Cultura

Se presentan los poemarios “Sales de la memoria” y “Liturgias profanas”, de Patricia Quaranta

Son dos libros de poemas en formato de díptico, escritos por la poeta, actriz y bailarina, con sendos y elaborados prólogos de la poeta peruana Úrsula Alvarado y del poeta serbio Jan Krasni en los que se abunda en el espíritu y características que animan a ambos textos


Sales de la memoria y Liturgias profanas (Tinta libre ediciones, 2024) son dos libros de poemas –algunos en prosa–, en formato de díptico, escritos por la poeta, actriz y bailarina Patricia Quaranta. Cada libro lleva un prólogo que escribieron, para Sales de la memoria, la gestora cultural y escritora peruana Úrsula Alvarado, quien publicó Metamorfosis inversa (2015), Canto a la hoja que cae (2021) y Albas a Orfeo (2022), y escribió y produjo documental Una ciudad como yo, sobre poesía, mujeres y espacio público. Actualmente Alvarado dirige la asociación cultural Poesía en la ciudad, por medio de la cual organiza acciones literarias diversas que fomentan el ejercicio de los derechos culturales y refuerzan la conexión del ciudadano con el espacio público.

En el caso de Liturgias profanas, el autor del prólogo es el investigador y poeta serbio Jan Krasni, quien tras doctorarse en Estudios de Medios en la Universidad de Constanza, trabajó en universidades de Serbia, en la Universidad de Tyumen, la de Webster y la  Técnica de Berlín. Actualmente se encuentra realizando una estancia de investigación en la Universidad de Marburgo. Patricia Quaranta publicó Eclosiones (2006), Pequeñas ferocidades (2008) y Retahilos (2012) a través de la editorial Ciudad Gótica; La calle del silencio (2017) y Penas breves (2019) en editorial Huesos de Jibia; participó de antologías colectivas en Argentina, Puerto Rico e Italia con títulos como Calíope desnuda (Laborde ediciones, 2021), Letras desde el encierro (PEN, 2021), El beso que no di (Ediciones Arroyo, 2022) e Italiani da’l trove (2023).

Hizo colaboraciones periodísticas en diarios y revistas y en radios de México y Argentina y fue jurado en concursos literarios nacionales e internacionales. Actualmente trabaja en el Instituto de Investigaciones Adolfo Prieto en la facultad de Humanidades y Artes de la UNR, y es miembro de PEN Argentina y dicta talleres literarios. El libro díptico se presentará el próximo miércoles 25 de setiembre, a las 18.30, en el Museo Estévez (Santa Fe 748), evento en el que participarán Maura Sajeva en la presentación; León Ruiz y Valeria Margenat en acciones artísticas, y Griselda Diliscia en la gestión cultural.

A continuación se reproducen fragmentos de ambos prólogos. En el de Sales de la memoria, Úrsula Alvarado escribe “…Para Freud, el recuerdo o anamnesis, como finalidad fundamental del psicoanálisis, restituye reminiscencias que, inconscientemente o no, influyen de un modo directo en el presente de quien evoca. Efectivamente en uno de los textos, la voz poética confiesa que «a veces el pasado regresa solo», una clara alusión a aquellas rasgaduras que a pesar del tiempo permanecen, y a que a este no se es indiferente. No obstante, consciente de que la simple evocación no compensa el dolor por la ausencia de quienes ama, los vuelve carne en su propio cuerpo: «Los que amo / están en mí / en los contornos de las fotografías / en la punta de mis yemas / en lo que todavía puedo mirar». Los poemas reunidos en Sales de la memoria, de la poeta Patricia Quaranta, nos recuerdan que, a pesar de nuestras propias búsquedas y evidentes individualidades, vivimos hermanados en el dolor que nos causan las ausencias de quienes amamos, ante ello sea la poesía un amasijo en el que palabra, recuerdo y afecto nos sirva de madero al cual asirnos para sobrevivir a una tormenta que no cesa”.

Por su parte, Jan Krasni apunta: “…Patricia Quaranta, poeta y artista de Rosario, pareciera reflexionar sobre los problemas de las sociedades argentinas contemporáneas en sus piezas poéticas personales. Argentina, como todo país grande y heterogéneo, debería, en términos de sociedad, ser siempre comprendida en plural, ya que es la única manera de percibirla adecuadamente. Un creador que considere al arte como una intervención social (y Quaranta evidentemente lo hace desde el momento en que asume su rol como tal dentro de una importante familia artística en Rosario) siempre se ubica en la intersección de estas sociedades internas que construyen la Argentina social. La percepción poética personal de la sociedad, como lo es el caso en cuestión, no puede verse entonces como desconectada de la poeta misma, especialmente si la obra recae sobre la expresión poética de la biografía. El rol de género (dentro de la familia artística que ella abraza y emancipa al hacer esto) determina la mirada sobre el paisaje social histórico de su entorno, a través de motivos, temas, alusiones y formas presentes en su poesía”.

Y un poco más adelante “…Las liturgias profanas constituyen un testimonio del profundo conflicto entre los sistemas de valores de ambos siglos que aún revisten la misma importancia. Esta poesía acoge los valores y las ideologías de nuestro siglo XXI. No obstante, las temáticas y el conflicto en sí aún pertenecen al siglo pasado, el siglo maldito que trajo los principios y las traiciones. Pero la poética e, incluso, en alguna medida, la travesía religiosa hacia la herstoria presenta un ambiente complicado, en el cual la mirada personal, femenina y argentina ha sido forjada en el umbral de los siglos. Pareciera que, en sus piezas poéticas, Patricia Quaranta se desplaza entre el reconocimiento y la denuncia del pasado. Ella parece reconocer cómo se es parte del todo y cómo la persona se adapta al mismo con su profanidad por razones religiosas. Su mirada es, según sus propias palabras, multifocal / miope / astigmática / propia / anarco-punk,y nos permite ir más allá del conflicto y hacia nuestras propias interpretaciones. La resignación religiosa que este libro de poemas ofrece al lector no implica que se rechace la espiritualidad, sino que ayuda a lidiar con la profanidad de aquellos más cercanos, la familia escondida detrás de la hoja de parra de la virtud religiosa. Y el abordaje de dicha profanidad tiene lugar por medio de la verdad poética personal que la refleja completa y amorosamente”, describió Krasni.

 

 

 

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