La Policía detuvo a 500 manifestantes en El Cairo y en otras ciudades de Egipto tras enfrentamientos registrados ayer, en el segundo día de movilización callejera para exigir la dimisión del presidente Hosni Mubarak, quien gobierna desde hace tres décadas.
Un manifestante murió ayer debido a las heridas que había sufrido en la víspera en Suez, ciudad al este de El Cairo, lo que eleva a cuatro el número de fallecidos en los enfrentamientos (tres manifestantes y un policía). En la capital egipcia los enfrentamientos estallaron en el centro, cerca del Tribunal Supremo. La Policía disparó gases lacrimógenos a los manifestantes que lanzaban piedras.
Entre los detenidos figuran 90 personas que se manifestaban en el sector de la plaza Tahrir, en el centro de El Cairo, y 121 miembros de la organización islámica Hermanos Musulmanes, oficialmente prohibida pero de hecho tolerada, arrestados en Asiut, al sur de la capital egipcia.
Unas 2.000 personas se manifestaron también por segundo día consecutivo en Suez, según testigos.
La secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton pidió a ambas partes “contención” y urgió a las autoridades a permitir la libre expresión, incluido el levantamiento de las restricciones de prensa.
“Llamamos a todas las partes a ejercer contención y frenar la violencia”, dijo Clinton a periodistas.
El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, invitó a las autoridades egipcias a aprovechar la oportunidad de las protestas para “interesarse por los problemas legítimos del pueblo”, señaló ayer su portavoz Martin Nesirky.
El sitio de microblogs Twitter anunció que estaba bloqueado en Egipto desde anteayer por la tarde.
Tampoco funcionaba la página sueca Bambuser, que permite ver directamente el flujo de los vídeos hechos con teléfonos móviles y webcams colgados en la red.
Los organizadores de las manifestaciones contra el régimen en Egipto, las mayores en 30 años de poder del presidente Hosni Mubarak, habían llamado ayer a salir a las calles, pese a la prohibición de las autoridades.
El Movimiento del 6 de abril, un grupo de militantes prodemocráticos, dijo que convocaba esas manifestaciones “para pedir el derecho a vivir, a la libertad y la dignidad”.
Paralelamente, el Ministerio del Interior anunció que no se permitiría “ningún acto de provocación, manifestación de protesta, marcha o manifestación”.
En las sedes de los sindicatos de periodistas y abogados, cerca de los tribunales donde se produjeron las principales protestas ayer, la Policía también intentó sofocar la revuelta con palos y gases lacrimógenos.
El nivel de la educación es bajo en Egipto, pero los empleos medianamente pagos suelen ser inaccesibles incluso para quienes poseen educación superior, salvo que tengan contactos personales o estén dispuestos a pagar sobornos. En las violentas protestas de ayer, por otra parte, 26 periodistas fueron detenidos, de los cuales 24 son egipcios y dos extranjeros, uno que trabaja para el diario británico The Guardian y el otro para la agencia Associated Press.