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Las medidas de Caputo cayeron mal en el campo: desincentivo a la liquidación y un golpe a las reservas

La decisión del gobierno de intervenir en el CCL repercutió en el agro, ya que se trata de una de las variables que determina un porcentaje del famoso “dólar blend" y por ende de sus ganancias. El sector aguarda una mejora en el tipo de cambio y aún quedan por liquidar 14 mil millones USD en soja

El gobierno nacional sigue esperando que aumente el volumen de liquidación de agro, pero las últimas medidas en materia cambiaria no parecen ayudar a este objetivo. El anuncio por parte del ministro de Economía, Luis Caputo, de intervenir en el mercado de Contado con Liquidación (CCL) para achicar la brecha con el oficial, terminó repercutiendo negativamente en los cálculos de los productores, generando así un desincentivo para vender su mercadería y por ende menos volumen para que liquiden los grandes acopios.

La decisión del gobierno nacional se resume en una intervención en el CCL con el objetivo de bajar su cotización y así achicar la brecha respecto al oficial, y al mismo tiempo reducir la cantidad de pesos circulantes. El problema para el agro es que esa variable determina un porcentaje del famoso “dólar blend” y por ende de sus ganancias. Es la referencia que tienen para comercializar sus granos. 

El famoso dólar blend ofrece a los exportadores el 80% al valor del dólar oficial y el 20% al CCL, por lo que la variación en el precio del segundo componente impactará en la rentabilidad que obtengan los agroexportadores pero también los productores. Estos últimos ya manifestaron su malestar por esta situación y hablaron de un esquema que genera distorsiones, ya que los contratos forward (entrega de mercadería con un precio a fijar a determinada fecha) se terminan liquidando al dólar oficial y no al valor que recibe realmente el exportador al momento de liquidar sus divisas (dólar blend).

En este escenario, mucho se habla de cuanto puede especular el sector para la liquidación, y cuanto más puede aportar a las necesitadas reservas del Banco Central de La República Argentina (BCRA). Lo cierto es que la menor rentabilidad que otorga el dólar blend, sumado al porcentaje de retenciones y la baja en los precios internacionales de granos, le da motivos al sector para liquidar lo mínimo e indispensable.

Lo que no se liquida

Los datos de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC) indican que aún quedan 35.000 millones de toneladas de soja por vender, lo que significa el 73% de la producción y el mayor nivel en cinco años. Según la entidad, esto equivale a unos 14 mil millones de dólares. En tanto, en la cosecha de maíz quedan 7.200 millones de toneladas sin vender, el menor porcentaje en los últimos cinco años. 

En diálogo con El Ciudadano, el presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Elvio Guía, analizó el impacto de las medidas cambiarias y explicó: “Cuando baja el valor del CCL, afecta al valor que ponen en las bolsas todos los meses quienes están liquidando. Esto hace que el precio no sea atractivo para el que liquida. El pequeño y mediano productor vende para pagar sus deudas, el resto se va vendiendo a medida que lo van necesitando. Tenemos por un lado el productor que vende para sembrar maíz, después hay grandes grupos que liquidan cuando les conviene, ahí hay una gran diferencia”.

También hizo hincapié en la distorsión que se generó en los contratos a futuro y señaló: “En este caso se paga al dólar oficial, entonces ese mercado se destruyó. En ese mercado uno calzaba negocios porque a futuro la soja tenía buen precio. Ahí se calzaba un porcentaje de negocios para cubrir gastos. Hoy eso no se está haciendo porque entre el blend y el oficial hay una diferencia importante”.

Qué dolar pretenden

El reclamo del sector tiene que ver, no solo con acceder a un dólar más competitivo a cambio de su mercadería, sino que esté unificado. El interrogante es qué valor desean y si la unificación que pretenden es bajando los paralelos o subiendo el oficial, con la particularidad de que esto último implicaría una devaluación. Uno de los que salió a dar números este semana fue el ex titular de FAA, Eduardo Buzzi, quien sostuvo que “el productor espera un dólar más cercano a $2.000 que a $1.200″.  

Consultado al respecto, Guía señaló: “Sería irresponsable de mi parte decir cuánto pretendo, no tengo los elementos suficientes para decir cuanto tiene que valer. Hoy no me puedo atrever a decir que tiene que valer 1.400 o 1.700, sería una irresponsabilidad de mi parte” 

Más allá de valores, aclaró: “Lo que nos dicen (desde el gobierno) es que se va hacia un tipo de cambio unificado y flotante, es nuestro deseo, eso terminaría con abuso de posición dominante no solo en el agro, sino también en otros sectores, donde no hay referencias. Lo que sí necesitamos son reglas de juego claras, para que el productor sepa cómo tiene que jugar, hoy es muy difícil”.

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