“¡Travestis, trans, travos, no-binaries, tortas, putos, bisexuales, intersex, marikas! ¡Y putas, y bichosas, y marronas y afros, y obreras, y pobres, y gordes, y discas, y migrantes! ¡¡Acá estamos y acá nos quedamos!!”, proclama uno de los párrafos del documento conjunto del colectivo LGBTIQ+. El documento se leyó este sábado en el acto de cierre, en el Monumento a la Bandera, de una nueva edición de la Marcha del Orgullo, en la que una vistosa y multitudinaria caravana que se desplazó desde la emblemática plaza Libertad, en Mitre y Pasco.
Unas 100 mil personas, según estimó la organización, pasaron por las distintas actividades que se extendieron durante toda la jornada, desde con bandas en vivo, música y feria desde pasado el mediodía, hasta el momento de marchar, cuando ya habían pasado las cinco de la tarde.
“Mucha gente, un hermoso día, se dio un clima espectacular!”, celebraba Manuel López, de Orgullo Rosario, cuando estaba a punto de iniciarse la movilización. Una hora y media después, pasadas las 19, una caravana encabezadas por una batucada y salpicada de carrozas se desplazaba todavía por las calles del centro rumbo a la última concentración donde se dará lectura a un documento conjunto.
“Es muy lindo en términos de la cultura, de la lucha de las personas disidentes LGTB. En Rosario decimos una vez más: «¡Presentes!»”, describió Manuel. Y celebró “el acompañamiento de la sociedad, de las familias, de amigos” a lo que, además, describió como no solamente una marcha por demandas propias contra la discriminación y por políticas específicas, “sino también por los derechos humanos de toda la sociedad; por el derecho al trabajo, a la educación, a la salud, a la vivienda”.
A su alrededor, como él mismo lo señalaba, la plaza estaba “explotada” de personas, sonaban batucadas de fondo y más de 150 feriantes exponían y vendían todo tipo de objetos, personales, decorativos, de consumo, todos con la impronta multicolor que forma el arco iris de la diversidad.
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“La libertad real es ésta. Y nació acá, en las calles, con los movimiento”, destacó por su parte Emilce Gorosito, activista y militante travesti/trans, para lanzar una advertencia sobre el momento actual: “Hoy, en un contexto político en el que vienen por nuestros derechos, es importante poder salir y defenderlos”.
Emilce no tiene dudas: “Claramente vemos que vienen por nosotros. Eso, que parece una frase trillada, es la realidad. Con los discursos de odio, cada vez se incrementa más el odio y los transfemicidios, lesbocidios. No es por nada que mataron quemadas a dos lesbianas. Eso es por los discursos de odio”, advirtió. Y concluyó: “Tenemos que salir a la calle a defender derechos y a conquistar más. Nada más queremos la igualdad. Nada más que eso”.
La percibida gravedad del momento, que se denotaba también en las consignas, no empañó, sin embargo, la concentración, que recorría los espacios más con bailes que a paso de marcha. Ni el humor que destilaban las pancartas, que exhibían frases como “No somos estrategia de marketing”; “Ya le contaste a tu familia que sos hetero?”; “A Milei lo enfrento con Orgullo”, y “El amor no tiene género”.
La marea multicolor, tan diversa en edades como en vestimentas, en rostros pintados o con glitter hasta personas que elegían no lucir ningún detalle especial, se desplazó primero por calle Mitre hasta la avenida Pellegrini, y lentamente fue arribando hasta calle Buenos Aires para después bajar hasta Córdoba. El clima era de celebración, como en cada edición anterior de la Marcha del Orgullo, pero esta vez con un trasfondo de alerta y preocupación, que se hacia visible desde el inicio: “Basta de odio, ajuste y represión”, reclamaba el cartel de cabecera de la marcha, que a la par oponía: “Más orgullo, libertad, organización y comunidad”.
El planteo, que se extendió en el documento final, resume el clima de época. Se pide “libertad” en un gobierno que tiene a esa misma palabra como lema central, y la repite cada dos pasos en boca de todos funcionario y del presidente Javier Milei. Algo no cierra.
Y a esa “libertad” oficial le respondió el documento del colectivo: “Nunca Más vamos a volver a los clósets! Que sus violencias, sus ajustes, sus insultos, aunque hoy sean desde el gobierno, no nos van a amedrentar, que siempre florecemos y nos fortalecemos! ¡Somos sobrevivientes, y vamos a sobrevivirlos también a ustedes! ¡En comunidad, en unidad, en diversidad, entre todes!”.
“Como cada año, desde hace 18 Marchas en Rosario, volvemos a gritar por todo lo que nos falta para vivir bien, con todos nuestros reclamos en alto; por todos los derechos y políticas públicas que
están destruyendo y por las que nos faltan. Volvemos a gritar para repudiar el recrudecimiento de la represión y denunciar la crisis económica y social que nos afecta a todes, y nos tiene entre les más
perjudicades”, insiste el texto. Y advierte: “Frente a todas esas violencias, desigualdades y discursos de odio que hoy se fomentan desde el gobierno nacional e intentan que crezcan en la sociedad, les decimos que no les tenemos miedo!”.
El documento completo: 2024 Documento 18 Marcha del Orgullo Rosario