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Sobreseyeron a un hombre al que le encontraron 115 plantas de cannabis

Allanaron su casa en Pilar porque una vecina había denunciado que afectaba la salud de su hija, algo que no se pudo comprobar. Se trata de un integrante de una organización de cannabis medicinal que producía aceites y estaba en regla

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A mediados de abril quienes integran el Juzgado de Garantías N.º 6 de Pilar (Buenos Aires) dictaron el sobreseimiento a una persona acusada de tráfico en modalidad de siembra o cultivo y tenencia de precursores químicos para fabricar estupefacientes, todos con fines de comercialización, más la tenencia de un arma de fuego. En la revisión de la causa encontraron que era un integrante de una organización de cannabis medicinal que producía aceites para distintos pacientes. El arma era de su abuelo, un ex Policía Federal, y no se usaba. 

Sin afectar la seguridad y la salud pública

El allanamiento de la causa fue en una vivienda de la localidad Pilar el 7 de marzo de 2023 al mediodía. Las fuerzas de seguridad y del Poder Judicial encontraron 115 plantas de cannabis, fertilizantes, 11 frascos de vidrio con 103,2 gramos de flores de cannabis y siete bolsas con hojas, tallos y más flores de la planta que en total pesaron menos de un kilo. Además, hallaron una balanza de precisión, un teléfono celular y un revolver marca Italo con 7 balas, para la cual no se contaba con autorización legal. El ahora sobreseído fue detenido.

Quien impulsó la causa fue una vecina del hombre que había denunciado ante la fiscalía que “el olor que emanaba de las plantas le causaba problemas de salud a su hija”, pero luego de la investigación a cargo de la fiscal Marcela Constanza Semeria desde el juzgado entendieron que no había prueba de daño a la salud, ya que las plantas “no habían sido sometidas a un proceso de combustión que provoque problemas respiratorios o emulsiones en la dermis”.

Durante el proceso legal de imputación y condena las abogadas defensoras Marcela Dal Santo e Indiana Guereño señalaron que la Policía no había hecho bien hizo bien el trabajo de registrar la evidencia –por ejemplo, que no usaron las planillas especiales para dejar sentado hallazgo de drogas–, afectando el proceso y perjudicando al cultivador, que es presidente de una asociación de cannabis medicinal dedicada a la investigación y producción de aceites para pacientes y contaba con todos los permisos vigentes para tener las plantas.

Reprocann habilitado y arma del abuelo

En el fallo de sobreseimiento figura: “El imputado tenía Reprocann (Registro del Programa de Cannabis), ya que contaba con autorización expedida. Además, es presidente de una asociación civil de cannabis medicinal que tenía permiso para organizarse. Los miembros de dicha asociación también contaban con autorización del Reprocann y disponían de un ingeniero agrónomo encargado de controlar los cultivos”.

Consultado por la cantidad de plantas, el ahora sobreseído había dicho a la Justicia que “el material de cannabis medicinal estaba en diferentes etapas del proceso (secado, curado y realización del aceite), y que dichas etapas estaban presentes al momento del hecho (aceite en alcohol, aceite terminado, pequeños cogollos en secado y curados)”. La balanza era usada por el ingeniero agrónomo para verificar la cantidad de gramaje y cogollos necesarios para la realización del aceite destinado a distintos tipos de patologías.

Cannabis medicinal: Nación habilitó a las ONG a cultivar para hasta 150 personas

Es importante recordar que la actual ley de cannabis medicinal y resoluciones vinculadas permiten a las organizaciones registradas tener de 1 a 9 plantas florecidas por persona a la que representan, es decir, para quien cultivan. Pueden tener esa plantación en 6 metros cuadrados en interior o hasta 15 en exterior.

Siempre según el fallo al que accedió El Ciudadano, quienes integran el juzgado no encontraron pruebas de comercio ni de afectación a la salud pública. “No se han secuestrado elementos que indiquen una actividad de comercio por parte del imputado, como el secuestro de dinero de baja denominación, anotaciones que sugieran una dedicación al comercio de estupefacientes, o el hallazgo de conversaciones en el celular secuestrado que indiquen la compra o venta de estupefacientes”, escribieron y agregaron: “Tampoco se ha logrado verificar la existencia de compradores previos, no se han percibido movimientos de pasamanos típicos de la venta de drogas, y no se ha verificado la existencia de denuncias previas ni corroborado con vecinos que se desarrolle esa actividad”.

En cuanto al arma encontrada, el ahora sobreseído pudo probar que se trataba de un arma que pertenecía a su abuelo, quien fuera bombero en la Policía Federal y que “había quedado en la finca y que se trataba de una «reliquia», ya que nunca era utilizada”, algo que pudieron comprobar en las pericias. Quienes integran el juzgado de Pilar entendieron que no se puso en riesgo la seguridad pública.

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