Nombrar el apellido Alanís es sinónimo de boxeo. El pasado fin de semana “Junior” se quedó con el cinturón Latino de la OMB (Organización Mundial de Boxeo) en la categoría Superpluma. El nuevo título para la familia más pugilística de la ciudad se dio de una manera singular. Es que el rival fue descalificado por una conducta antideportiva.
Carlos María Junior Alanis (14-0-1, 5 por nocaut) alcanzó la gloria en Santa Fe y lo hizo en el combate ante el brasilero Carlos Henrique Rodrigues Da Silva. La pelea que consagró al boxeador profesional de la dinastía Alanís se llevó a cabo el último viernes en el gimnasio Roque Otrino del club Colón de Santa Fe.
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El Ciudadano visitó a Junior en su lugar de trabajo, en el gimnasio de la familia ubicado en calle Rueda al 2500: el Alanis Boxing Gym. “Estoy contento por un lado y con un sabor amargo por el otro, por como terminó la pelea. Pero con el título al fin y muy contento por el trabajo que se hizo en la previa que fue impecable”, sentenció el pugilista de 26 años mientras muestra con orgullo el cinturón.
El final de la pelea se dio de manera sorpresiva. Es que una vez que la campana marcó el cierre del quinto round, Da Silva le aplicó un zurdazo ante la atónita mirada de los presentes que estaban en el estadio y los miles que estaban del otro lado de la televisión observando la contienda. El golpe fuera de reglamento noqueó a Junior y si bien se recuperó rápidamente del gancho que le propinó su contrincante no pudo seguir adelante. Este hecho no generó dudas en el árbitro, ni en los jueces, ni en el fiscal. El fallo fue por descalificación del brasilero.
“Por suerte no perdí el conocimiento. Me acuerdo de haber escuchado la campana y me desprotegí. Tal vez me tuviera que haber alejado con las manos más arriba. Cuando sonó la campana bajé y me apagó con ese golpe”, recordó el hermano de Aladino.
— ¿Hubo mala voluntad de tu oponente o pasividad del árbitro que no se metió entre ustedes?
— Ambas. Quizás no tanta mala voluntad. El árbitro se tendría que haber metido un poco más para que eso no suceda.
— Se te vio caer desplomado. Después de haber visto el momento, ¿sentiste temor?
— No, pero si impotencia e impresión. No me esperaba el golpe, porque me sorprendió.
— Antes dijiste que más allá de la alegría tenés un sabor amargo por cómo se dio. ¿Habrá revancha con Da Silva?
— Podría ser, no tengo nada personal con mi rival.
— ¿Cómo son primeros días posterior a una pelea?
— El cuerpo duele. Unos días después duele por lo que significa la misma tensión de la pelea. Ahora estoy disfrutando y comiendo rico. Rodeado de la familia y de amigos. Pronto arrancaré a entrenar nuevamente.
— Vos ya habías ganado este título
— Este título lo gané hace un año y medio y ahora lo recobramos.
— En 2023 tuviste tu primera chance internacional y te tocó perder, ¿cuándo se viene una nueva oportunidad?
— Creo que el año que viene puede suceder y estamos trabajando para eso.
— ¿Cómo es el día a día de un boxeador profesional como vos?
— Me levanto temprano. Entreno de lunes a sábado en doble turno. A la mañana hago la parte física y por la tarde la técnica-táctica con el equipo. Por la mañana salgo a correr, otro día hago la parte de fuerza. Estoy todo el día dedicado a esto. Porque entre medio descanso, tomos los suplementos, me recupero. Termina el día y estuve todo el tiempo dedicado al boxeo.
— Tu papá (Carlos) y tus hermanos (Aladino “El Niño” y Fernando) son tu equipo. ¿Qué significa trabajar con la familia?
— Es muy lindo trabajar con el equipo. El equipo técnico es con mi papá y mis dos hermanos. Después tengo preparador físico, nutricionista, psicólogo, etc. Es un equipo grande. Pero el técnico es familia y eso es muy motivador.
— ¿Qué le recomendás a los chicos que quieren iniciarse en este deporte?
— Yo a los chicos les diría que entrenen, que le hagan caso al técnico, que sean disciplinado porqué acá se paga con golpes. Es un deporte muy serio y peligroso. Y que nunca se rindan.
— Un sueño…
— Mi sueño es ser campeón del mundo. Ahí estamos en camino.