WikiLeaks reveló ayer que las autoridades estadounidenses pidieron los detalles de la cuenta Twitter de su fundador Julian Assange y de otras tres personas cercanas a la página web, demostrando así la existencia de una investigación por espionaje en Estados Unidos.
Según WikiLeaks, “el Departamento de Estado reclamó los mensajes privados, los contactos, las direcciones IP (internet) y los datos personales de la cuenta de Julian Assange y otras tres personas asociadas a WikiLeaks“.
La página web, que se ganó la aversión de Estados Unidos divulgando públicamente miles de mensajes de la diplomacia de ese país, precisó que estas tres personas nunca habían trabajado para WikiLeaks.
Según documentos obtenidos por la agencia AFP, un tribunal del distrito de Alexandria, en el estado norteamericano de Virginia, dirigió el 14 de diciembre de 2010 un mandato a la red social Twitter pidiéndole informaciones, que los jueces calificaron de “pertinentes” en el marco de “una investigación criminal en curso”.
Las informaciones solicitadas conciernen las cuentas Twitter de “Julian Assange, Bradley Manning, Rop Gongrijp y Birgitta Jonsdottir en el período desde el 1º de noviembre hasta hoy”.
Twitter, que el 5 de enero fue autorizado por el tribunal a hacer público el mandato, informó dos días más tarde, es decir el viernes pasado, a la diputada islandesa Birgitta Jonsdottir.
El sitio de internet le hizo saber que, si en un plazo de diez días la interesada no les notificaba la apertura de un procedimiento judicial de impugnación a la demanda de Estados Unidos, tendría que entregar las informaciones solicitadas.
“Twitter realmente combatió (el mandato estadounidense) en nombre de sus clientes porque tales informaciones no deberían realmente transmitirse”, declaró Jonsdottir ayer a la agencia AFP.
“El gobierno estadounidense quiere conocer todos mis Twitt y aun más, desde el 1 de noviembre de 2009. ¿Serán concientes de que soy miembro del Parlamento islandés?”, preguntó.
Los ministros de Relaciones Exteriores, Oessur Skarphedinsson, y de Interior, Oegmundur Jonasson, de Islandia calificaron de inaceptable que las autoridades estadounidenses intenten obtener información sobre Jonsdottir mediante Twitter.
“Según los documentos que he visto, un parlamentario islandés está siendo investigado en un caso criminal en Estados Unidos sin ningún motivo”, afirmó Skarphedinsson a la radio pública RUV.
Se trata de caso “muy serio y peculiar”, consideró Jonasson en declaraciones al diario Morgunbladir.
En su comunicado, WikiLeaks afirmó tener “motivos para creer que Facebook y Google, entre otros, recibieron pedidos similares de la justicia” estadounidense.
WikiLeaks ya se puso en contacto con “abogados estadounidenses”, según la misma fuente, y exhortó a Twitter a proteger los datos privados de sus usuarios.
En opinión de WikiLeaks, este pedido de información confirma por primera vez “la existencia de una investigación secreta llevada a cabo por un gran jurado estadounidense”.
La constitución de un gran jurado es estrictamente confidencial en Estados Unidos. Si la información es verdadera, esto significa que una inculpación podría ser inminente.