“Con Bondi Colectivo Teatral cumplimos diez años y lo festejamos con «amor»”. Así, el equipo de estudio y montaje teatral surgido a instancias de la Escuela de Actores de La Comedia de Hacer Arte que en este tiempo sumó a la cartelera local recordadas producciones como una versión de Antígona Vélez de Leopoldo Marechal, u otra sobre el imaginario de los personajes de Armando Discépolo denominada Grotesca. Suite criolla, estrena este sábado su nueva producción, precisamente titulada Amor. Nada que entender.
Se trata de un espectáculo que explora las múltiples manifestaciones del amor, “en un festín de cuerpos y lenguajes que se abrazan en un viaje sensorial por los laberintos de las pasiones”, adelantan acerca de la sumatoria de una serie de historias o relatos surgidos al calor de la creación colectiva, de la mano de los talentosos directores Hernán Peña y Cielo Pignatta, quienes conducen aquí los destinos de una docena de actores y actrices. Ellas y ellos son Dannae Abdalla, Angie Ambrogi, Karina Ayerza, Claudio Benítez, Facundo Fernández, Julia Logiódice, Vicky Olgado, Franco Perozzi, José Pierini, Nicolás Terzaghi, Mónica Toquero y Natalia Zatta.
El amor es más fuerte
“Con esta obra celebremos al amor en una verdadera fiesta teatral”, coincidieron Peña y Pignatta, realizadores escénicos y docentes, al frente del proyecto.
El abordaje de la temática amorosa en sus múltiples formas, particularmente en un tiempo aciago como el presente, se revela en cierto modo como una respuesta política frente a tanto odio que, al mismo tiempo, intenta desarticular políticas de inclusión y diversidad. “El tema disparador, en un principio, lo pensamos como «el amor en todos los cuerpos» y nos pusimos a investigar sobre el amor desde distintos enfoques, absolutamente diversos, desde imágenes pictóricas hasta secuencias de escenas canciones, textos literarios y textos dramáticos. Así fuimos abonando un poco este acopio de ideas, una serie de materiales, pero teníamos la necesidad de hablar del amor, de hablar de la ternura, y también de otros aspectos del amor. Así, desde hace un tiempo, el concepto de amor tomó cuerpo y se quedó con todo, adquirió otro volumen frente a lo que está pasando. Tomó otro carácter y otra significancia, porque como pasa siempre con el arte, los contextos modifican absolutamente los contenidos”, detalló Hernán Peña para abrir la charla.
Diez años de recorrido
“Con respecto a los diez años de Bondi, es un gran orgullo y también un enorme desafío haber podido sostener un grupo de trabajo y de producción de estas características todo este tiempo; sostenerlo incluso en pandemia, sostener nuestra actividad para poder seguir encontrándonos. La evolución de Bondi fue de un grupo de investigación a la producción escénica, donde también trabajamos cuestiones que tienen que ver con la dinámica grupal y fundamentalmente nos apoyamos en el trabajo colectivo, en el concepto del trabajo en grupo. Bondi tiene dos áreas: primero armamos un grupo de estudio sobre algún tema que se propone, y descubrimos ese tema, lo estudiamos. Más tarde lo pasamos por el cuerpo y luego nos proponemos, a partir de lo que disparan las resonancias de ese tema, armar un espectáculo”, coincidieron Hernán Peña y Cielo Pignata.
Y sumaron: “Este espectáculo partió de investigar sobre las vanguardias de principio del siglo XX, en un comienzo nos metimos ahí. Trabajamos acerca de las distintas poéticas de las vanguardias y luego, en medio de ese proceso, apareció el tema del que queríamos hablar. Entonces, juntando esas dos cosas, y así salió Amor”
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Respecto del proceso de trabajo que encaran con cada proyecto, explicaron: “Para el grupo, el entrenamiento en conjunto no termina nunca, la investigación física, la investigación escénica, la investigación también en relación con las temáticas, son cuestiones muy determinantes de nuestros procesos y por lo tanto no terminan. Por el contrario, nos siguen inquietando, entonces nos seguimos juntando siempre, seguimos trabajando, entrenando siempre con la perspectiva de producir nuevos espectáculos, y también de ahondar en las dinámicas grupales, en qué cosas nos facilitan el trabajo, qué cosas nos alejan de la efectividad que buscamos, dándole vueltas a lo grupal que es un poco el tema también de La Comedia de Hacer Arte. Por lo tanto, es un recorrido permanente, que no se detiene, más allá de que gestemos o no una obra, como en este caso”.
