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El pluriempleo no alcanza y las familias pobres están cada vez más lejos de dejar de serlo

El informe de pobreza que publicó el Indec expuso que la brecha entre la canasta básica y los ingresos familiares es la más amplia desde 2016. El deterioro de ingresos, que se profundizó en la gestión de Javier Milei, sumado al freno en la actividad, hundió a miles de familias argentinas

Los datos de pobreza que dio a conocer el Indec para el primer semestre de este 2024 no sólo muestran el dato más crudo de los últimos veinte años, sino que además exponen la brecha de pobreza más amplia desde que se reanudó la serie en 2016. Este indicador refleja la distancia que separa el ingreso que reúnen los hogares de la canasta básica total que necesita una familia para cubrir lo indispensable.

Durante los primeros seis meses de este año la brecha de la pobreza trepó al 42,6%, un salto considerable respecto del 37,8% del mismo período del año pasado e incluso superando cómodamente a lo que marcó ese indicador en el inicio de la pandemia (41,2%). El deterioro de ingresos, que ya se venía dando y que se profundizó con la asunción de Javier Milei en la presidencia, sumado a los saltos inflacionarios de principios de año, hundieron a miles de familias en la pobreza.

De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, la Canasta Básica Total promedio para cubrir necesidades en un hogar fue de $709.300, mientras que el ingreso promedio de los hogares pobres fue de $407.171. Esta cifra cuenta todo tipo de ingresos que percibe el grupo familiar, con lo cual está contemplado tanto lo formal como informal, lo que da la pauta de que en muchos casos el pluriempleo tampoco alcanza para salir de la pobreza.

Mientras que la canasta básica total alcanzó sus niveles más altos en los últimos años, el promedio del salario no registrado evolucionó al revés, y tuvo su caída más marcada en el último tiempo. Pero no fue una tendencia exclusiva de los informales, ya que los salarios en el sector registrado privado también sufrieron un fuerte revés la primera parte de este año.

De acuerdo con un dato reciente del Centro de Economía Política Argentina (Cepa) la relación de la mediana de salarios respecto de la Canasta Básica Total se redujo sensiblemente: pasó, entre finales de 2017 y hasta finales de 2019, de superar a la CBT en 11,9% a quedar por debajo de la misma en 11,4% (una retracción de 23,3 puntos). Durante la actual gestión de Milei la relación llegó al mínimo de la serie (73,6%) para alcanzar, en junio, prácticamente el mismo nivel que en noviembre de 2023 (85,8%).

El dato de pobreza de este semestre no se explica sólo en la pérdida de poder adquisitivo sino también en la caída de la actividad, que generó más desempleo y más pobres. En el primer semestre de 2024 es posible observar un nivel de actividad económica 3,2% inferior al primer semestre de 2023. Excluyendo el sector agro, que compara contra un 2023 atravesado por la sequía, la retracción del primer semestre del año es de 6,6%. No sólo la economía es más chica sino que la pobreza aumentó sensiblemente en el primer semestre de 2024. El guarismo se ubicó 12,8 p.p. por encima de igual período del año anterior.

Si bien los datos son nacionales, ratifican la tendencia que se observa en Gran Rosario. Un informe reciente de la Fundación Banco Municipal se anticipó a los datos del Indec y expuso que durante la primera parte de este año el poder adquisitivo del salario profundizó su pérdida y representó la mitad de lo que representaba en 2017. Además se evidenció un notable crecimiento del pluriempleo, que avanza ininterrumpidamente desde hace tres años.

Ese informe amplía que los cuentapropistas en Gran Rosario siguen siendo los más perjudicados ante el escenario económico que atraviesa el país, dato de consuelo para los asalariados (formales e informales) que vieron deteriorados sus ingresos, pero en menor escala, exceptuando a informales del sector público.

Con ingresos deprimidos y ante la odisea de llegar a la última semana del mes, se instala el fenómeno de sostener dos o más empleos en paralelo para sumar algo más al ingreso familiar. Esto explica en parte las estrategias que asume la clase media y baja para subsistir en un contexto donde los precios no se detienen (pese a un IPC decreciente) y de caída permanente en la actividad, independientemente del rubro.

Subsistir con el pluriempleo: el ingreso formal de los rosarinos representa la mitad de lo que percibían en 2017

 

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