Este 2024 se cumplen 172 años de la declaración de Rosario como ciudad. El gobernador Domingo Crespo fue quien promulgó la ley respectiva el 5 de agosto de 1852. Hasta ese momento, se la denominaba Villa del Rosario. «El general Justo José de Urquiza le regaló a la ciudad la libertad de comerciar y navegar libremente», señaló Miguel Culaciati, escritor, periodista y nieto de quien fuera dos veces intendente de Rosario y creador de Valor Rosario, asociación civil que tiene como objetivo la puesta en valor de la cultura, la historia y esencia rosarina. Por el aniversario, se llevará a cabo la segunda semana de Valor Rosario, en la que desde el 2 al 10 de agosto se desplegarán numerosas y variadas actividades con entrada libre y gratuita.
Miguel Culaciati recordó que Valor Rosario nació en 2018 junto a Gustavo Giménez y en 2019 se convirtió en una asociación civil. “En lo personal, siempre respiré la huella del esplendor de la Rosario tan linda, hija de su propio esfuerzo, con sentido de pertenencia, audacia, visión de grandeza y filantropía, a partir de ahí hace más de 20 años que comencé a hacer notas a los pioneros, a los hacedores para poder traer esa historia rosarina al presente ya que la historia no es un ejercicio vano sino que son pistas certeras para tomar rumbos que en parte están extraviados hoy en día”, indicó.
Ya desde el año pasado, cuando se realizó la primera Semana de Valor Rosario, las actividades fueron articuladas con Federico Dunger, mentor de la página y agenda Fotografía y Estampas del Rosario Antiguo (FyERA). Esa primera edición logró gran participación de muchas otras personas enfocadas en la tarea de contar la historia de la ciudad.
Del 2 al 10 de agosto se realizarán recorridos, charlas, muestras, música y visitas a lugares emblemáticos de Rosario.
Programación:
Viernes 2
19 horas: conferencia: «Juan Carlos Corvalán, el pintor de los hombres de tierra». Disertante: Prof. Magdalena Aliau
Sitio: Espacio Arte+. San Lorenzo 925
Sábado 3
10 horas: «Recorrido histórico guiado casco histórico»- A cargo de: Arq. Pablo Mercado
Lugar de encuentro: Plaza 25 de Mayo
16.30: «Recorrido guiado Santuario Basílica Catedral Nuestra Señora del Rosario». A cargo de: Dr. Miguel Carrillo Bascary
Lugar de encuentro: Patio de la Catedral
Lunes 5
18.30 Celebración y brindis : «172 Años Declaración Rosario como Ciudad». Palabras a cargo de: Miguel Culaciati – Presidente Valor Rosario
Música: Fabiana De Marco y grupo.
Sitio: Museo de Arte Decorativo Firma y Odilo Estevez
Martes 6
19 horas: Conferencia audiovisual: «Lejos de lo apologético: la identidad fluvial en Rosario»
Disertante: Dr. Miguel Ángel De Marco (h)
Introducción a cargo Ricardo Machain Marc
Sitio: Bolsa de Comercio de Rosario
Miércoles 7
18 horas: conferencia audiovisual: «Influencia de la Masonería en la historia». Disertante: Abel Bonaro
Sitio: Centro Español Unión Repúblicana -Mitre 1434 P.A.
Organizado junto a Fundación José María Paz
19.30 horas: conferencia audiovisual: «Gardel y Rosario» + Tango en vivo. Disertante: Prof. Eduardo Guida Bria
Sitio: Bar Cultural El Cairo. Santa Fe esq. Sarmiento
Jueves 8
18.30 Concierto Piano. Músico: Franco Broggi
Luego Charla debate : “La esencia rosarina, ayer y hoy”por Miguel Culaciati
Actividad co organizada con la Fundación Nueva Generación Argentina
Sitio: Museo de Bellas Artes Juan B. Castagnino.
Viernes 9
18.30: conferencia audiovisual: «Rosario después de Caseros». Disertantes: Federico Dunger (FyERA) y Kevin Dolce (Rosario por Conocer)
Sitio: Museo de la Ciudad Wladimir Mikielievich
Sábado 10
11 horas: recorrido histórico cultural especial: Teatro El Círculo
A cargo de: Claudia Sabatini. Sitio : Laprida esq. Mendoza
172 años de historia
Cuando se conmemoró el 150º aniversario de la declaración de Rosario como ciudad, el entonces intendente Hermes Binner decidió instituir esta fecha como reconocimiento y homenaje a los hombres y mujeres que dieron impulso a aquella villa y que también acompañaron a San Martín y Belgrano en sus campañas.
El 16 de octubre de 2008 la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe dio además sanción definitiva al proyecto de ley por el cual se instituye el 5 de agosto de cada año como Día de la Declaración de La Ciudad de Rosario de Santa Fe, en consonancia con el decreto firmado por el gobernador Domingo Crespo el 5 de agosto de 1852, por el cual se recategorizó la entonces denominada Villa del Rosario.
Rango de ciudad
Miguel Ángel De Marco (h) escribió que un 5 de agosto de 1852 Rosario fue elevada al rango de ciudad por el gobierno de la provincia de Santa Fe, a pedido del entonces Director Provisorio de la Confederación Argentina, Justo José de Urquiza, con la intención de crear un poderoso centro capaz de competir y compensar el poder “del interior” frente a la poderosa Buenos Aires.