Y con relación a estos procesos, Peña detalló: “Siempre estando en el encuadre, en el marco de la escuela, nosotros nos seguimos juntando una vez por semana con Bondi desde hace diez años, y eso también es un poco nuestro tesoro; es el trabajo en conjunto de tantos años, que enriquece todo el proceso, porque nos conocemos mucho. Pero Bondi es un grupo autónomo más allá de La Comedia de Hacer Arte, con el que seguimos creyendo que entrenar juntos cada semana nos da una poética propia, como un plus. El trabajo grupal, ese conocimiento, favorece el trabajo, la efectividad, el uso del tiempo, las poéticas. Y en este recorrido, empezamos a encontrar recursos que son propios de Bondi”.
Los dos directores también dieron detalles acerca de cómo abordaron este nuevo trabajo, Amor. Nada que entender, y en ese sentido destacaron: “Una de las características de Bondi es que la gente que pasó por el grupo siempre puede volver. Ya sea que siga siendo parte de Bondi, o quizás se tomó una licencia y fue por otro lado, porque hay gente que no estuvo en Grotesca y sí estuvo en Antígona y ahora vuelve para Amor. Mantenemos este espacio como ese lugar en el que todas las personas que estuvieron son parte de la grupalidad. Por eso, siempre oscila el número de actores y actrices de cada obra, más allá o los que somos en total como grupo. Y nuestra forma de trabajo es la creación colectiva, eso también pasó acá. Nosotros tomamos inspiraciones de distintos autores, algunos que pertenecen al campo de la ensayística otros que son más poéticos; buscamos generar escenas a partir de disparadores textuales y también desde las imágenes. En general, trabajamos en pequeños subgrupos: quizás a dos o tres le damos una tarea específica y la desarrollan. Muchas de esas ideas crecen, otras quedan en el camino; muchas ideas se van cambiando y se van transformando en otra cosa. Algunos de los fragmentos del trabajo final ya ni sabemos de dónde vienen, cómo empezaron, y hay casos donde quedan como rastros muy lejanos de su origen. Ambos, como directores, hacemos la edición de todo este trabajo y también vamos pidiendo materiales. Luego hacemos un acopio también desde las inquietudes personales, desde qué autores nos gustaría que aparezcan para sostener esa inquietud, sostener la inspiración. Siempre son procesos largos y de mucho trabajo”.
Y acerca del proceso de Amor, profundizaron finalmente: “En este caso generamos un texto que no es un texto dramático convencional. A partir de este texto que también tiene que ver con el teatro físico, uno de los desafíos más grandes, y con el cual empezamos, más allá de las huellas de autor que tiene Bondi, de esa característica propia y de una forma de crear, era buscar en otra dirección, desafiarnos en lo desconocido, no ir con recetas que ya teníamos. Ahí estamos, ése es el trabajo, eso es lo que hicimos. Y también tenemos la idea, por todo el material que quedó afuera, y por una especie de desafío que nos gusta, pensar que esta es la edición uno y que luego podamos hacer con otra parte del material la edición dos de Amor, porque en definitiva es un tema inabarcable. Y así tener varias ediciones de Amor, una gran fantasía que quizás en algún momento podamos concretar”.
Para agendar
Amor. Nada que entender, nuevo trabajo de Bondi Colectivo Teatral, se conocerá este sábado, a las 21 en la sala El Rayo (Salta 2991), donde continuará en cartel los restantes sábados del mes. Las anticipadas están disponibles a través de https://taplink.cc/bondicolectivoteatral. IG: https://www.instagram.com/bondicolectivoteatral/?hl=es