Como había anticipado, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, protagonizará el lunes su primer compromiso internacional como mandataria. Será con una visita oficial a Argentina, y se considera un viaje cargado de simbolismo al principal asociado comercial y político del gigante sudamericano.
Por primera vez en la historia, los dos mayores países sudamericanos realizarán una cumbre presidencial con mujeres al frente de ambos gobiernos. En Buenos Aires Rousseff mantendrá por lo menos dos reuniones con su par, Cristina Fernández de Kirchner.
Según manifestaron desde el gobierno brasileño, este primer viaje internacional de Rousseff desde que recibió el poder el 1 de enero, de manos de Luiz Inácio Lula da Silva, pone de manifiesto la importancia estratégica que Argentina reviste para Brasil, dos países que junto a Uruguay y Paraguay forman el bloque del Mercosur.
«Se trata de una visita importante, con varios convenios que las presidentas deben firmar. Se trata de dos países que tienen un flujo comercial de más de 33 mil millones de dólares y que tienen relaciones históricas», dijo Antonio Ferreira, subsecretario de la cancillería brasileña para América del Sur.
Ferreira consideró notable que dos países que durante décadas mantuvieron hipótesis de conflicto ahora tengan relaciones tan profundas y que además sean ambos presididos por mujeres. El diplomático brasileño recordó que los detalles de esta visita fueron definidos durante un viaje del nuevo canciller Antonio Patriota a Buenos Aires, hace dos semanas. «Ese viaje a Argentina fue también el primer compromiso externo del canciller Patriota», agregó.
Entre los documentos que las dos jefas de Estado deben firmar se destaca un convenio entre los entes responsables por la energía nuclear para iniciar los estudios de colaboración para la construcción de un reactor nuclear de investigaciones científicas.
«Argentina tiene una gran capacidad en esa área de construcción de reactores para investigaciones científicas y Brasil tiene conocimientos importantes en varias áreas de la energía nuclear, y la idea es utilizar mejor las capacidades de los dos países», dijo
Ferreira.
Los dos países también deben firmar una declaración sobre el proyecto de la hidroeléctrica de Garabí, sobre el río Uruguay, y un memorando sobre bioenergía, que incluye un capítulo sobre biocombustibles.
Rousseff y Kirchner también rubricarán un memorando sobre promoción de la igualdad de género, y un acuerdo para hacer realidad la construcción de un nuevo puente entre los países, sobre el río Pepirí Guazú.
En primera instancia, estaba previsto que este viaje de Rousseff incluyera también una corta visita a Uruguay, pero la diplomacia brasileña prefirió preparar una visita específica a ese país. Una fuente de la presidencia dijo que ese viaje podrá ocurrir en la primera quincena de febrero.
Por otra parte, el 16 de febrero, Rousseff participará en Lima, Perú, de la Cumbre de América del Sur y Países Árabes. «El viaje a Montevideo deberá ocurrir después del viaje a Buenos Aires y antes de la Cumbre de Lima», dijo un vocero de la presidencia.
Además, en Lima, Rousseff ya agendó un encuentro bilateral con Hugo Chávez, presidente de Venezuela. En marzo, Rousseff deberá recibir en Brasilia al presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
