Search

CFK en Rosario: No es un Estado ideal, pero hay que reconstruirlo con mayor eficiencia y cercano a la gente

Como oradora central del 11° Encuentro Nacional de Salud, la presidenta del PJ refutó uno a uno los dogmas del actual Gobierno libertario y replicó que el modelo que propone no es capitalismo porque destruye el consumo. Marcó las desregulaciones asimétricas en favor de los poderosos y llamó a construir un espacio opositor amplio, incluso con militantes de fuera de la política partidaria

En su segunda presentación pública fuera de Buenos Aires como presidenta del PJ nacional, Cristina Fernández enfatizó en Rosario la necesidad de un Estado presente, pero aclaró que para ello hay que reconstruirlo y dotarlo de más eficiencia, organización y cercanía con la gente. Varios tópicos abordó este sábado pasado el mediodía la ex mandataria argentina en el predio de la Siberia, en el que fue oradora central del 11° Encuentro Nacional de Salud. El tono de las palabras fue, además, de fuerte crítica al modelo sobre el que avanza el Ejecutivo nacional, marcando contradicciones entre la prédica y las acciones y destacando sus efectos sociales negativos. Esas frases fueron devueltas con aplausos y cánticos del núcleo duro K.

Cristina con el ministro de Salud de Kicillof y todas las fotos de La Siberia

Cristina Fernández, en relación al tema central del encuentro, destacó el protagonismo de la salud pública en la pandemia de covid, durante la cual el sistema privado no daba abasto para atender a los afectados por el virus. Fue un poco usual reconocimiento a una faceta de la gestión de Alberto Fernández, que ella integró. «Eso fue una crisis, algo imprevisible, inmanejable, que no nos ocurrió solo a nosotros, sino al mundo entero. Y lo bien que lo hicimos. Cómo se demostró la inconsistencia del sistema privado para hacer frente a la pandemia, y la consistencia del sistema público para hacerle frente«, repasó ente la multitud reunida en el espacio universitario del barrio República de la Sexta.

 

Sobre el mismo punto, y en referencia al respaldo que los principales popes de las empresas de salud prepaga le dan al Gobierno de Javier Milei y a sus políticas desregulatorias del sistema privado que van en paralelo al desmantelamiento del público, CFK agregó: «No me puedo olvidar de entrevistas en la tele de circunscriptos propietarios de prepagas (no quiso mencionar apellidos, pedidos por los asistentes) reconociendo que no daban abasto en las privadas y sanatorios, y que los enfermos de covid eran atendidos en todo el sector público. Lo dijo uno de los dueños de las prepagas más importantes del país». Implícito, quedó resonando el nombre de Claudio Belocopitt, dueño del emporio Swiss Medical Group.

Desregulación para unos, regulación para los amigos

 

La sintonía entre las políticas de la gestión libertaria y los intereses de la medicina y los laboratorios privados fue un tema recurrente en el discurso, con voluntad de ponerlas en palabras llanas. “Éstos desregulan a favor de poquitos muy poderosos, el de los remedios. A ver, Milei, ya que sos tan guapo, desregulá los medicamentos para que podamos tener medicamentos genéricos importados, para reducir el costo de los presupuestos sanitarios. A ver si te animás”, interpeló CFK al presidente.

Siguió largo sobre el tema, apuntando también a Federico Sturzenegger, actual ministro de Desregulación del Estado y ex funcionario, entre otros, de Fernando de La Rúa, etapa en la cual fue uno de los responsables de un ruinoso arreglo de la deuda externa. “Desde la UNR le decimos a Milei: animate y desregula los medicamentos. Decile al desregulador del megacanje que se anime, para que la gente pueda acceder a los medicamentos, y que no sea un martirio para un jubilado tener que ir a una farmacia y dejar las tres cuartas partes del remedio porque no le alcanza la guita», arremetió Cristina sobre los efectos directos de las medidas oficiales. «¿Cómo puede gente tan insensible y tan cruel?», agregó.

La salud es un hecho social

«A los que dicen y nos maldicen porque dicen que solamente nos importan los pobres, les recordamos a los muchachos de las prepagas que cuando estábamos nosotros pagaban una cuota justa, no como hora que le arrancan la cabeza«, interpeló la ex presidenta en tono coloquial en alusión a sectores medios críticos del peronismo.

Y recordó al médico sanitarista santiagueño que fue el primer ministro de Salud de la Argentina, en la presidencia de Juan Perón: «Ya lo dijo Ramón Carrillo, la salud no es un  hecho científico sino político y social y requiere de un modelo de país donde no solo funcionen los hospitales sino que se construyan las redes de cloaca y agua potable y la gente no se enferme», se recostó sobre la historia lejana del movimiento.

El capitalismo

En alusión a la prédica libertaria sobre un parteaguas infranqueable entre el sistema político que declama Milei y el resto de los actores defenestrados como comunistas y «empobrecedores», la presidente del PJ continuó con respuestas a las consignas del autopercibido anarco-capitalista. «¿Eso es capitalismo? No, que tampoco nos hagan poner en la vereda de enfrente. El capitalismo necesita consumidores, gente que pueda comprar. ¿Qué clase de capitalismo es éste, que cada vez hay menos consumidores? Me quedo con el nuestro, el del peronismo, en el que todos pueden consumir, no solamente unos pocos», replicó.

El Estado, otro Estado mejor

Sobre el fundamentalismo anti Estado, la ex mandataria admitió que durante la anterior gestión, de la que formó parte como vicepresidenta, hubo muchas deudas pendientes. «No quiere decir que teníamos el Estado ideal y que todo estaba bien, pero desde esa realidad, es necesario plantear la necesidad de volver a reconstruir un Estado necesario y eficiente. No le tengamos miedo a la palabra eficiencia. Tenemos que construir un Estado eficiente», recalcó sobre una de las palabras con las que el Gobierno nacional busca legitimar el desmantelamiento de las áreas sociales de la administración pública.

CFK recogió el guante de una de las prédicas más exitosas del libertarianismo: «(El Estado) no puede ser estático adentro de los ministerios, tiene que salir, ser cercano, estar donde la gente vea que cada empleado y agente está comprometido con su realidad, y que no lo vea como un ser privilegiado. Eso argumenta después estos malos gobiernos, que llegan y convencen a la gente de que tienen que destruir el Estado, y no se dan cuenta de que les están destruyendo la vida».

La oposición al modelo libertario

Tras las críticas al modelo económico y social de la actual administración nacional, CFK volvió sobre los desafíos de la oposición. En esa línea, llamó a diseñar un espacio con «otros militantes» de variados sectores, no peronistas e incluso no inscriptos en un partido. «Volver a reconstruir junto a otros militantes, que no son de la política pero que uno se los cruza a menudo en el barrio, en la Iglesia o en el club. Convocar«, enfatizó.

«Los quiero mucho gracias a los trabajadores y trabajadores de la salud pública», cerró Cristina Fernández el discurso y, de nuevo como antes de que comenzara a hablar, sonó la «Fanático», la canción de Lali Espósito.