La secretaria de Energía de Nación, María Tettamanti, confirmó que el Gobierno está desarrollando un nuevo esquema de subsidios para los servicios de luz y gas que incluirá un período de transición hasta abril de 2025 para luego sí implementar el cobro pleno de lo que, según las empresas y el oficialismo, es el costo total del servicio con la sola excepción de «una tarifa focalizada, que es lo más parecido a una tarifa social» para ciertos sectores de los usuarios aún por definir.
“Queremos que haya un bloque mínimo subsidiado para las personas que lo necesiten, pero que a partir de cierto consumo se refleje el costo real de la producción, transporte y distribución”, explicó sin demasiadas precisiones la funcionaria nacional.
El nuevo esquema tendrá impacto en las facturas de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) de Santa Fe, porque la eliminación de subsidios a las generadoras de energía se trasladará al precio mayorista que paga la distribuidora estatal de Santa Fe a Cammesa y a través de ella a sus usuarios, que terminarán abonando el aumento a las distribuidoras locales.
Por fuera de esa suba, que puede ser considerable, la EPE además ya pidió a la Provincia un aumento del 25% a facturar desde enero y a partir de allí un ajuste mensual por inflación.
La postergación de la quita de subsidios fue adelantada este lunes por Tettamanti en el Energy Day, evento anual del medio EconoJournal. Allí señaló que la segmentación de hogares en las categorías N1, N2 y N3 se mantendrá durante el período de transición.
El régimen de segmentación de subsidios contempla 3 niveles: N1 (ingresos altos y personas que no se hayan anotado, con tarifa plena), N2 (ingresos bajos) y N3 (ingresos medios).