Marisol Delgaudio es emprendedora, diseñadora de Iluminación y miembro de Women in Lighting (proyecto concebido como una plataforma digital inspiradora para mujeres que trabajan en todas las áreas de iluminación).
Tiene 46 años, muestra muchos de sus trabajos en las redes sociales, siempre con una sonrisa y pasión por lo que hace. Trabajó más de 20 en una empresa de iluminación. Se independizó, tuvo su local con impronta propia y hoy es una especialista en el área después de años de estudiar y, como dice, bajar de los libros y ecuaciones y llevarlas al campo de trabajo. “Es un oficio”, explicó sobre el saber, conocer y manipular las luces.
¿Qué hace un diseñador de luces? Manipula la luz en un espacio integrándolo al mismo diseño, teniendo en cuenta las sensaciones y el ambiente que se desea generar, construyendo la forma que en la persona lo vive.
Aún la profesión no existe como carrera en la Argentina, pero sí hay especializaciones. Igual, Marisol afirma que a la luz hay que experimentarla. “Uno puede ver los manuales y saber de cálculos lumínicos, pero tenés que ir a la obra y comprobarlo, estar al día con las tendencias. El mundo de la iluminación es dinámico, cambiante y muy amplio. Yo estoy abocada a la iluminación arquitectónica, hay chicas por ejemplo que están más relacionadas con la iluminación en el arte escénico”, contó sobre el amplio abanico de intereses.
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Luz, cámara, acción
Marisol comenzó estudiando Relaciones Internacionales en la UNR, pero por razones personales tuvo que dejar los estudios y ponerse a trabajar. Empezó en la casa de iluminación Serra. Aprendió a vender y, sobre todo, de iluminación. De allí pasó a El Candil Iluminación.
Las vueltas de la vida hicieron que dejara todo y se mudara a Venado Tuerto, donde al mes volvió a trabajar en una casa de electro e iluminación. Algo cambió: allí forjó aún más las relacionarse con arquitectos, constructores, profesionales de la construcción. Ese mundo la atrajo, y empezó a capacitarse en él.
“En Venado tuve dos etapas: trabajar en relación de dependencia y tener mi propio negocio, con el que empecé a trabajar con estudios de arquitectura”.
Ahora trabaja en Rosario. Mantiene el contacto con sus clientes venadenses pero también con otros de Cañada de Gómez, Firmat, Granadero Baigorria, San Lorenzo y Timbués, entre otras localidades.
Cuando volvió a Rosario lo hizo con trabajo: regresó a Serra, comercio para el que armó una nueva sucursal. Trabajó con arquitectos, constructoras y con personas que llegaban con planos y ella los asesoraba. Y terminó de comprender el lenguaje de la arquitectura.
La luz blanca se apaga
Marisol explica que las constructoras y en los edificios se busca que la iluminación permita una diferenciación con el entorno integrándose, que responda a un diseño, que sintonice con la idea arquitectónica.
Sobre el ahorro energético y el cuidado del ambiente enfatiza que es un tema amplio. Lo sustentable, ejemplifica, tiene que ver también con las compras a nivel local que reducen la incidencia del transporte, con el tipo de material de las luminarias. Lo mismo, con las temporizaciones, la automatización del encendido y apagado según las estaciones del año.
En exteriores, sigue, hay que contemplar la flora y la fauna existentes. En la noche, un diseño que minimice la polución lumínica que ciega la vista del cielo. En ese punto, añade, lo ideal es la luz cálida, baja.
Hay más información y cambios de óptica: “Si iluminás una planta con luz blanca le comprometés la fotosíntesis”, explica.
“Hay un montón de cuestiones en estudio que por ahí en Europa viene más avanzado. Inclusive Chile sacó una legislación. Nosotros venimos atrasados, pero como diseñadora no puedo obviar eso y mi tarea es sumar así como una decoradora de interiores o una paisajista”, enumeró.
“La luz blanca ya no va más casi para ningún espacio, porque es agresiva, genera fatiga visual. Hay estudios según los cuales es contraproducente para un montón de cosas clínicamente hablando. Entonces, es romper como un montón de paradigmas y la gente, como está más informada, me convoca y el asesoramiento se refleja en los resultados del proyecto”, reveló.
Tres tips para iluminar el hogar de forma eficiente
La primera, explica Marisol es la cantidad de luz que necesitás, el tono de luz, de decir si es cálida, fría o natural y el estilo de decoración
La cantidad de luz tiene que ver con la cantidad de personas que viven en el hogar, con la edad, con las actividades que realizan, etc.
El tono de luz en lo residencial se utiliza el cálido por resalta los colores tierra, para baño o cocina se puede utilizar el tono neutro.
Y el estilo de decoración es la impronta que cada uno le da al lugar donde habita.
Tres servicios de asesoría
Marisol tiene tres servicios: asesoría express, el proyecto de iluminación e iluminación llave en mano.
La asesoría express es para espacios más reducidos, o más fáciles de resolver para mejorar. Allí no hay que armar todo un proyecto sino elegir la luminaria correcta, pensada según el espacio, el estilo mobiliario, la decoración, la persona que habitará el lugar, las actividades que realiza. No es lo mismo, aclara, “iluminar un lugar para una persona que tiene 65 años y usa lentes que otro para alguien de 20 años. Tenés que tener en cuenta también los factores socioambientales del cliente”, indica.
Son asesorías que pueden ser virtuales o presenciales (en Rosario).
El otro servicio es el proyecto en sí. Arranca desde cero. Realiza cálculos lumínicos para locales comerciales, oficinas. Ha hecho trabajos para una cancha de fútbol y para grandes construcciones.
“Pienso donde irán ubicadas las luminarias. Como ahora se construye también en losa, tenés que preverlo en la obra muy anticipadamente, porque hay que dejarlo en el encofrado. Hay que estar para todas las etapas de la obra, porque generalmente son largas. Entonces, el proyecto también te lleva más tiempo y tiene otro costo: vos te involucras desde el principio y te puede llevar dos años o cuatro, entonces tenés que estar durante todo el transcurso, porque a lo mejor entre el diseño y la ejecución hay que ajustar cosas. Me gusta bastante cuando son proyectos ir en las distintas etapas, corregir, ver. Es que si se cambia una columna, un desagüe, eso influye también en el cambio de la iluminación”, explicó.
Por último, llave en mano es ir con su equipo y participar en la ejecución del proyecto.
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Emprendedora
Marisol integra la plataforma de Woman in Lighting, que busca visibilizar el trabajo de la diseñadora de iluminación.
“Está como dividida por países yo pertenezco a la global y pertenezco a la local”, relata y cuando ella se sumergió en este mundo eran 20 emprendedoras, hoy son 80 a nivel nacional. Allí se apoyan, consultan remuneraciones pretendidas ya que no hay nomenclador, hacer actividades juntas y sobre todo ser un sostén ya que el mundo de la construcción sigue estando reducido al mundo masculino y hay chicas, según el testimonio de Marisol que han tenido que soportar situaciones de violencia de género.