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Estados Unidos, la marca registrada del oro olímpico

Ya sin el modo aplanadora, pero las estrellas de la NBA se quedaron con otro primer lugar en el podio olímpico

Estados Unidos le ganó 98-87 a Francia en un partido parejísimo, que rompió Curry con 4 triples en los últimos minutos. Fue el quinto oro seguido de los norteamericanos.

La final más atractiva posible llegó finalmente y el local recibió en el Arena Bercy de París a un Estados Unidos que, se suponía, había aprendido la lección tras evitar el papelón ante Serbia (con alguna ayudita), pero si bien los norteamericanos no fueron los mismos del jueves, tampoco se mostraron con la solidez que uno espera de un equipo lleno de estrellas.

Kerr apostó a James de base por Holiday de arranque y no estuvo mal, porque LeBron distribuyó juego y además le dio rebotes y variantes para defender y cambiar en las cortinas. El problema inicial del USA Team fue la completa desconcentración de Embiid, que no solamente perdió un par de pelotas divididas, sino que fue superado groseramente por Wemby cerca del cesto. Lo otro que marcó el arranque fue la baja puntería de Curry, al revés del otro día: 0/3 triples bajo la atenta defensa de Cordinier.

Collet apostó del otro lado a un juego defensivo de riesgo, cediendo algunas cosas (tiro lejano de LeBron y un poco menos, el de Booker, que no venía bien), para cerrarse, impedir los accesos a la pintura y, llegado el caso, tener allí o a Wemby o a Gobert de arqueros. Le salió más o menos, porque Booker estuvo fino con el tiro, pero igual Francia se mantuvo en juego porque en ataque, cada vez que LeBron salió, Estados Unidos se hizo unos líos bárbaros defendiendo, sobre todo en los cambios, donde muchas veces quedaba un pequeño con Wemby.

Igual, Estados Unidos tuvo un poco más de energía para rebotear y correr (LeBron lideró ambas cosas), y así fue que empezó a marcar diferencias, que llegaron a ser de 10 en la primera mitad. Francia dependió mucho de Yabusele y Wemby, porque a Lessort, como se esperaba, no se le dio el juego de roce con ventaja que tanto ha mostrado en París. Por eso, la primera mitad terminó para EEUU 49-41. No estaba mal para ninguno.

Estados Unidos empezó a definirlo en el comienzo del tercer cuarto, con Curry más activo (del 0/3 triples pasó al 4/8), sacando 14 puntos de ventaja, como para empezar a controlar el trámite, permitiéndose algunos descuidos, pero intentando ser más inteligente. Ya no cambió en las cortinas con Wemby (bien defendido por Durant, largo como él), LeBron se puso más duro con Yabusele y Francia empezó a tomar malos tiros. Combinación fatal.

Cuando se vio al borde del rompimiento del partido, subió su intensidad física al límite y a Estados Unidos no le gustó. Davis cometió errores insólitos, Edwards también, nunca pudieron resolver bien cómo defender el pick and roll de De Colo o Fournier con el grande y adelante se quedaron bastante secos. Por eso Francia se puso en un expectante -6 (66-72), a 10 minutos del final del partido. No era una situación inmejorable para el local, pero casi. Toda la presión jugaba para EE.UU.

Francia llegó a ponerse a 3 tras algunos errores indignos de LeBron y Curry y un ratito bárbaro de De Colo (79-82), pero el Chef Curry los cocinó con cuatro bombas que le dieron 9 de ventaja a los Estados Unidos a 80 segundos del cierre y cuestión terminada. Steph apareció en el momento justo, cuando estaban todas las dudas, y demostró por qué es el mejor tirador de todos los tiempos: 9 triples en la semi y 8 en la final, para 24 puntos. Todo dicho. Estados Unidos logró su quinto oro olímpico seguido, y estuvo bien.

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