La estafa piramidal en San Pedro, relacionada con una plataforma ficticia de criptomonedas, tiene como figura central a un ex trabajador rural, Eduardo Maximiliano B. La cuenta asociada a «La China Alí» estaba registrada con un número telefónico local, y se cree que Eduardo, quien se benefició enormemente de la estafa, fue uno de los principales reclutadores.
Eduardo, que celebró su cumpleaños el 2 de octubre, había estado en un evento exclusivo para reclutadores en Buenos Aires días antes. Utilizaba mensajes en Telegram para aconsejar a los inversores sobre criptomonedas, lo que llevó a situaciones inusuales en la ciudad, como interrupciones en actividades sociales y deportivas.
Eduardo, monotributista, inició con una inversión de 1.252 dólares y retiró 327.222 dólares, mientras que su compañero Luis P. también acumuló ganancias significativas antes de ser detenido brevemente tras un allanamiento en su hogar. Luis, junto con Eduardo y otro reclutador, Alexis P., promovieron la plataforma y organizaron eventos comunitarios para generar confianza entre los inversores.