La televisión estatal indicó que «los saboteadores han aprovechado la situación inestable de la seguridad», y un funcionario afirmó al canal que la situación «es muy peligrosa» y que no se reportaron heridos.
El verano pasado, según los medios, ya se había registrado un ataque contra el gasoducto, que no provocó daño alguno.
En ese entonces se sospechó que grupos beduinos estaban detrás de la acción porque existe enfrentamiento entre estos clanes y el gobierno debido a que familiares de los clanes permanecen encarcelados en prisiones estatales.
La exportación de gas a Israel se realiza a través la compañía East Mediterranean Gas Company (EMG), en la que particpa Hussein Salem, considerado un estrecho colaborador del presidente Hosni Mubarak.
En la ciudad Al Arish, capital provincial de la península Sinaí, también se registran manifestaciones con las que se reclama la dimisión de Hosni Mubarak y su gobierno.