Julio Intorbida, el músico y creador de contenidos rosarino conocido por todos como Jota o FreeJ0ta, denunció que fue víctima de violencia institucional y hostigamiento por parte de personal del Cuerpo Guardia de Infantería (Giri) al ser apresado este miércoles por la tarde en la puerta de la Unidad Penitenciaria 5, del Complejo Penitenciario de bulevar 27 de Febrero al 7800. “Me tuvieron desde las 14 hasta las 20 dando vueltas. Paraban cada tanto para mostrarme fotos de mi pareja, de mi hijo, decir obscenidades y pegarme en el estómago, para que reaccionara pero no hice nada. Hasta que me llevaron a la comisaría 32° donde me trataron con respeto, como tiene que ser”, insistió en diálogo con El Ciudadano, el influencer y rapero, quien sumó miles de seguidores al dejar registro con su moto cómo son y qué pasa en los barrios más postergados de la ciudad.
Fuentes oficiales indicaron que el operativo se originó luego de una llamada del personal del Servicio Penitenciario que alertó sobre una persona que había amenazado a un penitenciario y había golpeado una puerta.
Julio aseguró que está tranquilo porque hay cámaras de seguridad que pueden demostrar el accionar junto a los malos tratos no sólo para con él sino para con su pareja Nicol de parte del uniformado que estaba en el ingreso a la visita de la cárcel de Mujeres. También se viralizaron videos de la detención del personal del Giri.
“No son todos iguales pero esta persona que está en el ingreso estaba enojado conmigo por tres videos anteriores donde mostré la contaminación que hay en el lugar donde espera la visita. En uno, salió él hablándole mal a una mujer, de unos 70 años. En una de las veces que volví me dijo: «Vos me escrachaste»”, y no me acerqué más a la puerta para no perjudicar a mi pareja o a su hermana que está detenida”, explicó.
Este miércoles no iba a ser la excepción, contó que estaba alejado cuando vio que Nicol, que estaba por ingresar se empezó a poner mal porque este penitenciario se la agarró con ella. “Buscaba cualquier excusa para que no pudiera entrar. «Tengo algo con tu marido y voy a hacer cualquier cosa para que la pases mal», le dijo y ahí le contesté que se la agarrara conmigo, que ella no tenía nada que ver, que no fuera poco hombre y que me dijera a mí, pero no supo diferenciar”.
Julio siguió y contó que lo siguiente que escuchó de parte del penitenciario fue: “«Vos vas a ver lo que te va a pasar. Vas a quedar hasta las manos», ahí llamó a la Policía para decir que lo había amenazado. Nadie lo controla, hay mucho personal que tiene tacto y no se merece alguien que manche el uniforme”.
El músico quiso aclarar en diálogo con este diario que no quiere generalizar porque el personal feminino que está en la guardia no es así. Señaló que Nicol no había tenido ningún problema con anterioridad.
“Me quedé tranquilo porque hay cámaras en ese lugar y me dijeron que tienen audio. Me fui a sentar. A esperar para aclarar esto, confié en la Policía que es la que me tiene que cuidar. Apenas vienen los del Comando (por el Giri, según la identificación de sus chalecos y la información oficial). Escuché: «Callate gato» y me esposaron. Se puede ver en los videos que filmé junto a los otros que también hicieron otras personas que nunca me resistí. Ni me escucharon, sólo me decían: «Cerrá el orto. Después vamos a hablar» pero no se llevaron al penitenciario también a la comisaría para aclarar el tema”, sumó.
Julio hizo hincapié en algo que pasa la mayoría de las veces y que por ello, algunos uniformados aprovechan para ejercer violencia institucional, ya que parecería que los familiares de las personas que están privadas de la libertad que van a visitarlos no tienen derechos, como si tuvieran alguna deuda con alguien y que si denuncian algo no tienen respuestas por lo que después temen por represalias.
“Ese instinto de creador de contenidos me llevó a filmarlo todo porque no me hubiera creído ni ayudado nadie. Ese es el abuso que viven los pibes siempre. No quisieron escucharme, me ignoraron. Es ahí donde me lleva la Policía y comienza otra historia”.
Seis horas dando vueltas
“Ahora me duele el cuello, las manos y el estómago de los golpes pero estoy bien. A las 14 me llevan hasta las 20 cuando ingreso en la 32. Me daban vueltas con la excusa de que necesitaba atención médica y pasaban de un hospital a otro porque no me podían atender. Iban por Circunvalación y cada tanto paraban, me pegaban en el estómago, me mostraban fotos de mi pareja, de mi hijo y me decían obscenidades. Era para que reaccionara pero no lo hice”, repitió varias veces y dijo que en el Hospital Alberdi, las personas que estaban en la guardia lo reconocieron y, recién en ese momento, su pareja y amigos se enteraron dónde estaba pero no sabían a qué lugar lo iban a terminar llevando.
“En la comisaría 32° fue totalmente distinto. Me trataron con respeto, como a alguien que va demorado y cuando me fui quedé agradecido por el trato. También quiero reconocer a los pibes que estaban detenidos en otra celda porque estaba en musculosa y bermudas cuando llegué ahí, salí bien de noche y hacía frío, por lo que me prestaron un buzo y un pantalón”, siguió.
Voceros policiales también indicaron que dos de los agentes tuvieron que ser atendidos por lesiones leves y Julio habló de esto. “Se lastimaron las manos y los brazos cuando se me tiraron encima, se ve en los videos”, señaló.
También quiso dar cuenta de la angustia que provoca esta situación a su entorno porque su pareja quedó conmocionada por la situación que le tocó vivir. “No sabe cómo la van a tratar cuando tenga que volver a visitar a su hermana, no la va a dejar tirada. Nunca le había pasado algo así”.
“Ahora tengo una causa por amenazas y resistencia a la autoridad pero estoy tranquilo porque están las cámaras, los videos y los audios que dan cuenta de todo lo que pasó. Que es todo mentira”, remarcó.
Julio tiene en cuenta su presente y valora a sus miles de seguidores en las distintas redes sociales. “Dios me dio esta oportunidad y la estoy aprovechando. Tengo antecedentes pero todo el tiempo intento cambiar lo malo que hice. No soy alguien que arriesgue todo lo lindo que tengo para ir a amenazar a una persona ni se me ocurre. Hoy quiero influir en que los pibes salgan de la droga, que cuiden a sus seres queridos, que no los hagan sufrir, en mostrarles que hay otras oportunidades”.
Cambiar de destino
Julio le dio vida a Jota o FreeJ0ta para darle vuelta a su situación al cumplir una condena. Acompañado por su música insiste en reflejar la realidad de los pibes y los barrios populares, los que están fuera de los bulevares. Y con el paso del tiempo, nació en Youtube el primer motovloger rosarino, como se define. Improvisó encintando un celular a su casco y salió con su moto para filmar los pasillos de Rosario. Hace dos semanas justamente se lanzó su tema “Motovloger” y también está preparando con Frankillo, otro influencer, una velada de boxeo. “Mucha gente me habló, llamó a todos lados y se preocupó por ver cómo estaba. Ese amor, me llena, me sana y por todo esto me cuido tanto”, concluyó el artista.