Este jueves, a 30 años del 18 de julio de 1994 en el que la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (Amia) del barrio porteño de Once fue blanco de un ataque terrorista, a las 9.53 de la mañana se inició el acto de homenaje a las víctimas y reclamo de justicia en la nueva sede de la entidad. Estuvieron el presidente Javier Milei, la vice Victoria Villarruel, la hermana presidencial Karina Milei y buena parte del Gabinete nacional. El acto oficial, que inició con el sonar de las sirenas, incluyó lecturas a cargo de artistas y un fuerte discurso del presidente de la Amia, Amos Linetzky.
«Pedimos al nuevo Gobierno que la causa sea una verdadera cuestión de Estado», señaló el dirigente. Cuestionó a la Justicia por los escasos avances en la causa que investiga el atentado y al Poder Legislativo por no reformar leyes que apunten a la prevención y combate del «terrorismo».
Linetzky insistió en que «parece mentira que hayan pasado 30 años desde aquella fría mañana del 18 de julio de 1994. 30 años sin una sola persona respondiendo por este ataque, 30 años en los que el Estado argentino ha mirado para otro lado, colmado de falencias, demoras y errores, tal como fuera remarcado hace poquito por la Corte Interamericana de Derechos Humanos».
La convocatoria tuvo por lema “El terrorismo sigue, la impunidad también” y estuvo precedido de cruces de declaraciones y algunas medidas oficiales. Al acto concurrieron también los presidentes de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y de Paraguay, Santiago Peña. Los dos, junto a Milei, habían participado la víspera de una reunión que organizaron el Congreso Judío Latinoamericano, el Congreso Judío Mundial, la Daia y la Amia en el Hotel Hilton de Puerto Madero.
El Gobierno nacional, a la vez, promulgó la ley 27.744, que establece el 18 de julio como día de duelo nacional en memoria de las víctimas del atentado. Horas antes,
Leyes antiterroristas, Nisman, Hamás, la Cruz Roja y feministas
«30 años sin que nuestro poder legislativo reaccione y actualice nuestra legislación. Haber sufrido dos atentados terroristas no fue suficiente para que nuestros diputados y senadores entiendan que al terrorismo no se lo puede prevenir, investigar y juzgar con las mismas herramientas con las que se lo hace en un delito común. ¿Cuántas décadas más tienen que pasar? Hagan su trabajo», arremetió en el acto de este jueves el titular de la Amia.
Linetzky insistió, ahora sobre las leyes: «Cuando analizamos legislaciones de otros países que han sufrido este flagelo, observamos que han aprendido a desarrollar una amplia normativa antiterrorista, tendiente a lograr mejoras en la prevención y la investigación de este delito. ¿Por qué no ocurrió lo mismo en nuestro país durante estos 30 años? Continuamos con un Código Procesal Penal de la Nación que ya era viejo en el año 93 cuando entró en vigencia, imagínense ahora», apuntó.
En otra parte del discurso, recordó la muerte del fiscal Alberto Nisman, quien fue hallado sin vida en su departamento en Puerto Madero a pocas horas de declarar en el Congreso de la Nación. Y calificó el deceso como un crimen: «30 años que dejaron como triste saldo el asesinato de un fiscal que apareció muerto con un disparo en la cabeza horas antes de presentarse a realizar su denuncia ante el Congreso de la Nación. Recordamos a Alberto Nisman y no entendemos por qué la Justicia no ha sabido o no ha querido terminar de esclarecer su muerte, provocando una nueva mancha avergonzante sobre nuestra república», declaró.
El presidente de la Amia desplegó reproches a varias organizaciones: grupos feministas, organizaciones de derechos humano y hasta Unicef, a las que los acusó de no haber apoyado el reclamo de la comunidad judía tras el ataque del grupo armado Hamás a Israel el 7 de octubre del año pasado, a lo que siguieron las fuertes incursiones bélicas israelíes sobre los territorios palestinos de la Franja de Gaza.
«No vamos a olvidar ni a perdonar a las personas, organismos internacionales, organizaciones y movimientos sociales que dieron vuelta la cara, callaron o hasta apoyan la barbarie terrorista. Parece que no fueron suficientes las imágenes grabadas por los propios asesinos. Las violaciones y decapitaciones transmitidas en vivo y en directo. Los cuerpos calcinados de jóvenes y ancianos», dijo el dirigente.
Cargó primero contra la Cruz Roja, a la que acusó de tener una vasta experiencia histórica en «falta de compromiso». «Una Cruz Roja que no visitaba los campos de exterminio nazi, o lo hacía evitando preguntar por las cámaras de gas y crematorios, emitiendo luego informes que no describían el horror. Siempre mirando para otro lado».
Luego cuestionó la falta de apoyo de los grupos feministas, cuando se conocieron las imágenes de las mujeres golpeadas, secuestradas y asesinadas por Hamas en el ataque a territorio israelí. Y siguió con las feministas: «No fueron suficientes las decenas de mujeres mutiladas y vejadas frente a las cámaras, para que las agrupaciones feministas extiendan su sororidad cuando se trata de mujeres judías. Quizá la consigna de que el cuerpo de la mujer no debe ser un campo de batalla, o las tan nombradas ‘Te creo hermana’ o ‘Ni una menos’, tengan una letra chica que no leímos y dice ‘salvo que seas judía».
Al que sí reconoció fue al Gobierno libertario. “Valoramos la decisión del Gobierno nacional de declarar a Hezbollah como organización terrorista”. Y terminó su discurso: “Seguimos firmes y unidos, por el compromiso irrenunciable con la verdad, la memoria y la justicia. Venceremos porque sabemos que solo con la justicia podremos ser dueños de la paz”.
