Cristian “Pupito” Avalle, el carnicero de 34 años, que supo acumular poder como lugarteniente de Los Monos para lucrar a base de la extrema violencia, fue condenado a prisión perpetua. El villagalvense fue penado este viernes por dirigir una asociación ilícita con una treintena de miembros que cometió casi medio centenar de delitos que van desde balaceras, extorsiones a gremios, intimidación a escuelas hasta tentativas y cuatro homicidios en el sur de Rosario y Villa Gobernador Gálvez.
La sentencia fue impuesta en el marco de un juicio abreviado homologado por los jueces Mariano Aliau, Pablo Pinto y Hebe Marcogliese.
De profesión carnicero, Pupito está en prisión desde el 25 de marzo de 2019 por robo calificado, y a partir de 2021 lideró una organización criminal que operaba desde la cárcel federal Ezeiza con triangulaciones con otros apresados en las penitenciarias provinciales de Piñero y Coronda.
Así también coordinaba y supervisaba delitos a través de personas en libertad. A partir de esta causa que llevó adelante la Fiscalía provincial se conoció que llegó a reclutar a casi 30 miembros con los que llevaron a cabo 47 delitos.
La resolución tuvo lugar este viernes después de que el tribunal integrado por los jueces Mariano Aliau, Pablo Pinto y Hebe Marcogliese homologara el acuerdo entre los fiscales Patricio Saldutti y Franco Carbone con la defensa de Pupito, quien tenía como base de operaciones la zona sur y sudoeste de Rosario junto a la vecina localidad de Villa Gobernador Gálvez.
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Plata o plomo
Entre los expedientes que se fueron acumulando, los que se repiten son las extorsiones a comercios, gremios y medios de comunicación. Pupito y su organización usaban la repetida modalidad del «plata o plomo», amenazando y llevando a cabo balaceras a quienes se negaban a pagar lo que les exigían.
Uno de los casos más resonantes fue el ataque a las instalaciones de Televisión Litoral de diciembre de 2022, donde dos hombres dispararon contra el edificio y dejaron una nota intimidatoria. Avalle, desde Ezeiza, coordinó el tiroteo mediante mensajes de WhatsApp, incluyendo la obtención del vehículo utilizado.
También se lo responsabiliza por extorsiones a comercios de Villa Gobernador Gálvez, como un bar y una estación de servicio, donde sus subordinados acribillaron fachadas y dejaron notas exigiendo pagos bajo amenaza de muerte. En uno de los casos, Pupito envió mensajes directamente a los dueños de los locales, advirtiéndoles que debían pagar para evitar más violencia.
Ataques a sindicatos y frigoríficos
Pupito supo alimentar su poderío con esta modalidad que incluyó también a sindicatos y empresas frigoríficas. En abril de 2024, se registraron ataques incendiarios y balaceras contra las sedes del Sindicato de la Industria de la Carne y empresas como Paladini, Swift y Coto. En cada ataque, los responsables dejaban notas con mensajes intimidatorios, siguiendo las órdenes de Avalle desde la cárcel.
Las instituciones gremiales que fueron blanco de estos ataques mafiosos fueron: la de sede de la Uocra, el 15 julio de 2022, en 27 de Febrero al 5200. También al Sindicato de Conductores de Camiones de Pasco al 1000, el 2 de octubre.
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En diciembre de 2022 también provocaron un incendio en la sede de Empleados de Comercio, de Corrientes al 400, y dispararon contra la fachada de la Unión de Recibidores de Granos (Urgara), ubicada en San Lorenzo al 2000, de enero de 2023.
Los ataques armados también incluyeron a la escuela Dr. Silvestre Begnis, de Nahuel Huapi al 4500, el 14 de junio. Desde la cárcel también ordenó a otro recluso de Coronda que redactara el mensaje intimidante.
Homicidios y violencia extrema
La Fiscalía atribuyó a Avalle la instigación de cuatro homicidios. Uno de los asesinatos que se hizo responsable en el abreviado fue el de Osvaldo Maximiliano “Popito” Zalazar cuando fue acribillado el 14 de agosto de 2022.
Fue emboscado cuando volvía de una salida transitoria en una camioneta del Servicio Penitenciario a la cárcel de Pérez. En el ataque también fue baleado un penitenciario que salvó su vida de milagro. Zalazar fue el único condenado por su participación en el crimen del líder de Los Monos, Claudio “Pájaro” Cantero, cometido en mayo de 2013 y que continúa impune debido a que no los autores materiales y el instigador nunca fueron hallados.
El otro homicidio fue el 6 de septiembre de 2022 cuando los ocupantes de un auto gatillaron contra un grupo de amigos en la esquina de Patricias Argentinas y Ameghino, en la zona sur de Rosario.
Producto del ataque, Eros Rosales, de 20 años, recibió un balazo en la cabeza y murió casi en el acto mientras que sus dos amigos tuvieron que quedar internados por los impactos recibidos.
El tercer asesinato fue el de Miguel Roulin cometido el 3 de diciembre de 2022 en la cuadra de Los Ángeles al 3600. De la pesquisa se conoció que Pupito ofreció 80.000 pesos para que se repartieran entre los autores materiales.
El último de los crímenes se produjo el 8 de diciembre de ese año en Cepeda al 3600, de Villa Manuelita. Eran casi las 20 cuando cuatro tiradores llegaron en un auto y comenzaron a disparar con una pistola calibre 40. Ricardo Américo Carrizo tenía 60 años, estaba en la puerta de su casa y murió casi en el acto como consecuencia de los balazos recibidos.
Pupito reconoció no sólo su participación en estos delitos en el abreviado sino también ser el jefe de la asociación ilícita especializada en el polirrubro del delitos a la que dirigió desde 2021 hasta el año pasado desde la cárcel.
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