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Es remisero, le hizo la gauchada a un amigo de llevarlo a Villa Gobernador Gálvez y terminó baleado

Por el hecho un hombre y una mujer fueron imputados. Según la teoría fiscal el ataque fue organizado por una personas que se encuentra presa. Hay otros involucrados que permaneces prófugos. La víctima, recibió múltiples balazos y su estado es delicado

El viernes pasado un joven que conducía un Uber le hizo un favor a un amigo que le pidió alcanzarlo hasta la vecina localidad de Villa Gobernador Gálvez para ver una chata que iba a comprar. Pero se trataba de una emboscada: cuando el hombre que iba a comprar el vehículo se dio vuelta empezaron los tiros. Salió corriendo, pero el conductor, que lo esperaba en su auto, quedó en medio de los disparos y resultó gravemente herido. Este jueves un hombre y una mujer fueron imputados por el hecho, que según la teoría fiscal fue ordenado por una persona que se encuentra detenida. Para el fiscal Lisandro Artacho la mujer hizo las veces de intermediaria y facilitó la logística para cometer el hecho, y el hombre fue uno de los ejecutores. Hay prófugos en el caso. El juez interviniente dispuso la prisión preventiva de ambos por el plazo de ley.

El 1º de noviembre M. recibió un mensaje por Whatsapp de un conocido que lo citó para mostrarle una camioneta que le quería vender, pero las verdaderas intenciones del interlocutor eran otras. Lo citó en cercanías del cementerio de Villa Gobernador Gálvez, a la altura de Bélgica y Montevideo, a las 22.

Entonces M. habla con un amigo que trabaja con Uber, le pidió que lo llevara hasta el lugar y le pagó el servicio por transferencia a través de la aplicación. El muchacho, identificado como Maximiliano V. lo trasladó hasta el punto de encuentro en un auto Renault Clio. Cuando llegaron no había nadie, por lo que M. se contactó con el supuesto vendedor a través de Whatsapp y le avisó que estaba en el lugar pautado.

Poco después éste llegó en una chata Cherry Tiggo junto a José David F., un adolescente, y otro hombre que aún no fue identificado. M. se bajó y mantuvo una conversación con los recién llegados, mientras el chofer del Clio esperaba en el asiento del conductor. Revisaron la documentación de la camioneta y en un momento que M. quedó de espaldas, los recién llegados, con al menos tres armas calibre 9 milímetros, dispararon, refirió el fiscal.

M. salió corriendo y logró evitar los disparos, pero el conductor del Clio no tuvo posibilidad de resguardarse y recibió varios impactos de bala. Uno de ellos le provocó una lesión medular irreversible, contó la Fiscalía en la audiencia.

La víctima quedó gravemente herida en el auto y algunas personas que pasaron por el lugar dieron aviso a la Policía, que lo auxilió. Lo trasladaron al Heca, donde debió ser intervenido quirúrgicamente de emergencia y salvó su vida de milagro, aunque con graves secuelas.

Por su parte, los agresores se subieron a la chata y escaparon a toda velocidad, pero fueron vistos por personal de la Policía de Acción Táctica que se encontraba en la intersección de las calles García González y la ruta 22. Se inició una persecución que terminó a unas 20 cuadras del lugar cuando en una mala maniobra impactaron contra el frente de un domicilio.
Los ocupantes del vehículo intentaron escapar a pie. La Policía logró aprehender a José F. y al adolescente. En el coche se secuestraron dos armas calibre 9 milímetros, un celular y un bidón con combustible, contó el fiscal.

La Fiscalía explicó que el ataque fue planificado por lo menos desde el 30 de octubre. Hay conversaciones, llamadas por Whatsapp y encuentros en la casa de Verónica C. que facilitó el teléfono del detenido para que se comunicara con los que participaron del ataque. También se ocupó de la logística –consiguieron la camioneta, que tiene pedido de captura– y guardó en su casa las armas que se utilizaron en el ataque previo al hecho, contó.

Según el funcionario, la orden de matar a M. y cómo hacerlo la dio una persona que aún no se encuentra identificada pero está en la cárcel. El hombre que hizo el contacto y se mantiene prófugo consiguió el armamento y el resto hizo las veces de tiratiros.

El fiscal Lisandro Artacho les achacó a José F. y a Verónica C. el delito de intento de homicidio doblemente agravado por el uso de arma y la participación de un menor, y premeditado por la participación de dos o más personas, además de encubrimiento. Y en el caso del hombre portación.

Tras la sindicación fiscal, el juez Pablo Pinto dispuso la prisión preventiva del dúo por el plazo de ley.