Los alumnos y alumnas de la primaria de la Escuela Bilingüe Intercultural Cacique Taigoye N° 1344 hicieron un acto para celebrar la llegada de la primavera con un emotivo homenaje a la cosmovisión Qom. Con cantos, danzas y juegos, los más pequeños representaron el relato de sus ancestros sobre el despertar de la naturaleza que trae el florecer del lapacho y la importancia de mantener viva la cultura en la tradicional institución de avenida Sabin 1199.
Los nenes y nenas de primer grado fueron los protagonistas en la interpretación del recuerdo del maestro artesano Abel Paredes sobre el comienzo de este nuevo ciclo: representaron a los lee´pi (loros), quienes con su canto al amanecer y atardecer marcaban el ritmo de un día en el monte para la comunidad Qom.
Con la canción en vivo Rasovi (Florece el Monte) de Juan Alegrez y el grupo Qoipi que contó con la percusión de los alumnos más grandes, una docente describió los quehaceres de la comunidad en el monte donde las mujeres y hombres cazaban, pescaban y recolectaban por igual.
Manuel Moure, director de la escuela Taigoye, explicó que esta celebración no sólo es un homenaje a las raíces Qom sino también la oportunidad de afianzar la identidad cultural de los alumnos y alentar al intercambio entre las siete comunidades educativas de Rosario y las 40 de la provincia.
“Junto a la escuela 1333 y la San Juan Diego somos las escuelas interculturales más antiguas de la ciudad. Nosotros hacemos este festejo desde 2008 y lo que tratamos de hacer es el rescate de la cultura Qom a través de actividades como la música, la danza y la artesanía para transmitir los conocimientos y valores de las generaciones anteriores. Para nosotros como criollos tenemos el fin del invierno, pero para la población Qom es el comienzo de un año nuevo y también se asocia a la llegada del dorado, que es muy significativo”, resaltó.
La celebración se hizo en el patio de la Taigoye donde predominaron los colores de las flores del lapacho, las mariposas, los dorados, las vinchas con plumas y la Wiphala –bandera cuadrangular de siete colores de los pueblos originarios–. Las alumnas y alumnos de primero a séptimo rindieron homenaje a los elementos de la cosmovisión Qom –tierra, agua, fuego, aire y espíritu– y a la importancia del vivir en comunidad donde la familia y los ancestros son pilares fundamentales de la vida.
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Las mamás y papás fueron los invitados principales y también participaron del cierre del acto donde colocaron cintas de papel crepe de colores con una flor alrededor del lapacho del patio pidiendo un deseo.
Graciela Núñez, docente de nivel primario y de Qom La´aqrac e integrante del grupo musical Qoipi, resaltó la figura de Abel y su legado a poco de su partida que fue a principios de este año. «Abel nos enseñó a observar la naturaleza, a escuchar los cantos de los pájaros y a valorar la sabiduría de nuestros ancestros», dijo emocionada.
La celebración de la primavera Qom en la escuela Taigoye invita a reflexionar sobre la importancia de preservar la cultura de los pueblos originarios y el respeto por la naturaleza, a través de la educación intercultural para que los niños y niñas aprendan sobre sus raíces y construyan futuro.