Hasta ese momento Rosario era un poblado de tres mil habitantes, sin capacidad de autogestión, carente de recursos institucionales que colaboraran efectivamente con su desarrollo y sus intereses. Sin embargo, por sus condiciones naturales y ubicación geográfica, era un enclave comercial, político, y estratégico del litoral argentino.
Derrocado el gobernador porteño Juan Manuel de Rosas en la batalla de Caseros, en febrero de ese año, las provincias vencedoras propiciaron la sanción de una Constitución Nacional de la que se carecía, y la organización del país en el molde republicano y federal. Urquiza creyó conveniente convertir a Rosario en un bastión que garantizara dicho anhelo y corresponder el respaldo otorgado por gran parte de sus vecinos en su pronunciamiento contra Rosas en 1851. Un apoyo que se concretó en la formación de dos batallones que lo acompañaron en la campaña que puso fin al rosismo, que mantenía cerrada la navegación de los ríos interiores en beneficio de la Aduana y puerto único en Buenos Aires y perjuicio del litoral.
El entonces gobernador de Santa Fe, Domingo Crespo, ordenó el 5 de agosto de 1852 que se reconociera a la entonces “Ilustre y Fiel Villa del Rosario” como “Ciudad del Rosario de Santa Fe”, otorgándosele todos los fueros y prerrogativas que como tal a ella le correspondía. Y así daba cumplimiento a un pedido expreso del entrerriano Urquiza, plasmado en la ley del 3 de agosto.
Las ciudades asocian sus orígenes al momento en el que ellas se volvieron necesarias. En tal sentido, están las que nacieron como capital de una jurisdicción política, otras para la supervivencia y defensa de un territorio y otras como posta o ámbitos de paso en las comunicaciones.
Rosario ya era todo esto en el siglo XVIII: sede de la autoridad civil en el Pago de los Arroyos, un puerto natural, una región fértil y apropiada para vivir, una zona de paso obligado entre Buenos Aires y las provincias, un ámbito para la religiosidad popular, tal como lo demuestra la devoción por la Virgen del Rosario, cuya festividad se celebra la primera semana de octubre desde hace trescientos años.
Factores relacionados con la internacionalización del sistema económico, la necesidad de organizar la Nación bajo un nuevo patrón de crecimiento y una nueva política hizo que aquel poblado se convirtiera en ciudad abierta al país y al mundo.
El 5 de agosto de 1852 se formalizó el reconocimiento nacional de Urquiza hacia los rosarinos que habían colaborado en la lucha por la Independencia y colaborado con el entrerriano en su lucha contra Rosas. Ahora eran convocados por un proyecto que requería “un puerto autónomo” de la Aduana de Buenos Aires y, al decir de los referentes de ese nuevo proyecto de país, un “refugio humanitario” para los perseguidos políticos y un centro mercantil capaz de generar un mercado alternativo al rioplatense.
La institucionalización de Rosario como ciudad hizo que en apenas quince años creciera de tal manera que fue propuesta y designada por el Congreso de la Nación como capital de la Argentina. A esto contribuyó haber sido el primer complejo ferroportuario del país y la gran región del cono sur, y que su población se elevara de 3 mil habitantes a 23 mil en catorce años. Sin embargo, los intereses del centralismo porteño pudieron más y se le negó a través de vetos presidenciales lo que las provincias votaron soberanamente en el Congreso. Este fue el inicio de una larga lucha.
Recordar el 5 de agosto implica por lo tanto no olvidar. Es una festividad cívica porque implica reconocer la capacidad de transformación de las decisiones políticas. Al poco tiempo de designarse ciudad, en el mismo 1852, se abrió su río al comercio internacional, se estableció la aduana propia y se creó el puerto, la Jefatura Política, la primera inspección de escuela, se suprimió la comandancia militar y se la remplazó por un juzgado de paz, un juzgado de comercio y un juzgado de policía. Además, se dividió a la ciudad en cuatro cuarteles o jurisdicción de policías, de los que dependieron las comisarios de Campaña: Arroyo Ludueña, Chacras, Bajo Hondo, y Saladillo.
Meses después vendrían las oficinas de correos, las nomenclaturas de las primeras calles. De las quince calles con nombre, diez hicieron alusión a las ciudades y provincias que comunicaban, cuatro a las actividades del momento: Mensajería, Comercio, Aduana, y Puerto; y la única que no hacía alusión a Rosario como cruce de las comunicaciones nacionales, era la que encerraba un valor político y una connotación histórica: la calle Libertad, en alusión a la caída de Rosas, y que es la actual calle Sarmiento. Seis años más tarde surgiría la Municipalidad con su rama deliberativa y ejecutiva, entre otros logros. La ciudad pudo dictar en adelante sus propias ordenanzas y los vecinos accedieron al gobierno de su patria chica.
A diez años de elevarse Rosario a la categoría de ciudad, su Municipalidad, reunida en Concejo, acordó dotarse de un escudo. En el centro del primer símbolo de la urbe se elevaba “un brazo poderoso”, que representaba a Manuel Belgrano sosteniendo la bandera azul y blanca al momento de su creación en Rosario, el 27 de Febrero de 1812. No fue un nobiliario ni un conquistador ni un ilustre hidalgo, sino uno de los protagonistas de la independencia.