La Unión Cívica Radical denunció un segundo ataque a las oficinas donde funciona Comité Nacional del partido que tuvo lugar durante la madrugada del sábado 23 de noviembre, y cuestionó la “nula colaboración” del gobierno que encabeza Javier Milei.
A través de un comunicado, detallaron que las cámaras registraron a dos personas descender de un auto marca Citroen para robar los fusibles, previo a cortar la luz del edificio ubicado en Alsina 1786, episodio que fue denunciado apenas se tuvo conocimiento.
“A la 1.41 del sábado pasado, un automóvil de un modelo nuevo de la marca Citroen estaciona unos metros delante de la puerta de ingreso al Comité Nacional. Bajan dos personas jóvenes que primero recorren la zona, uno de ellos saca un teléfono y aparenta enviar un mensaje de audio mientras el otro se sienta frente al tablero eléctrico del edificio. Luego lo fuerzan y dejan sin luz al edificio”, puntualizaron.
Se trata de segundo ataque que sufre el Comité, el primero de ellos data del 2 de noviembre, cuando un grupo de personas vulneró la seguridad e ingresó a las oficinas para ocasionar destrozos. “Este es el segundo ataque que sufre la casa del radicalismo. En esa ocasión el presidente Javier Milei habló ridícula e irresponsablemente de un ‘autoatentado’”, destacaron los conducidos por el senador Martin Lousteau.
En el documento difundido a la prensa, desde el espacio atribuyeron los episodios de vandalismo a una potencial represalia por los cuestionamientos del titular del espacio al Plan de Inteligencia Nacional del Gobierno. “Es sugestivo que dos días antes del primer ataque el titular del partido y presidente de la Comisión Bicameral de Seguimientos de los Organismos de Inteligencia, Martín Lousteau, en una reunión en la SIDE había cuestionado elementos del Plan de Inteligencia Nacional que resultan preocupantes, exigiendo más información sobre los mismos, algo que generó tensión en el encuentro”, subrayaron.
“En su momento decidimos mantenerlo en reserva, ante esta nueva agresión, hacemos público ese episodio”, agregaron.
Desde la fuerza que atraviesa un importante proceso de debate interno, aseguraron que pese a lo que calificaron como “agraviantes palabras del presidente”, aseguraron que además “hubo escasa y nula comunicación y colaboración de parte de las autoridades nacionales”.
“Fue la Unidad de Flagrancia Este, a cargo del Fiscal Federico Tropea, junto con la Auxiliar Fiscal Malena Mercuriali la que encontró y detuvo a los responsables”, expresaron, y sumaron: “Ni aquél ni éste son delitos comunes, como los que lamentablemente padecemos a diario los argentinos y argentinas”.
Asimismo, completaron: “Se trata de la sede de un partido político nacional y los ataques no tuvieron ningún fin económico. En el primer episodio, quienes ingresaron hicieron destrozos pero no robaron ni las computadoras. En el más reciente, la vandalización de los fusibles conlleva riesgos de vida y ningún beneficio pecuniario”.
“Repudiamos este nuevo ataque contra la casa de todos los radicales y, como demócratas, nos preocupa la dinámica política a la que estamos asistiendo como sociedad”, afirmaron a modo de conclusión, y finalizaron: “Vamos a estar parados siempre en contra de la violencia y sosteniendo la Constitución Nacional frente a aquellos que atenten contra la convivencia interna en nuestra querida Argentina”.