Policiales

Grooming

Lo buscaban por delitos sexuales contra menores en Rosario y cayó en una localidad de Jujuy

El sospechoso, de 29 años, tenía pedido de captura emitido por la fiscal Noelia Riccardi en el marco de una investigación por extorsión, estafa, producción de material de abuso sexual infantil y otros delitos relacionados a la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes a través de Internet


Un muchacho, de 29 años, quedó detenido en el marco de una investigación por grooming y delitos de corrupción de menores en nuestra ciudad. El sospechoso fue atrapado por una comisión de la Policía de Investigaciones (PDI) en una localidad de Jujuy, quedó alojado en una sede de la Policía Federal en la capital de esa provincia hasta su traslado a Rosario y ahora espera incomunicado la audiencia imputativa prevista para este jueves.

Fuentes policiales informaron que los pesquisas dieron con el sospechoso, identificado como Cristian G., de 29 años, el lunes de la semana pasada en la localidad de San Pedro de Jujuy. El personal de la PDI tenía la orden de arresto emitida por la fiscal Noelia Riccardi de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, por hechos de grooming, extorsión, estafa, producción de material de abuso sexual infantil y otros delitos relacionados a la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes a través de Internet.

Voceros relacionados al caso indicaron que, tras su traslado desde San Salvador de Jujuy, el sospechoso quedó alojado en la sede de la PDI a la espera de la audiencia donde se conocerá la responsabilidad que le atribuye la fiscal Riccardi en la investigación, la cual está prevista para este jueves. 

¿Qué es el grooming? 

El grooming o ciberacoso es la acción en la que una persona adulta contacta a un menor de edad, a través de redes sociales, servicios de mensajería o páginas web, con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual del mismo.

El grooming es un delito penal. El agresor o groomer, comienza el delito entablando una conversación con el fin de generar un vínculo de confianza o amistad, simulando compartir gustos, preferencias e intereses. Muchas veces suele ocultar su identidad, pretendiendo tener la misma edad que la víctima, aunque también hay casos en que el groomer pertenece al entorno cercano y utiliza las redes para generar más confianza sin necesidad de mentir sobre su identidad.

Suele atacar a varios chicos y chicas al mismo tiempo, desde distintas cuentas, y comienza a pedir información: fotos o videos íntimos, secretos, confesiones, y otros datos personales. Pueden utilizar amenazas o extorsiones para obligar a chicos y chicas a hacer cosas contra su voluntad.

Una de las máximas de la prevención no es prohibir sino fomentar a través del diálogo el niñas, niños y adolescentes para un buen uso de redes sociales. 

El delito de grooming fue incorporado en 2013 por el Congreso de la Nación en el Código Penal de la Nación en la sanción de la ley 26.904.

El artículo 131 considera que “será penado con prisión de seis (6) meses a cuatro (4) años el que, por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contactare a una persona menor de edad, con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma”.

En 2020 se sancionó la Ley 27.590, llamada también Ley Mica Ortega, a raíz del asesinato de Micaela, una nena de 12 años, en manos de Jonathan Luna, un hombre que fingió ser un niño y la contactó por Facebook. Fue condenado a cadena perpetua y actualmente está preso por el crimen.

A través de esta ley se creó el Programa Nacional de Prevención y Concientización del Grooming o ciberacoso contra niñas, niños y adolescentes, llamado “Clic Derechos” para prevenir, sensibilizar y generar conciencia sobre la problemática del grooming o ciberacoso a través del uso de tecnologías.

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