Dos lugartenientes de René Brujo Ungaro enfrentan un juicio oral y público por tres hechos de homicidio, uno de ellos contra víctimas que estaban de alguna manera vinculadas a la organización que comandaba René Brujo Ungaro desde su lugar de detención. Los hechos se produjeron durante el 2021 cuando había una feroz disputa de este grupo con la banda de Alexis Caminos en barrio Municipal. Los acusados enfrentan altos pedidos de pena, en un caso 35 años y en otro 30 años de cárcel. El debate fue presidido por los jueces Paola Aguirre, Fernando Sosa y Gustavo Pérez de Urrechu.
Un conflicto entre dos bandas rivales que desataron su furia en la zona sur en una lucha sin tregua por el territorio fue el escenario de estos hechos donde víctimas, victimarios y quienes habitan en el lugar se conocen.
Ungaro fue condenado por el crimen de ex jefe de la barra de Newell´s, Roberto Pimpi Caminos en marzo de 2010. Desde su lugar de detención construyó poder y según la imputación encabezó un grupo delictivo que mantuvo una lucha sin tregua por el territorio de la zona sur.
Actualmente sigue detenido acusado como jefe de una asociación ilícita y los crímenes de Virginia Ferreyra y su madre Claudia Del Debbio, en el 2022, en barrio Municipal donde también se encuentra acusado Martinez.
Pero en este juicio se ventilan tres hechos de homicidio, cuyas víctimas tenían algún tipo de vinculación con la banda de Ungaro. En el banquillo están sentados dos jóvenes señalados como lugartenientes del Brujo Ungaro, se trata de Sebastián Ariel “Sebita” o “El Rey” Pereyra y Nicolás Alberto “Cara de Barro” Martínez.
Ambos fueron acusados por el fiscal Patricio Saldutti, quién fue acompañado por su par César Cabrera, por crímenes que tuvieron lugar en el barrio Municipal. El de Iván Pared, ocurrido el 6 de mayo del 2021, el de Adriana Luque, doce días después y la tentativa de homicidio de Fabricio Piñero el 5 de noviembre de ese año.
Si bien los móviles son distintos, los fiscales dijeron que están intrínsecamente relacionados. Adjudicaron los hechos a incumplimiento o fallas que las víctimas tuvieron respecto a la expectativa del grupo delictivo como perder o quedarse con material estupefaciente o plata, “tener la osadía de abandonar la banda lo que es considerado una grave traición”, alojar integrantes de bandas contrarias en el territorio que maneja el grupo, diijeron
Los crimenes
Iván Pared tenía 29 cuando el 6 de mayo del 2021 estaba en el club Juan Pablo II en Isola y Belgrano donde jugó un partido con amigos. Cuando el encuentro terminó salió con su hijito de 3 años. Lo sorprendieron dos agresores y le dispararon frente al pequeño. Para la Fiscalía uno de ellos era Sebastián Pereyra.
El 18 de mayo de ese año mataron a Adriana Luque, de 67 años, en el departamento de planta baja donde vivía su hija Rocío Amaral en Maestros Argentinos al 4700. La chica está sindicada como integrante del grupo que al parecer no cumplió con los requerimientos de la banda. Según la Fiscalía vendió un departamento de Fonavi a la familia César, enfrentada a Ungaro lo que se consideró una traición.
Para la acusación Martínez y Pereyra llegaron en una moto hasta la casa donde dejaron una nota amenazante y dispararon contra la puerta de ingreso de la casa de Amaral que estaba internada. En el lugar estaba su madre cuidando a sus nietos y terminó recibiendo varios de los proyectiles disparados, murió frente a los niños.
El último ataque que le achacan al dúo ocurrió el 5 de noviembre del 2021 cuando Fabrizio Mono P. de entonces 16 años circulaba en bicicleta por calle Berruti y Dean Funes, cuando lo vio Cara de Burro que iba en una moto conducida por un menor de edad. Lo siguieron y al llegar a calle Esmeralda le dispararon en varias oportunidades. La víctima recibió algunas lesiones pero ninguna resultó fatal.
Pedido de penas
A Sebastián Pereyra el fiscal lo acusó por dos hechos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, portación e encubrimiento por lo que requirió 35 años de prisión mientras que para Nicolás Martínez el pedido fue de 20 años de cárcel por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego en dos hechos, uno de ellos tentado la pena de 30 años de cárcel. El debate continuará el próximo lunes.