El décimo día amaneció en El Cairo teñido de sangre tras los violentos enfrentamientos entre partidarios del presidente Hosni Mubarak y los manifestantes que piden el fin del régimen que gobierno hace 30 años el país africano. Cifras oficiales confirmaron que ya son ocho las víctimas fatales por las peleas que se registraron ayer en la plaza central el Tahrir.
Tanques del ejército alejaron a los manifestantes partidarios de Mubarak de los que reclaman su renuncia, ya que ambos grupos habían reanudado los ataques con piedras, a pesar del espacio de separación de casi 80 metros entre ellos creado por un cordón de militares.
Por su parte, la oposición negó que el vicepresidente, Omar Suleimán, haya iniciado el diálogo con esas fuerzas para organizar una profunda reforma política y encaminar la transición.