Luego de que el Gobierno nacional anunciara la desregulación del sistema de transporte de media y larga distancia que el permite a las empresas fijar recorridos, frecuencias y precios a su criterio, el Observatorio Social del Transporte realizó una encuesta entre usuarios según a cual las principales preocupaciones de los pasajeros son el valor de los boletos y el tiempo entre coche y coche. En paralelo, las respuestas fueron en dirección a un reconocimiento a la necesidad de que el Estado subsidie y controle la prestación del servicio público, para que no deje de cumplir esa función ante la priorización de las ganancias corporativas.
El 85% de los consultados consideró que deben existir aportes públicos (subsidios) para que el servicio sea más accesible, y el 90% está de acuerdo con la continuidad del Boleto Educativo Gratuito, un beneficio provincial dispuesto por el anterior Gobierno de Omar Perotti que su sucesor, Maximiliano Pullaro, mantiene hasta ahora.
El relevamiento de opinión pública fue realizado en las dos primeras semanas de octubre a unas 1.500 personas que viven en 70 localidades de la provincia.
El 75% de los usuarios utiliza el transporte público para trabajar o estudiar, y el 50% lo hace diariamente. Sobre las deficiencias del sistema, la frecuencia (84%) aparece como el primer problema y el costo de la tarifa (72,7%) como el segundo. Detrás, el estado de las unidades, señalado por el 47,1% de los entrevistados.
Por mantener los subsidios, amplia mayoría
Pese al discurso libertario sobre el libre juego del “mercado” en la prestación de servicios esenciales, el 85% de los consultados que no usan el servicio está de acuerdo con que el Estado debe subsidiarlo para mantener accesible el costo de la tarifa y el 90% defiende la continuidad del Boleto Educativo Gratuito.
Entre quienes no utilizan el sistema de transporte, el 57,5% respondió que no lo elige por la baja frecuencia y las demoras mientras que el 45% no lo hace por ser los recorridos insuficientes. En ambos grupos, se alcanzó un acuerdo del 90% cuando se les preguntó si de existir la opción del tren la elegirían.
La decisión del Gobierno nacional de Javier Milei de reducir casi a cero los aportes estatales a los sistemas de movilidad público en las provincias derivó, entre otras causas locales, en un incremento del boleto del orden del 400% en lo que va del año. Junto al precio, lo que se degradó, en la ciudad y la provincia, es la calidad del servicio, variable de ajuste de las empresas para que le cierren sus márgenes de ganancia deseados ante la imposibilidad de fijar tarifas impagables para cualquiera.
“De la encuesta surge claramente que el principal problema es la baja frecuencia, lo que se explica por una falta de unidades o mala organización de las empresas buscando reducir costos y afectando negativamente a los usuarios”, explicó la diputada provincial del bloque “Santa Fe sin Miedo” (PJ), Lucila De Ponti.
La presidenta de la comisión de Transporte de la Cámara baja provincial agregó que “si bien el costo de la tarifa aparece como un problema, queda claro que si el sistema funcionara mejor, más personas lo usarían y la disconformidad de los actuales usuarios no sería tan grande”.
“Estos problemas sólo pueden resolverse con el control del Estado para que las empresas cumplan con su parte, teniendo en cuenta además que más del 60% de los recorridos son realizados por una sola de ellas”, aseguró la legisladora respecto de la concentración de los recorridos.
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