La Federación de Asociaciones de Profesionales de la Industria Audiovisual Argentina anunció en las últimas horas que no participará del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, que comenzará el próximo 21 de noviembre, por diferencias con los organizadores y por estar en desacuerdo con las políticas implementadas por las nuevas autoridades del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), que entre otras cosas desfinanciaron casi en su totalidad la producción audiovisual en el país dejando a la industria local a la deriva.
La entidad, que integran la Asociación Argentina de Editores Audiovisuales (EDA), la Sociedad Argentina de Editores Audiovisuales (SAE), la Asociación de Sonidistas Audiovisuales (ASA), la Asociación Argentina de Directores de Arte Audiovisuales (AADA) y la Asociación de Autores de Fotografía Cinematográfica Argentina (ADF), emitió un comunicado en el que anuncia la decisión de «no participar en la próxima edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata con la tradicional entrega de los premios no oficiales”.
El comunicado sostiene que la decisión «responde a la falta de garantías necesarias para que los jurados de nuestras asociaciones puedan desempeñar su labor de manera respetuosa con las películas participantes, con nuestras instituciones y con el festival en sí».
“La forma en que la conducción actual del festival decidió manejar la organización, suspendiendo la comunicación con las asociaciones profesionales, expresa la falta de interés en buscar acuerdos comunes que hagan posible nuestra participación y respeten la tradición de nuestros premios”, detalla el comunicado.
Además, la Federación de Asociaciones de Profesionales de la lndustria Audiovisual Argentina expresó su preocupación por la situación que enfrenta el cine argentino en general, “afectado por la ausencia de políticas de fomento que acompañen las necesidades reales de nuestra industria. Nuestras producciones y nuestras fuentes de trabajo están ya no en peligro, sino bajo ataque”.
A fines de septiembre pasado se conocieron los primeros adelantos de lo que será la programación de la 39ª edición del Festival de Mar del Plata, un clásico argentino de proyección internacional y uno de los pocos encuentros categoría A del mundo.
El nuevo codirector, Jorge Stamadianos, informó que el evento comenzará con la multipremiada Emilia Pérez de Jacques Audiard, la película que Francia envió a los Oscar. También se supo que el país invitado será Japón y se confirmó la visita de la directora Milwa Nishikawa para presentar una retrospectiva sobre su obra. Además, habrá un ciclo dedicado al director armenio Sergei Parajanov.
El festival anunció también la proyección de títulos emblemáticos que pasaron por Mar del Plata y después tuvieron una importante trayectoria como El Jefe (1958) de Fernando Ayala, Los venerables todos (1963), con la que además se homenajeará al recientemente fallecido Manuel Antín; Buenos Aires viceversa (1996) de Alejandro Agresti, Pizza, birra y faso (1997) de Israel Adrián Caetano y Bruno Stagnaro; y El abrazo partido de Daniel Burman (2004).
Además, se rendirá homenaje a importantes películas argentinas que cumplen 50 años como La Tregua de Sergio Renán, se estrenará una copia restaurada de La Patagonia rebelde de Héctor Olivera, y se podrá ver nuevamente Boquitas pintadas de Leopoldo Torre Nilsson, de cuyo nacimiento se celebran 100 años. Habrá un ciclo de homenaje al legendario director, en el que también se verá la película documental de su hijo, Pablo Torre, Mi padre y yo.
Muchos productores, directores y actores argentinos rechazaron invitaciones para participar en el festival a modo de protesta por el desfinanciamiento del sector. Y en cambio están organizando una especie de evento paralelo no oficial, que se realizará del 21 al 24 de noviembre. Se proyectarán allí varias de las mejores películas argentinas del año y se realizarán actividades de protesta contra la política del gobierno nacional en materia cultural.