Un blog español, Baluka, salió a responder una pregunta muy común, especialmente para quienes dan –o intentan dar– sobras de su propia comida a perros y gatos: ¿le hará mal? El sitio, que pertenece a una empresa que produce y vende elementos de bienestar para mascotas, que van desde camas hasta medicamentos y complejos de vitaminas, no sólo brinda una respuesta sobre qué especias hay que evitar, sino que abunda en todo lo contrario, las que habría que darle, especialmente ante algunos problemas de salud. Toda una sorpresa.
“La dieta (humana y perruna) no sólo se compone de alimentos sino también de condimentos. Estos complementos, por un lado, sirven para aderezar el sabor de la comida; por otro lado, su inclusión en la dieta implica un aporte extra de nutrientes, cuya ingesta en cantidades apropiadas es beneficiosa para la salud a corto, medio y largo plazo”, explica, con toda lógica, el blog.
Por si hiciera falta, aclara que el paladar de los perros “no suele ser tan exigente” como el gusto humano. Basta ver a un perro devorar con frenesí algún resto de comida que a las personas les da asco a la distancia, ya por el olor, y ni hablar del color. Pero tampoco es que se coman cualquier porquería. Hay comidas que les gustan mucho, y otras menos. Tal como a los humanos, que tienen gustos culinarios marcadamente diferentes, algunos empujados por el interés de incorporar nuevos sabores, u otros impulsados en la dirección opuesta por prejuicios y temores.
De igual modo, el blog aclara que, aunque los perros puedan no tener un interés evidente por uno u otro condimento, “sus necesidades nutricionales sí son una realidad”, por lo que “es muy recomendable añadir” alguna que otra cosa a sus alimentos, claro está, “en dosis moderadas”.
“Al introducir especias en la comida que pueden comer los perros, estaremos dándoles la oportunidad de mejorar su salud muscular y ósea, sus capacidades inmunitarias y su rendimiento cerebral, entre otros muchos beneficios”, subraya Baluka.
Y a la par advierte que hay especias que ingieren los humanos que los perros no pueden comer, ya que les resultan tóxicas. Y entre las que sí pueden comer, o les conviene hacerlo, hay algunas que deben ser “suministradas con moderación”.
¿Cuáles pueden comer los perros?
Albahaca. La albahaca contiene vitaminas esenciales, nutrientes y minerales. Su ingesta tiene un efecto antiinflamatorio y ayuda al organismo del perro a combatir las infecciones bacterianas.
Orégano. El orégano cumple principalmente una función antifúngica (previene la proliferación de colonias de hongos), además de ayudar con los problemas digestivos y evitar diarreas y flatulencias.
Jengibre. La toma de jengibre ayuda al perro a absorber los nutrientes de los alimentos que ingiere. Contribuye a mantener sus dientes en buen estado, y también tiene propiedades anticoagulantes, antiinflamatorias y antibacterianas.
Perejil. El perejil es rico en fibra, por lo que tiene un marcado efecto antioxidante. No sólo ayudará al perro en sus procesos digestivos, sino que también contribuirá a prevenir el desarrollo del cáncer.
Romero. Es rico en fibra, hierro, calcio y vitamina B6, y también cumple una función antioxidante. Adicionalmente posee propiedades antiinflamatorias, antisépticas y antifúngicas, y favorece el riego sanguíneo hacia el cerebro.
Hierbabuena. En dosis muy controladas, la hierbabuena es buena para aliviar mareos y náuseas. Es beneficiosa para el sistema digestivo.
Canela. La canela es un antiinflamatorio natural, recomendado (en dosis muy controladas) para perros que padecen de artritis. También contiene calcio, manganeso y hierro, ayuda a calmar la tos, estimula la circulación, alivia los problemas respiratorios y previene infecciones.
Cúrcuma. Quizá la cúrcuma sea el mejor condimento. Es rica en fibra, sales minerales y vitaminas. Sus funciones de apoyo metabólico la hacen especialmente recomendable para perros con sobrepeso.
¿Cuáles no pueden comer los perros?
Cebolla, ajo, cebollín. La ingesta de estos condimentos, por leve que sea la dosis, puede causar irritaciones gastrointestinales. Rápidamente el perro puede vomitar y sufrir diarrea, y puede ser la antesala de una anemia. El ajo es el menos malo de los tres, en dosis moderadas.
Sal. Si bien la sal no es perjudicial para el perro en dosis muy controladas, es cierto que si ingiere alimentos demasiado salados podría sufrir problemas renales y un envenenamiento por iones de sodio.
Pimienta. Esta especia causa alteraciones gastrointestinales que se manifestarán en diarreas y vómitos, además de hacer que aparezcan irritaciones en la piel del perro.
Curry. El problema del curry es la mezcla de sustancias que lo componen. Algunas, como la propia pimienta, no son para nada recomendables para los perros.
Cacao, nuez moscada, macis. Estas especias deben estar bien lejos de los perros. La ingesta puede ser letal. Antes pueden causar temblores, convulsiones, diarreas y vómitos, además de una somnolencia profunda por su incidencia en el sistema nervioso central.
Finalmente el blog sostiene que son muchos los alimentos que pueden comer los perros, “y la inclusión de ciertos condimentos tendrá un efecto muy beneficioso para su salud”. Evitando las especias y condimentos que causan daño, utilizando los que son aptos contribuyen a dar a las mascotas una alimentación sana y equilibrada, que les ayudará a tener más salud y una mejor calidad de vida.
