Detuvieron la noche de este viernes a Celeste Lorena López, la mujer de 44 años a la que una imagen tomada con celular muestra agrediendo a una vecina de la ciudad balnearia de Pinamar en la cancha de golf local a la vez que, según el testimonio de la víctima, le profería insultos de tono racista y discriminador. Fue apresada en su domicilio del barrio conocido como B5, en la calle De las Hespérides al 1500, y trasladada a la DDI de Villa Gesell por orden del juez David Mancinelli. Después de que tomara estado público el violento episodio, el fiscal Juan Pablo Calderón la acusó del delito de homicidio en grado de tentativa contra Silvia Lo’Presti, de 61 años, que paseaba con una amiga dentro del campo deportivo cuando fue objeto de la ira de la detenida.
El hecho ocurrió durante la tarde del 19 de noviembre. López, en ese momento, estaba junto a su pareja, Mariano Girini, de 62 años y dueño de la farmacia Golf de Pinamar, que hasta ahora no fue imputado.
Calderón, titular de la Unidad Fiscal 4 de Pinamar, tomó la decisión de ordenar la detención después de escuchar la declaración testimonial de la víctima, el pasado jueves, y analizar las pruebas y certificados médicos. Lo’Presti sufrió lesiones leves, pero los estudios neurológicos que se realizó diagnosticaron secuelas psicológicas y traumáticas.
Fuentes ligadas al expediente señalaron que «los golpes que recibió fueron todos en zonas vitales, en la cabeza, el cuello, los hombros«. Agregaron que la agresora cesó su ataque sólo porque intervino un vecino, el mismo que filmó el hecho. Los voceros expresaron que de no mediar esa tercera persona, el ataque podría haber continuado con consecuencias mucho más graves, «quien sabe hasta matarla”.
Lo’Presti tuvo que ser trasladada al hospital local tras el ataque. Luego, presentó la denuncia en la Comisaría Primera de Pinamar.
El delito que se le imputa a López establece una pena posible de entre 8 y 25 años de prisión. Originalmente, la causa estaba caratulada como «lesiones leves», cuya pena es de un año de prisión en suspenso.
De acuerdo a la interpretación de los investigadores en base a la información recolectada y los testimonios, López le partió un palo de golf en la cabeza a Lo’Presti y luego sacó otro para continuar golpeándola. Para el fiscal Calderón, la agresora con esa actitud evidenció el deseo de terminar con la vida de la mujer a la que le reprochaba estar en un lugar que por la supuesta condición social que le atribuyó no le correspondía. En realidad, la agredida es propietaria de un dúplex en las inmediaciones, y su marido también juega al golf.
“Vayan a tomar mate al conurbano, esto no es Ostende”, es lo que le gritaron López y su acompañante Girini a Lo’Presti y su amiga, según el relato de las últimas. La referencia fue a la localidad del municipio de Pinamar donde vive la mayoría de los trabajadores de la ciudad, muchos de los cuales son obreros de las construcciones de las casas en las zonas más caras del balneario.
Según una fuente policial, en el allanamiento a la casa de la detenida fueron secuestrados varios palos de golf y prendas que se supone vestía la agresora en el momento del violento episodio. No encontraron el palo que López partió al golpear en la cabeza a Lo’Presti, una prueba clave para las pericias.
El martes 19 de noviembre, Lo’Presti, oriunda de City Bell, en el partido bonaerense de La Plata, paseaba con su amiga Adriana por el campo de golf. Mientras caminaban, charlaban y tomaban mate sin interrumpir a las personas que jugaban. Sin embargo, su presencia ofendió a Girini y López, que estaban jugabando.
“Fue terrible. No sé por qué tanta violencia, y de la nada. Porque no hubo una discusión en el medio, no hubo una agresión. Nosotras estábamos caminando, tomando la energía del pasto… Y nada justifica esa violencia. Esta gente evidentemente no está bien”, aseguró Silvia en una entrevista para Pinamar Diario.
Negras y ratas, a los golpes
“Lo que les molestaba en definitiva es que estuviéramos ahí, porque ni siquiera estábamos interrumpiendo el juego. Nuestra idea era que pasaran, siguieran jugando y nosotros siguiéramos ahí al costado”, contó la mujer agredida… empezaron a decirnos ‘no saben la diferencia entre una plaza y un campo de golf’, ‘si quieren tomar mate váyanse al conurbano’, ‘negras ratas’, ‘esto no es Ostende, ‘nosotros pagamos 54 mil dólares para estar acá’. Todas esas barbaridades que se escucharon en el video”, recordó Lo’Presti.