Fuentes poiliciales confirmaron que efectivos especializados en explosivos trabajaban sobre un artefacto en el patio de la comisaría 10ª. Las primeras versiones indican que se trataría de una granada que no detonó, y que habría sido arrojada pasadas las 17 hacia el patio de la dependencia policial, donde se encuentra el penal, desde una moto. Toda la cuadra había sido acordonada y había un intenso despligue policial en el lugar, con efectivo apostados en los techos de casas vecinas y ambulancias del Sies.
Tras el asesinato del histórico jefe de la barra de Rosario Central Andrés “Pillín” Bracamonte y de Raúl “Rana” Attardo, uno de sus principales laderos, poco más de una semana atrás, las fuerzas de seguridad de toda la zona norte de la ciudad están en alerta. Y la comisaría 10ª está en Darragueira al 1100, en Alberdi. Además tiene un historial de problemas e irregularidades, entre ellas una sobrepoblación carcelaria. El año pasado los detenidos protagonizaron un motín.
Ante el caso se puso en marcha el protocolo y distintas unidades trabajaban en el lugar, que había sido acordonado por seguridad.
En abril pasado la Brigada de Explosivos de la Policía de la provincia y efectivos de Gendarmería Nacional hicieron una detonación controlada de una granada que había sido descartada en Empalme Ganeros, en la zona noroeste de Rosario, con su mecanismo en funcionamiento y apta para explotar.