Distintas versiones confluyen en un resultado: está detenido quien habría sido el piloto de una avioneta con 475 kilos de cocaína que aterrizó cerca de la localidad de Luis Palacios. Una de las versiones dice que un llamado telefónico a la comisaría 13ª de Pueblo Andino movilizó a efectivos de la Unidad Regional X del departamento Iriondo al alertar sobre la presencia de un hombre con actitud sospechosa a orillas del río Carcarañá. Al arribo de los efectivos de la Policía de Santa Fe confirmaron que se trataba de una persona de nacionalidad boliviana que dio un nombre falso. Otra versión apunta que el Cuerpo de Bomberos acudió a un rescate sobre la barranca del río Carcarañá de una persona que corría riesgo y que resultó ser quien además de piloto habría sido el único tripulante de la aeronave, y quedó detenido por la Policía. Y una tercera versión, en la que talla el gobierno nacional sugirió una intensa búsqueda de quien ahora está detenido, luego de que el vuelo del Cessna con su cargamento fuera detectado por un radar y obligado a descender por cazas de la Fuerza Aérea, cuyo piloto fue detenido después cerca de la ruta 34. En esta última, el ministro Luis Petri destacó la operación aérea como “histórica en la lucha contra el narcotráfico en Argentina”, y la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, sumó que las tropas de Gendarmería Nacional no habían podido aprehender al piloto en un primer momento por tener que acudir con camionetas, ya que no recibieron a la fuerza “con helicópteros”.
Como haya sido el derrotero, el resultado es que Oscar Armando Caba Hurtado, coronel de la Fuerza Aérea de Bolivia, está detenido en manos de la Justicia federal y es el principal sospechoso de haber piloteado una aeronave Cessna 206 en vuelo clandestino por territorio nacional desde el Altiplano, y con un cargamento de casi media tonelada de cocaína.
Según la versión del gobierno nacional el aparato fue detectado por el radar de la Fuerza Aérea en la ciudad de Tostado, cabecera del departamento 9 de Julio. Con el dato, se hizo una proyección de su trayecto y se monitoreó el desplazamiento con “cazas interceptores” que finalmente lo obligaron a descender 450 kilómetros al sur en la zona rural de Luis Palacios.
“Es el operativo más importante y más exitoso que registra la Argentina, en una operación compleja de la que participó la Fuerza Aérea, el Comando Conjunto Aeroespacial y la Gendarmería Nacional. Esto no tiene antecedentes en el país”, aseveró el ministro Petri, en conferencia de prensa junto a su par Bullrich y el vocero presidencial, Manuel Adorni.
“Por eso creemos que es trascendental el cambio de rumbo que se dio a partir del 10 de diciembre pasado con instrucciones muy claras y precisas del presidente Javier Milei de dar una lucha sin cuartel contra el narcotráfico”, dijo Petri al referirse a “la colaboración” de las Fuerzas Armadas en una operación de seguridad interior, aunque el ingreso de una aeronave extranjera en el espacio aéreo nacional sin aviso es materia de Defensa..
El funcionario precisó que este miércoles, a las 14.46, el radar de Tostado, que recientemente inaugurado, en la provincia de Santa Fe, detectó “un eco a 40 kilómetros al noroeste de su ubicación”. Agregó que minutos después se determinó que era “una avioneta que había ingresado al espacio aéreo argentino vía Bolivia” y que a partir de ese momento, “se denominó a ese tránsito aéreo como irregular”, ya que “no tenía plan de vuelo y no contaba con identificación respecto a su ingreso al espacio aéreo argentino”.
Indicó además que unos 30 minutos más tarde, dos aviones de la Fuerza Aérea, que salieron de la Base Aérea de Reconquista, interceptaron la aeronave irregular. Y tras dos horas de seguimiento determinaron su descenso a unos 50 kilómetros de Rosario.
A partir de allí se dio la intervención de Gendarmería, cuyo personal dio con la aeronave y su cargamento pero no pudo hallar a sus tripulantes.
La posterior detención de Caba Hurtado parece de menos precisión que la operación relatada. Comentarios ubican al piloto en inmediaciones de la ruta nacional 34 preguntando a residentes cómo llegar a la localidad de Ybarlucea. Otros dicen que se intentó camuflar con vendedores ambulantes. Y no trascendió qué pistas hay sobre quienes debían ser los receptores del cargamento narco.
Dónde está el piloto
Según refirió el sitio oficial del Ministerio Público Fiscal, “Caba Hurtado fue detenido a media mañana en la localidad santafesina de Andino, sindicado como el principal sospechoso de ser el piloto de la aeronave abandonada con casi media tonelada de cocaína”.
Y marcó que la detención “se concretó a partir del llamado a los Bomberos de un vecino que divisó a un hombre atrapado en una barranca y con supuesto riesgo de caer al cauce del río Carcarañá”. Dio cuenta de que al lugar arribó “también la Policía de Santa Fe”, fuerza que “tras esperar que la persona fuera rescatada y puesta a salvo, procedió a su identificación”.
De 57 años, Oscar Armando Caba Hurtado es un militar reservista que en su cuenta de Linkedin se presenta, desde 2016 hasta ahora, como “jefe del Departamento Económico Financiero de la Inspectoría General de la Fuerza Aérea Boliviana”, y además licenciado en administración de empresas. Pero diarios y publicaciones de su país son menos benevolentes con su desempeño en los últimos años, en los que aparece vinculado a una de las masacres cometidas en Bolivia en los primeros días de la asonada y golpe de Estado que derribó al gobierno de Evo Morales en noviembre de 2019. En medio de la resistencia a la toma del gobierno por parte de la entonces senadora Jeanine Añez, el 15 noviembre de 2019 murieron baleadas 12 personas y resultaron heridas unas 125, muchas de ellas con balas de plomo, en la zona de Huayllani, municipio de Sacaba, departamento Cochabamba. La matanza trascendió como Masacre de Sacaba y terminó siendo junto a otro hecho de sangre, la Masacre de Senkata (11 personas muertas y 80 heridas) las dos represiones más sangrientas del gobierno ilegítimo de Añez.
Caba Hurtado estuvo en prisión en 2022 y la Justicia del Altiplano aún tiene en trámite si los hechos configuran el delito de genocidio o no. No aparece claro si no debería haber estado tras las rejas en Bolivia o no, pero está claro que de ninguna manera lavándose a orillas del río Carcarañá.
Sí debería estar claro ahora que es una persona a proteger: aunque no exista dato alguno sobre sus posibles o potenciales vínculos, es de sentido común que un oficial de una fuerza armada extranjera que está en reserva, que está bajo investigación por su papel en una represión golpista y que tiene algún tipo de vínculo con alguna organización narco internacional, debería contar con garantías suprelativas de seguridad.
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