Este lunes 16 de septiembre, en una doble conmemoración al cumplirse 48 años del secuestro y desaparición de estudiantes secundarios en la ciudad de La Plata en 1976, y en el año del 40 aniversario de la Escuela Provincial de Cine y Televisión “Leonardo Favio”, volverá a abrirse al público uno de los lugares más simbólicos del terrorismo de Estado de la última dictadura: la Quinta de Funes. La convocatoria es a partir de las 16 en el predio de la ruta nacional 9 y calle San José, cerca de la garita 11, con una visita guiada por el lugar, intervenciones artísticas, música en vivo y la proyección de dos cortometrajes vinculados al centro clandestino de detención y las víctimas que pasaron por él: “Un aire a vos. Los nietos que buscamos”, un proyecto de Hijos Rosario y Abuelas de Plaza de Mayo filial Rosario, y “Circuito”, un trabajo de tesis de alumnos de la propia Escuela de Cine y Televisión con imágenes del centro represivo y dibujos del muralista rosarino Freddy Sciarratta.
“Hoy, gracias a tantos años e intentos de lucha por su realización, es un hecho que la Mesa Promotora Quinta de Funes avanza por hacer realidad ese sueño en tiempos tan difíciles, recibiendo un reconocimiento provincial, municipal y contando con el apoyo de diversas instituciones y organismos vinculados a los derechos humanos”, destacó la organización que integran vecinos de Funes y voluntarios de la región, quienes a pulmón fueron recuperando el emblemático lugar para insistir en el proyecto original de reconvertirlo en un Espacio de Memoria.
La Quinta de Funes había sido señalizada como parte del circuito represivo en 2016, al cumplirse 40 años del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, en un trabajo conjunto de la provincia, la Municipalidad de Funes y la Red Federal de Sitios de Memoria de la Nación. Un año después, en 2017, el gobierno santafesino concretó la reclamada expropiación, con el fin de reconvertir la antigua propiedad, que tenía el nombre de “Casco La Argentina”, en un sitio para actividades vinculadas a los derechos humanos. Pero en los años siguientes los proyectos no avanzaron, y la falta de trabajos de mantenimiento permitió que el predio y sus construcciones entraran en una fase de deterioro hasta el rescate de la Mesa Promotora Quinta de Funes.
La Quinta funcionó como centro clandestino de detención entre septiembre de 1977 y enero de 1978, cuando además fue base de una complejo montaje de inteligencia diferente a la lógica represiva de secuestro, tortura y desaparición con la que operaban los grupo de tareas de la última dictadura.
En el casco de la ruta 9 funcionó una imprenta clandestina, y militantes secuestrados realizaban trabajos forzados de elaboración de materiales de propaganda de la organización Montoneros, bajo supervisión y control de una estructura represiva conformada por fuerzas militares, policiales y de seguridad bajo el mando del coronel Pascual Guerrieri y del propio comandante de entonces del II Cuerpo de Ejército, el general Leopoldo Galtieri. El objetivo de la llamada “Operación México”, narrada a partir del relato de un sobreviviente y testigo directo por el periodista y escritor Miguel Bonasso en el libro “Recuerdo de la muerte”, era capturar o exterminar a los miembros de la conducción de la organización de la guerrilla peronista, entonces exiliados en el país azteca, para evitar cualquier acción en el Mundial 78, la Copa del Mundo que se jugaría en la Argentina a partir de junio de 1978.
Para ello en la Quinta de Funes se imprimían, y después se hacían circular, los materiales de prensa para la militancia de base de Montoneros en la zona, mientras se ocultaba hacia la estructura superior de la organización la maniobra. Incluso se había publicado en medios locales el fallecimiento en supuestos enfrentamientos armado de algunos de los prisioneros que estaban en la Quinta.
Allí fue llevado, junto a su bebé de un año y medio, un matrimonio de militantes secuestrados, Tulio Valenzuela y Raquel Negro. El era un dirigente superior de la organización Montoneros, y protagonista principal de la acción diagramada para infiltrarla. Ella y su bebé quedaron en calidad de rehenes en la Quinta, para asegurarse su colaboración.
Los cortometrajes que serán proyectados este lunes relatan retazos de la vida de ambos, y de los prisioneros que pasaron por la Quinta.
Según testimonios y pruebas documentales en el lugar estuvieron cautivos Jorge Novillo, Stella Hilbrand de Del Rosso, Eduardo José Toniolli (padre del ex concejal y diputado nacional Eduardo Toniolli), Carlos Laluf, Marta María Benassi, Miguel Angel Tossetti, Oscar Capella, Marta María Forestello, Ana María Gurmendi, Fernando Dante Dussex, Pedro Retamar, María Reyna Lloveras, Teresa Soria de Sklater. Aún permanecen desaparecidos.
Ahora el lugar volverá a exhibir la memoria de ellos y de las 30 mil víctima de la represión de la última dictadura. “Junto a la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia y con la colaboración del Ministerio de Cultura y del Municipio de Funes, la Mesa Promotora Quinta de Funes abre la convocatoria a participar para la construcción de un Sitio de Memoria y Derechos Humanos. Será la primera actividad con la provincia en la Quinta desde su expropiación en el 2016”, cierra la invitación a la actividad de este lunes.
Comentarios