte de la cual iba a ser enviada a Rosario
Pasó el tiempo y Bolzán volvió a moverse. En marzo comenzó a tener un contacto cada vez más fluido con Gerardo David «Negro» Salinas, según consta en la investigación que tuvo un tridente en el liderazgo: el fiscal Diego Iglesias, de la Procunar, la fiscal Cecilia Incardona, de Lomas de Zamora, y un juzgado federal subrogado por Ernesto Kreplak.
El 19 de junio último, Bolzán, Salinas y otros sospechosos llegaron en cuatro camionetas hasta Caviahue. La inteligencia también arribó detrás de ellos. Y observaron cómo se hospedaban en cabañas cuyas tarifas habían sido pagadas a través de una empresa inscripta como «ganadera» en la provincia de Buenos Aires. En las 4×4, y también con motos para andar en la nieve, llegaron hasta la frontera con Chile. Pero no pasaron hacia el otro lado.
Los sabuesos sospecharon que estaban reconociendo el trayecto. Diseñando la ruta para luego pasar la droga hacia el país trasandino, aunque el destino final, se supone, era Europa. Un fenomenal tráfico por etapas: primero, acopiar la droga boliviana en un campo en las afueras de Rosario, según reconstruyó Encripdata. Luego, transportar la cocaína, por vía terrestre, hacia el paraíso neuquino. Y una vez que juntaran todo el cargamento, organizar la fase para su traslado hacia Chile.
Bolzán y Salinas regresaron a sus casas y la semana pasada otra vez partieron hacia Caviahue. De nuevo, eligieron la distracción del fútbol como fecha clave: el jueves de la semana pasada a la noche, cuando el país estaba pendiente del partido entre Argentina y Ecuador, por la Copa América, los narcos comenzaron a mover las camionetas.
Los investigadores observaban, escondidos entre el frío y la oscuridad, cómo una Mercedes Benz Sprinter y una Jeep se ponían a la par de una Toyota Hilux y un grupo de personas comenzaba a moverse de manera coordinada. Hasta que los efectivos se decidieron a intervenir.
En la última camioneta, adentro de bolsos negros, hallaron casi 500 panes de cocaína. El resto de la droga se encontró distribuida en los otros dos rodados. En total, 783 kilos de cocaína embalada en paquetes con diferentes stikers. Siete personas, entre las que se encontraba Salinas, quedaron presas en el momento.
Pero todo se mantuvo en mantuvo en sigilo durante las horas siguientes, hasta que durante la mañana del viernes Bolzán fue atrapada cuando intentaba escapar de su casa en la ciudad de Córdoba, según quedó asentado en el expediente.
En total, hubo ocho allanamientos simultáneos en Córdoba, Buenos Aires y Neuquén. De acuerdo a lo que se informó, se secuestraron dos equipos de comunicación satelital y dinero en efectivo en moneda nacional e internacional, además de cartas náuticas y otros dispositivos electrónicos.
Para los pesquisas, la cordobesa Bolzán (que en los registros también figura con un nombre falso, «Mariela Stobbia», que utilizaba en sus perfiles de redes sociales) y el «Negro» Salinas no habrían sido los cabecillas definitivos de esta maniobra, sino que sospechan que alguien más, con mucho poder económico, aún permanece en las sombras.
De acuerdo a las fuentes consultadas, los gendarmes que allanaron la vivienda de Bolzán en Córdoba secuestraron dos vehículos, 1.400 dólares, 130 mil pesos, cinco celulares, dos notebooks, una carta naútica y dos radios HT con batería, entre otros elementos de valor para la investigación.